El caso de Daniel Sancho tiene a todo el mundo en vilo. Lo sucedido en Tailandia contuvo la respiración de la sociedad española durante el verano. Y, ahora, meses después, el caso de Daniel Sancho ha llegado a los juzgados. El juicio ha dado comienzo, con todo el ruido mediático que eso conlleva. Nadie se quiere perder lo que está sucediendo en la sala de lo penal. Sin embargo, no siempre ese escenario mediático es justo con lo que sucede en el mundo real.
Sí, el caso de Daniel Sancho tiene a todo el mundo en vilo. Pero, desafortunadamente, han sido unas cuantas mujeres durante los últimos años que han sido víctimas de descuartizadores y no han copado las portadas como sucede con Daniel Sancho. Alguno de estos asesinatos tuvo cierto seguimiento en la prensa, por supuesto. Uno más que otros. Sin embargo, todos ellos quedan muy por debajo del revuelo mediático suscitado por Daniel Sancho. Cabe preguntarse por qué.
El crimen de Pontons
En un pequeño pueblo llamado Pontons (Barcelona), un hombre de 43 años y su pareja, de 42, compraron un terreno cerca del bosque. Vivían bastante aislados y no tenían muchos contactos en la zona. Los vecinos alertaron al alcalde de extraños movimientos en el terreno del hombre, que parecían indicar la excavación de una tumba. El alcalde, junto con la Guardia Civil, investigaron y descubrieron una fosa séptica que escondía el cuerpo descuartizado de la mujer.
Había varias bolsas de plástico a un metro y medio de profundidad. El asesino había conservado el cuerpo descuartizado de su pareja durante más de un año. Lo guardó dentro de un congelador para que no se descompusiera y el olor pudiera alertar a alguien. El hombre fue arrestado y confesó haberla asesinado, descuartizado y enterrado. No había antecedentes de violencia. Nadie sabe el motivo del crimen o por qué no se reportó la desaparición de la mujer. Fue un milagro resolver el caso.
El asesinato de Rocío Cáiz
Adrian N., el culpable confeso del asesinato de Rocío Cáiz, admitió el crimen ante el jurado popular en el juicio que se llevó a cabo en la Audiencia de Sevilla. Reconoció haber estrangulado a su pareja antes de descuartizarla y esconder los restos en diferentes lugares de Estepa (Sevilla). En su día, el debate giró en torno a si el asesinato fue premeditado o no. Eso determinaría si era condenado por homicidio o asesinato. Adrian argumentó que la muerte de Rocío fue el resultado de una pelea y negó cualquier planificación del crimen.
El asesino describió en detalle lo sucedido, desde el encuentro con Rocío hasta el momento del crimen. Afirmó que Rocío le envió un mensaje urgente y luego insistió en hablar con él en su casa. Una vez dentro, discutieron y se produjo una pelea en la que, según Adrian N., Rocío lo atacó físicamente. En un momento de ira, Adrian la estranguló. Después, tras darse cuenta de lo que había hecho, la descuartizó y escondió sus restos en diferentes lugares de la ciudad. Además, admitió haber tomado el teléfono de Rocío y enviado mensajes a su madre haciéndose pasar por ella para ganar tiempo y reflexionar sobre lo sucedido. Pero insistió en que nunca tuvo la intención de huir. Finalmente, confesó el crimen a su madre y se entregó a la Guardia Civil, revelando dónde había ocultado los restos.
El ‘Rey del Cachopo’
César Román, conocido como El Rey del Cachopo, era un empresario relacionado con partidos de extrema derecha en España y dueño de varios restaurantes de comida asturiana. Conoció a Heidi Paz en 2018, cuando ella comenzó a trabajar en uno de sus locales en Madrid. Iniciaron una relación. Pero, en junio del mismo año, Heidi decidió terminarla y abandonar la vivienda que compartían. El 5 de agosto, ella intentó hablar con él por última vez. Pero César la mató y descuartizó su cuerpo, colocándolo en una maleta en una nave que había comprado para su nuevo restaurante.
Utilizó sosa cáustica para desfigurar el torso y cortó sus mamas para evitar la identificación. El hallazgo de la maleta ocurrió durante un incendio en la nave el 13 de agosto. Sin embargo, la cabeza y las extremidades de la víctima no fueron encontradas. César huyó a Zaragoza, donde fue arrestado en noviembre con una identidad falsa. Aunque siempre negó su culpabilidad, fue condenado a 15 años de prisión en un juicio celebrado durante 2021.
El asesinato de Romina Celeste
Romina Celeste Núñez Rodríguez, una mujer paraguaya de 29 años y madre de dos hijos, desapareció en la Nochevieja de 2018 en Lanzarote. Allí vivía con su esposo, en Costa Teguise. Una semana después, su esposo, Raúl D. C., denunció su desaparición. Alegó que ella solía desaparecer después de peleas. La Guardia Civil sospechó de él desde el principio y lo detuvo el 13 de enero de 2019. Romina se convirtió así en la primera víctima mortal de violencia machista en 2019.
Raúl admitió a la Guardia Civil que encontró a Romina muerta y, asustado por consumir drogas, intentó quemar su cuerpo en el jardín antes de arrojar sus restos en diferentes puntos de la costa. Descubrieron que Romina se había casado tres días después de recibir una paliza. Y ella había expresado en una carta la necesidad de terminar la relación para evitar más abusos.
Los restos de Romina fueron encontrados en la costa, confirmando su muerte. Raúl estaba en prisión provisional desde enero de 2019. Se enfrentaba a cargos por homicidio y malos tratos. El juicio comenzó el 2 de junio de 2023, en la Audiencia Provincial de Las Palmas. Allí, el asesino reconoció los hechos y aceptó una condena pactada de 15 años, nueve meses y cuatro días de prisión.
El descuartizamiento de Thais
Thais, una mujer de 34 años, fue presuntamente asesinada por su expareja en Amposta (Tarragona). Se convirtió en la octava víctima mortal de violencia de género en España en 2024 y la número 1.248 desde que se llevan registros oficiales en 2003. Esta trágica muerte marca la tercera vez en Cataluña que una mujer pierde la vida por violencia machista en lo que va del año. Thais fue estrangulada y descuartizada por el hombre que alguna vez fue su pareja.
Solo hace tres semanas, Thais sufrió una agresión en la que se defendió y resultó herida su expareja. La policía intervino y un juez dictó una orden de alejamiento para ambos. Sin embargo, ahora Thais ha sido encontrada muerta a manos de su agresor. Un hombre de 47 años que ha sido detenido después de confesar el crimen a un conocido, quien alertó a las autoridades. La mujer, madre de dos hijas, mantenía una relación tóxica con su asesino. Vivía intermitentemente con él en un apartamento en Amposta. El presunto asesino mutiló el cadáver de Thais y dispersó partes en contenedores de basura. La detención se produjo días después de los terribles hechos.