Podemos acuerda con el Gobierno el desarrollo de la ley del “solo sí es sí”

En nueve meses los juzgados y la Fiscalía de violencia sobre la Mujer asumirán las competencias de los delitos de violencia sexual y se hará efectivo el derecho a justicia gratuita de estas víctimas incluido en la ley

Las militantes de Podemos y exministras Ione Belarra e Irene Montero (i) durante la manifestación que bajo el lema 'Se acabó. Bajaremos los alquileres' tiene lugar este domingo en Madrid en reclamo de medidas eficientes que ayuden a contener el precio de la vivienda en alquiler. EFE/Chema Moya

Podemos mueve ficha. La formación morada ha hecho público este martes el acuerdo al que ha llegado con el Gobierno para el desarrollo y cumplimiento de la ley del “solo sí es sí” y que se han incluido en el dictamen del Proyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia y de acciones colectivas para la protección y defensa de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios.

Según fuentes del partido las medidas que incluye el acuerdo son las siguientes:

Garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencias sexuales, en cumplimiento de la Ley Solo sí el sí, ya que para que las mujeres víctimas de violencias machistas vean en la justicia una puerta de entrada segura el sistema judicial tiene que estar especializado.

En un plazo de 9 meses los Juzgados de Violencia sobre la Mujer y la Fiscalía de Violencia sobre la Mujer asumirán las competencias en violencias sexuales.

– En el marco de dicha Ley, Podemos ha acordado con el Ministerio de Justicia poner en marcha cuanto antes la garantía de la justicia gratuita a todas las víctimas de violencia sexual, tal y como mandata la Ley solo sí es sí.

Las mismas fuentes señalan que el Estado acumula ya un año de retraso en la implementación de estas medidas que son imprescindibles para asegurar el acceso a la justicia de las víctimas de violencias sexuales y que venían reflejadas ya en la Ley de Libertad Sexual.

El acuerdo sucede apenas unas semanas después de que saltara el escándalo por violencia machista de Íñigo Errejón que precipitaron su dimisión tras unos testimonios anónimos en la cuenta de Instagram de la periodista y escritora, Cristina Fallarás. Tras su renuncia, dos mujeres más acudieron a las autoridades para denunciar agresiones por parte del político madrileño.

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