016/Ni una más

El bosque, el hombre y el oso, la encuesta que desnuda la violencia machista

Al preguntar a mujeres con quién prefieren encontrarse en un lugar apartado responden que con el animal, muchos hombres contestan lo mismo si es su hija o su pareja. ¿Qué dice esto de la sociedad?

Con quién prefieres encontrarte si vas sola por el bosque KiloyCuarto

¿Preferirías estar sola en el bosque con un hombre o con un oso? Un usuario de tik tok realizó hace meses una encuesta en la calle en la que planteaba esta pregunta a nueve mujeres. Ocho de ellas contestaron el oso. A partir de ese momento, la viralidad catapultó este tema y las redes se inundaron de más respuestas y más encuestas. El resultado era casi unánime y no importaba la edad, nacionalidad u origen. Si pudiesen elegir tanto niñas, como adolescentes, como mujeres prefieren toparse con el animal.

@screenshothq

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♬ Terror Music (Scary Song) – IMPERIUM RECORDS

 

Las razones que alegan son, entre otras, que los hombres “dan miedo”, que “los osos no siempre atacan” y si lo hacen “solo te matan” y que si sufrían una agresión por parte del oso “se las creería”. Piensan que nadie las pondría en entredicho ni le harían reproches como: “Pero, ¿qué hacías sola en el bosque?’“, “¿cómo ibas vestida?“, o una revictimización con acusaciones del tipo: “Quieres hundirle la vida al oso o sacarle dinero“.

Muchos hombres se ofendieron con estas respuestas e hicieron exactamente lo que las usuarias denunciaban, ponerlas en cuestión. Acusarlas de poco razonables o de un odio al género masculino insoportable. No reflexionaron sobre qué había detrás de estas afirmaciones tan unánimes, ni dirigieron su mirada hacia ellos mismos y a la violencia machista estructural, sin embargo se les volvería en contra porque la encuesta mutó y se dirigió a ellos. Cuando les preguntaron con quién preferían que se encontrase su hija o su pareja, los propios hombres respondieron, en general, también que al oso.

@screenshothq

Following our viral video around the question of being stuck in a forest with a man or a bear, we wanted to ask people if they would rather their DAUGHTER be trapped with a man or a bear. Let us know your answer 🐻🌳 #manvsbear #tiktok #tiktoktrend #trending #challenge #streetinterview #voxpop #manorbear

♬ original sound – SCREENSHOT

¿Qué representan en realidad el bosque, el hombre y el oso en este ejemplo? El bosque, para Paola Arágón, periodista especializada en Feminismos, podría ser “un lugar intransitable por peligroso, porque se asimila a la oscuridad, a la soledad donde no hay nadie a quien pedir ayuda y que asociamos a la vulnerabilidad. En nuestras sociedades, quizá, la analogía fuera el volver de noche solas a casa por calles solitarias y oscuras. En cierto punto, representa el espacio público por el que los hombres pueden transitar y que a las mujeres se nos niega. Sin embargo, el bosque puede ser la extrapolación de esa idea para todos, para hombres y para mujeres. Entonces es muy fácil que se pueda identificar el bosque como un espacio de inseguridad al margen del género y ahí radica la potencia de la metáfora”, explica.

Los agresores no son locos ni bestias

Aragón cree que “la figura del oso representa la bestialización, con esa mirada especista en la que consideramos que los animales son entes sin racionalidad, que se mueven por sus instintos y tienen que hacer daño y ahí se construye el concepto de la bestia”, apunta.

La periodista considera que a los hombres les molesta la respuesta femenina “porque se les está asimilando a lo bestializado y ellos no quieren reconocerse en eso. Cuando prefieres lo teóricamente bestializado, que es el oso, a lo teóricamente racional, que es el hombre, lo que se está diciendo es que, independientemente de la racionalidad, el hombre es peligroso. Enlaza justamente con aquello que se dice de que los agresores sexuales y agresores machistas, en realidad no son locos, sino hijos sanos del patriarcado, que desde esa racionalidad se sienten legitimados para hacer daño, sobre todo en lo referente a violencia sexual y machista”, señala.

