Desde este pasado fin de semana no se habla de otra cosa en las redes sociales. El trend ‘Y aun así me quedé’ ha copado el tiempo de los usuarios en TikTok que ven, a través de un infinito scroll, decenas de vídeos de usuarias e influencers en los que comentan diversas situaciones machistas que han tenido que soportar con su expareja.
El trend en cuestión, en su nombre completo, se llama ‘Cosas que me hizo mi ex y aun así me quedé‘. Saca a la luz comportamientos misóginos e incluso violencias físicas, sexuales, psicológicas y de control. Sin embargo, en alguno de los vídeos se ve como los influencers se ríen, mandando así un claro mensaje de la normalización de la violencia contra las mujeres.
“Este trend es totalmente negativo”
Analizamos este trend con la psicóloga experta en violencia de género, Bárbara Zorrilla. Para ella, este trend “es totalmente negativo” porque “una cosa es que expliques el ‘Y aun así me quedé’ con contexto de cómo son nuestras reacciones emocionales a la violencia en un momento determinado, y otra cosa es que eso se cuente sin contextualizar la reacción porque al final lo que estás diciendo es ‘ha pasado esto. Me he quedado y no ha pasado nada’. Pero sí que ha pasado. Ha tenido unas consecuencias en ella”.
La profesional cree que este trend podría haber sido una muy buena idea para destacar los comportamientos machistas frecuentes que existen en las relaciones de pareja. Sin embargo, ha sido una oportunidad perdida. “Es peligroso porque lo que podría haber sido un movimiento que nos ayude a entender cómo en determinadas relaciones mediante un progresivo ejercicio de la violencia más sutil al final soportamos estas actitudes, se ha convertido en una vanalización de la violencia que al final lo que aumenta es nuestra tolerancia a la misma”.
Esto afecta directamente a la normalización sobre determinados comportamientos y actitudes machistas. Según Zorrilla, normalizamos esto por varias razones. “Vivimos en una sociedad en la que, desde que nos levantamos por la mañana, estamos expuestos a una ingente cantidad de contenidos violentos de todo tipo“, explica. Esto repercute en que “vayamos naturalizando estas situaciones. Que nuestro umbral de tolerancia sea cada vez más grande. Vivimos en una sociedad que legitima y que tolera esta violencia contra las mujeres y al final nosotras interiorizamos estas normas”, asegura la psicóloga.
Para acabar con la vanalización de la violencia, Zorrilla cree que lo primero que se debe hacer es “llamar a las cosas por su nombre“. Generar vídeos como los ya vistos de Lady Marrdita o de los infuencers Naomi Asensi, Claudia Martínez, Bárbara Pérez y Jorge Cyrus “contribuye aun más a restar importancia a algo que es muy importante, que es que alguien te esté cortando tu libertad”.
Estos influencers en sus vídeos han explicado que han tenido que soportar que les escupieran, que les obligaran a cambiarse de camiseta o que tuvieran que poner una videollamada por la noche para demostrar que había vuelto sola a casa después de salir de fiesta. Todo esto son actitudes de control y violencia. Para Zorrilla, soportar todo esto solo lleva a decirse a sí mismo que “para estar con esa persona tienes que dejar de ser, dejar de hacer, dejar de hablar, dejar de ponerte, y en definitiva, ir moldeando tu personalidad. Es peligroso en el sentido de que siguen transmitiendo el mensaje de que esto es normal y de que estar en una relación de pareja tiene este precio y que hay ciertas cosas que se están tratando como una forma habitual de relación pero son gestos inaceptables y son situaciones de violencia machista”, concluye la psicóloga.