Aunque en la actualidad los abusos y agresiones sexuales son cada vez menos tolerados por la población, es de vital importancia que se siga trabajando en la prevención, ya que existe una normalización e interiorización social de muchas de las agresiones que se producen en todos los ambientes, sin que sean concebidas como conductas intimidatorias y abusos de poder.
Como ya he comentado, es importante seguir trabajando en la prevención, pero también es fundamental tener establecidas las bases de actuación para cuando se produzcan hechos que pueden englobarse dentro de la violencia machista.
El tratamiento integral de la violencia contra las mujeres exige articular protocolos que aseguren la actuación integral allí donde la misma se produzca y que lleven a mejorar la prevención, protección e incluso la actividad probatoria en los procesos que se sigan.
En España las empresas no están obligadas a disponer de un protocolo propio contra la violencia de género, pero es una herramienta recomendable.
Hay que tener en cuenta que junto al plan de igualdad en la empresa, un protocolo contra el acoso sexual o por razón de sexo puede suponer un bastión de protección para las mujeres que puedan ser víctimas de esta lacra social.
Es por ello que la creación de protocolos contra las agresiones sexuales debería de ser una práctica generalizada para todos los entornos como puede ser el entorno empresarial, entornos festivos, administraciones públicas, y partidos políticos, entre otros.
Ya que he mencionado a los partidos políticos, querría hacer referencia aún término poco utilizado que es la violencia política contra las mujeres, el cual es definido por Mon L. Krook como “cualquier tipo de agresión física o psicológica que ejercen los responsables de partidos y otros actores políticos en contra de las mujeres, con el fin de obstaculizar su presencia en la vida pública”.
Al igual que otros ámbitos, es necesaria la creación de protocolos de actuación frente agresiones sexuales en todos los partidos políticos que tengan en consideración las conductas antes mencionadas, así como aquellas que puedan llegar a ejercer personas con responsabilidades políticas fuera de su ámbito laboral.
Es fundamental garantizar la seguridad y bienestar de todas las personas trabajadoras y es necesario asegurar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. Por ello es importante disponer de ciertos protocolos cuyo objetivo sea prevenir la violencia de género y defender a las víctimas.
Eva Higueras es Secretaria de Igualdad y miembro del Observatorio de la Mujer del PP de Cataluña.