Todo comenzó en Halloween, quizá por aquello del terror. El 31 de octubre del año pasado, la consellera de Justicia de la Generalitat Valenciana, Elisa Núñez, de Vox, se reunió con una asociación de “hombres maltratados”. Explicó entonces que fue una petición de la organización y que ella iba a recibir a todas las asociaciones que se lo pidiesen. Seis meses después, la Conselleria de Justicia acepta su inscripción en el registro autonómico de fundaciones lo que implica, a grandes rasgos, menor control en las donaciones y subvenciones que puedan recibir y una fiscalidad más favorable.
¿Pero qué hay detrás de la Fundación de la Comunitat Valenciana para la Defensa de los Hombres Maltratados? Navegar por su página web es un viaje complicado. Una sucesión de bulos, medias verdades y una idea latente de que existe un problema de maltrato hacia los hombres. Los datos oficiales les desmienten. Las víctimas de violencia doméstica, o violencia intrafamiliar se refieren a mujeres agredidas por algún miembro de su familia o de algún conviviente; en el caso de los hombres incluye también la violencia por parte de sus parejas. Las cifras muestran que también son las mujeres las principales víctimas de la violencia doméstica. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2022 casi 5.000 mujeres fueron víctimas de violencia doméstica frente a los 3.200 hombres.
Ofrecen servicios jurídicos, psicólogicos, peritajes y hasta detectives para todo hombre al que hayan denunciado por violencia de género, es decir, ponen a disposición de los maltratadores todas las herramientas necesarias para enfrentarse a sus víctimas en los tribunales.
El famoso bulo de las denuncias falsas también está presente en su presentación. Hablan de más de un millón de hombres absueltos por este tipo de delitos. De nuevo, la realidad les quita la razón. En primer lugar, porque el General del Poder Judicial señala que, en 2023, casi el 80 por ciento de los procedimientos de violencia de género terminaron con sentencia condenatoria, casi 8 de cada 10. Y porque no explica que muchas víctimas por miedo, por evitar un juicio y por distintas razones no ratifican su denuncia y los maltratadores quedan absueltos. De hecho, se calcula que sólo el 22 por ciento de las víctimas pone en conocimiento de las autoridades su situación.
En su blog, la fundación habla del falso Síndrome de Alienación Parental (SAP) a pesar de que la ONU avisó de que se estaba utilizando en todo el mundo para encubrir violencia de género y abusos sexuales a menores. También tienen una sección dedicada a las madres protectoras con las fotos y las historias de las más conocidas.
Explican en su web que su fundación está asociada a la Alianza Internacional contra el abuso y la violencia doméstica DAVIA, una organización que en la portada de su web habla del supuesto miedo que experimentó el exmarido de la cantante Britney Spears por la presencia de cuchillos en su casa.
Organizados a nivel estatal
Parece una broma pesada, pero no es la única asociación que se dedica a desinformar y a defender a maltratadores. Hay más. Todas coinciden en ese halo victimista donde los hombres son perjudicados por las mujeres y algunas ofrecen la posibilidad de realizar un test para comprobar si estás en una relación de maltrato. Desde 2003, 1.254 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas y 60 niños han sido asesinados. El año pasado, se pusieron 22 denuncias por violencia de género a la hora en España. Cifras ausentes en estas webs de supuestos “hombres maltratados”.
Chelo Álvarez, presidenta de la asociación de víctimas, Alanna, cree que estas fundaciones y los despachos de abogados que llevan sus casos están organizados, incluso, a nivel estatal del mismo modo que las asociaciones de víctimas. Explica, que “el negacionismo de la violencia de género es, además de un grave peligro, una incongruencia: España está adherida desde 2014/2015 al Convenio de Estambul. Sigue o debería seguir los mandatos d la ONU, que calcula que la violencia de género afecta a una de cada tres mujeres. Éste datos no lo damos nosotras, lo arrojan organismos internacionales”.
Sin embargo, en este tipo de organizaciones se desconfía de las cifras oficiales y se habla de un encubrimiento del Estado, a todos los niveles, para maquillar los datos en lo que parece una macro conspiración donde los hombres son las verdaderas víctimas.
“Como siempre decimos, el Código Penal recoge la violencia domestica, están perfectamente amparados. Negar que existe la violencia de género es un sinsentido que hace mucho daño a las víctimas y a la sociedad en general. Los datos están ahí. Datos reales que están a disposición de cualquier persona que quiera conocerlos. Es una realidad demoledora innegable“, sentencia Álvarez.