 

@miriamgimal

En USA esta pregunta se ha viralizado en redes porque hasta los mismos hombres prefieren dejar a sus hijas con un oso que con un hombre😱 Sin duda la respuesta de mi esposo me pone bien nerviosa! #elosooelhombre #bearorman #elautismoyyo #raquelyautismo #autismo

♬ sonido original – Miriamgimal

Paola Aragón opina que este debate “evidencia todo eso de lo que habla Nerea Barjola de los relatos del terror, esos relatos del miedo que nos apartan de determinados espacios y no de otros. La percepción de que vas a sufrir una agresión sexual si vuelves sola a casa de noche como si el agresor estuviese acechando en un arbusto para lanzarse sobre ti (como si fuera el oso) cuando la realidad y los datos demuestran que la mayoría de violencias sexuales suceden por parte personas conocidas: familiares, amigos, compañeros de clase y de trabajo y en entornos teóricamente seguros como la casa de la víctima, la casa del agresor, casa conocidas, etc.”

Terror sexual

Por eso, para Aragón, esta metáfora “sirve para desmontar ese mito del terror sexual que nos dice qué es lo que se supone que tenemos que temer mientras se están invisibilizando todas las violencias de quienes teóricamente deberían ser sujetos seguros, en espacios seguros. La lógica hegemónica nos dice que deberíamos temer al oso en el bosque más que al hombre porque el hombre sería el espacio conocido y el oso, lo desconocido, el mundo animal y la bestialización”, insiste.

Por su parte, Beatriz Bonete, socióloga experta en Género e Investigadora social, recuerda que “cuando apareció el vídeo lo primero que hice fue lo que, probablemente hicieran otras muchas mujeres cuando vieron ese vídeo: buscar en Internet: “qué hacer si te encuentras con un oso”. Por lo visto, si te cruzas con un oso, es mejor pasar de él. No hacer nada que llame su atención o que le haga sentir que lo estás amenazando. Porque entonces va a atacar por autodefensa y/o supervivencia. Cualquiera tipo de violencia machista, nunca va a producirse por ninguno de estos motivos”.

Socialización y creencias

Bonete señala que “aunque aquí los estemos comparando con uno, los hombres no son animales. Por eso la violencia que puedan ejercer contra una mujer siempre va a responder a otros factores que tienen que ver con una socialización determinada, con unas determinadas creencias basadas en la desigualdad entre hombres y mujeres. Es decir, una sociedad machista. Los hombres van a agredir por inseguridad. También para crear y reforzar una relación de poder basada en una supuesta (e injusta) superioridad social. Los hombres también agreden porque quieren reforzar que son hombres. O porque, estando en compañía de otros hombres, se sienten fuertes agrediendo en “manada”. La violencia machista no tiene nada que ver con un instinto innato como el que tienen los animales. La violencia machista es un producto cultural que se ejerce con conciencia e intención. Por eso, yo, como la mayoría de las mujeres, también elegiría al oso. Porque somos nosotras, las mujeres, las que más sabemos de autodefensa y supervivencia”, explica.

Los datos de agresiones

Qué se esconde tras estas afirmaciones y qué dice de nuestra sociedad que entendamos que existe menos peligro para las mujeres encontrarse a solas con un animal salvaje que con un hombre. Lo cierto es que los datos de violencia machista dan la razón a estas respuestas. El año pasado, cada dos horas se denunció una agresión sexual con penetración y cada dos días una violación en grupo unos datos alarmantes que se vuelven terroríficos si tenemos en cuenta que sabemos que solo se denuncian un 11,1 por ciento de las agresiones. Lo mismo ocurre con la violencia de género y sus 22 denuncias a la hora el año pasado que representan a tan solo el 21,7% de las víctimas reales. Este año Feminidios.net contabiliza 76 feminicidios y diez niños han sido asesinados por violencia vicaria. Abusos, acoso, violencia digital. Parece invisible a nuestros ojos, pero está ahí y es estructural. Puede que no ocupe mucho espacio en los medios de comunicación, que no se hable demasiado de ella, pero la violencia contra las mujeres existe y la percepción de seguridad tanto para nosotras como para los que contestaron el oso, sí coincide con la realidad.

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