¿Puede el porno para mujeres ser feminista y ético?

La directora sueca Erika Lust está considerada como una pionera en el movimiento de la pornografía feminista y ética

La mayoría de las personas que consumen pornografía son menores de 35 años.

Mucho se ha debatido acerca de si la pornografía podía ser feminista y ética o si en realidad siempre estaría sujeto a una fuente de explotación. La realidad es que esta variedad dentro del cine para adultos es cada vez más popular. Pretende ser un espacio que incite al placer pero sin dejar de ser un lugar inclusivo y donde no haya violencia machista.

La directora sueca Erika Lust está considerada la pionera en el movimiento de la pornografía feminista. También otro nombre referencia es el de Irina Vega, directora y productora de Altporn4U.com. En la actualidad, hay quienes piensan que la industria está caminando hacia lugares más inclusivos y abiertos y menos sórdidos. Aunque también los hay que tienen dudas de si esto es verdaderamente así o si el porno, sea como sea, será siempre una fuente de explotación.

El porno que ha reinado siempre: de carácter machista y violento

La mayoría de las películas del cine para adultos se ha caracterizado siempre por ser de carácter machista y violento, además de por denigrar a la mujer y fomentar el sexismo. Muchos directores solían decirles a las actrices que debían dejarse hacer para ser así “más atractivas”.

Lo cierto es que acceder a este contenido es verdaderamente fácil. Basta con hacer clic en el genérico aviso de “tengo 18 años o más” que presentan en su página inicial. Ahí termina la responsabilidad de la página, y las posibles consecuencias del consumo recaen en la madurez y experiencia de cada persona. ¿El problema? si este contenido es fácilmente consumible por niños y adolescentes aún con su madurez por desarrollar, pueden desarrollar una educación sexual basada en la violencia y la opresión.

“Al ser expuestos a representaciones de violencia, dominación y objetivación sexual desde una edad temprana, existe el riesgo de que los jóvenes internalicen estos comportamientos como normales o incluso deseables en sus futuras relaciones”, explica Sara Arroyo, psicóloga especializada en violencia de género.

La industria del porno en datos

Según el informe Pornhub de 2024, la industria del porno genera más de 2.800 euros por segundo.  Existen pocos datos sobre la facturación de estas páginas, pero se estima de más de 90.000 millones de euros al año, lo que equivale a casi 3.000 euros por segundo.

Además, el 53% de los consumidores de porno tiene menos de 35 años, encontrándose la mayor parte en la franja de entre los 18 a los 24 años. Según el último informe de Pornhub, una de las páginas porno más visitadas, España ocupa el puesto 11º en una lista de 20 países que abarcaron casi el 80% del tráfico diario de esta web en 2023.

¿En qué se diferencia el porno feminista del resto?

Principalmente estas películas se caracterizan por poner de manifiesto unos valores éticos basados en la diversidad y el respeto a la mujer. Es decir, no produce un contenido violento ni machista en el que sea la mujer la que se someta. Sino que más bien suele ser la mujer la que alberga el control de la situación.

Erika Lust, directora pionera en pornografía feminista.

Además, todos los cuerpos son aceptados, no hay una exclusión en cuanto a formas corporales, identidades de género, edades (siempre y cuando sean mayores de edad) o etnias.

La directora Irina Vega describe su “porno feminista” como películas en donde se tiene en cuenta la igualdad tanto delante como detrás de la cámara: “Delante de cámara debería quedar presente que la mujer tiene un papel también de sujeto y no de objeto”. ” “El placer de todos los artistas importa. Antes del rodaje, los actores eligen quiénes son sus parejas sexuales, hablan de sus gustos y acuerdan las prácticas. Los artistas pueden elegir si quieren usar condón o no, proporcionando pruebas de ETS actualizadas”, asegura Vega.

Por su parte, Erika Lust ha destacado como pionera en este tipo de porno dentro de la industria. No solo eso sino que sus obras han sido galardonadas en numerosas ocasiones. Por ejemplo, en el año 2012 la película Cabaret Desire le hizo ganar su primer Feminist Porn Award en la categoría Película del Año.

La directora y productora de porno conocida como Paulita Pappel ha conseguido subvenciones del Gobierno de Alemania para producir una pornografía que apueste por este tipo de producto más diverso. Se trata de un movimiento que comenzó a surgir en Estados Unidos en los años 80, pero que no ha florecido demasiado hasta ahora. Aún así, el considerado como “porno feminista” tan solo es supone una pequeñísima parte de todas las producciones de esta industria.