El día 27 de abril de 2021 fue un antes y un después para la sociedad española. Anna y Olivia pusieron sobre el mapa el concepto de ‘violencia vicaria‘. Hasta entonces desconocido en España. Hoy, se cumplen tres años desde que su padre les arrebató la vida. Un hecho que conmocionó e impactó a todo el país.
Su madre, Beatriz Zimmerman, sigue luchando desde entonces para que el legado de sus pequeñas perdure y nunca se olvide. “Es una persona tremendamente luchadora“, afirma Joaquín Amills, presidente de SOS Desaparecidos, que se involucró con este caso desde el primer día de la desaparición de las menores. Hoy, tanto su esposa como él siguen manteniendo el contacto con Beatriz y su marido, Eric, a los cuales, consideran amigos.
Anna y Olivia, la fuerza de Beatriz Zimmerman
“Beatriz transmite paz dentro de que, lógicamente, tiene que existir un dolor. Es una persona muy espiritual que contagia esa forma de pensar y de empatizar con todo”, explica Amills sobre la madre de Anna y Olivia.
Cree que “hay momentos en que tenemos nuestros propios baches emocionales“. Sin embargo, Beatriz Zimmerman tuvo que ser fuerte por su tercera hija. Ayer, Elsa cumplió dos años. Llegó al mundo el 26 de abril de 2022, un día antes de que se cumpliera un año de la desaparición de sus dos hermanas. Amills lo define como una “bendición”, “una gran suerte” y “un gran regalo de la vida”.
Asegura que él no cree en las casualidades, sí en las “causalidades” y por tanto piensa que con Elsa llegó “una gran espiritualidad” a la familia y amigos. La llegada de la pequeña Elsa “ha sido la fuerza para Beatriz y su esposo“, reconoce.
Su fuerza en el día a día también es saber que Anna y Olivia “siguen estando presentes“. Además de para ella y sus seres queridos, también para la sociedad dado que dejaron un legado muy importante que hay que seguir recordando.
Aunque existieron otros casos previos, la historia de Anna y Olivia significó mucho para la sociedad. Por primera vez en España se habló de ‘violencia vicaria’ y se comprendió que era el peor dolor que un hombre podía ejercer contra la madre. “Fue un caso referente. Conseguimos que todo el mundo entendiese lo que es la violencia vicaria y el dolor que produce”, explica Joaquín Amills.
La sociedad responde, las administraciones no
Sin embargo, piensa que pese a eso, después, con el paso de los años, “nos hemos quedado frenados”. Asegura sentirse “cabreado” y “frustrado” porque con las expectativas que tenía del legado que habían dejado Anna y Olivia y “la inmediatez” con la que había respondido la sociedad, “las administraciones y la política fallaron”, asegura. “Seguimos sumando víctimas, seguimos sumando desastres y seguimos sumando dolor”, insiste el presidente de SOS Desaparecidos.
Joaquín Amills pide a las administraciones “campañas de prevención y de formación”. Asegura que solo así se puede “legislar” correctamente. Puesto que lo que se suele hacer es “legislar sin prevenir, ni formar y eso no nos conduce a nada”.
Estas fechas son complicadas para Beatriz Zimmerman. No obstante, Amills asegura que con su “fortaleza” y la ayuda de sus amigas, su esposo y su entorno lleva estos días aunque “no deja de ser difícil“.
Él cree que “el amor no duele”, dado que asegura que lo que duele es “el vacío. La impotencia de no poder hacer nada frente a ese vacío”. No obstante, para todos ellos, Anna y Olivia siguen estando muy presentes y creen que vinieron a este mundo “con un objetivo”: Consiguieron “originar un movimiento” en el que las muestras de “solidaridad, cariño y empatía traspasaron fronteras”.
Amills recuerda que, durante esos días, la sociedad se volcó con ellos. “Aglutinó a padres, madres, abuelos, abuelas y niños que, incluso, nos mandaban dibujos desde sus colegios. Todo esto originó un movimiento que gritó ¡basta ya de utilizar a los niños!“