A la directora de cine y actriz Paz Vega le indigna que siga existiendo la violencia de género. En su ópera prima, Rita, retrata espléndidamente a una familia de los años 80 del sur de España. El problema es que, si le zafamos del atrezzo, del vestuario cosido a máquina o la vajilla Duralex, el trasfondo de la película buenamente podría haberse ambientado en 2025, porque la violencia machista, desgraciadamente, perdura hoy.
Paz Vega participó esta semana en un seminario en el Parlamento Europeo organizado en Bruselas con motivo del Día Internacional de la Mujer, en el que también se proyectó su filme. “No hay excusa para que la violencia de género exista: la reconocemos, sabemos nombrarla, identificarla, no es un tema tabú como era antes”, señala en los pasillos del Europarlamento, donde atiende a Artículo14.

La actriz y directora Paz Vega
“No hay razón para que esto siga pasando y cada vez a edades más tempranas”, advierte la directora sevillana, para quien precisamente el mayor desafío para la igualdad reside en “la juventud”. “Estamos yendo hacia atrás” y expone “el machismo imperante en las redes” donde muchos chavales siguen a “youtubers, influencers… con un discurso del peor machismo que pueda haber”.
Recién aterrizada de Los Ángeles, tras acudir a la ceremonia de los Oscar, Paz Vega recomienda de forma entusiasta ‘Anora’ -“creo que es la primera vez de muchos años, que estoy totalmente de acuerdo con la decisión” de la Academia-, aunque confiesa que también le hubiera gustado que Demi Moore hubiera recogido la estatuilla por una cuestión de “justicia poética”. De la alfombra roja a la moqueta gris del Parlamento Europeo, Paz Vega admite que su carrera como directora no ha hecho más que empezar, pues Rita “no ha sido un capricho de actriz que quiere hacer una película y ya”.
-Una de las reflexiones que tuve al finalizar la película es que si bien los coches han cambiado, las vajillas que usan en la película han desaparecido y ahora, hasta ganamos Eurocopas. Pero lo que sí que persiste, 40 años después, es la violencia de género. ¿Cómo se puede luchar contra esto? ¿Por qué en 2025 se siguen asesinando a mujeres por parte de sus parejas?
-Esa era la idea, por eso me lo llevé también al pasado. Quise trasladar la violencia de género al pasado porque, a pesar de nuestros avances tecnológicos y sociales, este problema persiste. Hablamos de violencia de género, específicamente la ejercida por maridos contra sus mujeres, un problema que afecta a los niños, incluso sin violencia directa hacia ellos. La violencia del padre hacia la madre es también violencia hacia los hijos; esto es fundamental entenderlo. Me interesaba mostrar cómo, en los años 80, este problema existía pero no tenía nombre. Se conocían los casos, pero se minimizaban como “cosas de familia” o “crímenes pasionales” (que es horrible). El cambio llegó con el caso de Ana Orantes, que marcó un punto de inflexión en la sociedad y permitió empezar a hablar de maltrato, luego machismo y finalmente, violencia de género. Sin embargo, toda esa evolución teórica no ha bastado. La violencia de género sigue presente, incluso a edades más tempranas. No hay excusa para que la violencia de género exista. Ya la reconocemos, la nombramos, la identificamos, y no es un tema tabú. He hecho un documental, que sacaré pronto, donde aprovecho para hacer una radiografía de lo que es la violencia. Trata sobre un centro de acogida para mujeres maltratadas. Lamentablemente, vamos hacia atrás, con más casos de jóvenes que sufren violencia por parte de sus novios y agresiones sexuales más violentas. Volviendo a la pregunta: vamos para atrás, en vez de para adelante en violencia de género.

Paz Vega durante el rodaje de ‘Rita’
-Quería preguntarle sobre este retroceso precisamente. Es que no solo las nuevas generaciones están peor que la nuestra, es que directamente hay negacionistas…
-Es increíble cómo, a pesar de todo, siguen intentando cambiarle el nombre a la violencia de género, llamándola “intrafamiliar”. ¡No! Es violencia machista ejercida por hombres contra mujeres, aunque ocurra dentro del hogar. Y luego está la violencia vicaria, esa monstruosidad donde los hijos son asesinados para herir a la madre. Es usar a los niños como objetos, como si acabar con sus vidas fuera la forma de causar el mayor daño posible a la mujer. Ya que estoy aquí, en el Parlamento Europeo, quiero destacar otro problema grave: la ideología que aún impera en algunos jueces. Lamentablemente, los jueces no están libres de ideología. Es inaceptable que el derecho de un padre condenado por maltrato a ver a sus hijos prevalezca sobre la seguridad de los niños. Un maltratador nunca será un buen padre, nunca. Aunque no los golpee físicamente, el ambiente que genera es un infierno para ellos. Hay que ser claros: la seguridad de los niños debe ser la prioridad absoluta.
-Hablando de menores también, en su discurso comentó que se han hecho muchas películas de maltrato, pero nunca desde el punto de vista de los niños. En la película me pareció una genialidad que hasta la cámara muchas veces está a la altura de los ojos de Rita. ¿Era para meternos más aún todavía en esta idea?
-Quería que el espectador tuviera la sensación de inmersión en el mundo infantil, y para eso ,no solo es la posición de la cámara, también es el 4:3, que es el formato más cuadrado, para dejar fuera todo lo demás, para centrarme en los niños. Su mundo es muy reducido. Su imaginación es enorme, pero su mundo real y su universo es reducido. Quería que el espectador sintiera ese espacio estrecho y cómo vamos descubriendo junto a ellos lo que va pasando. Que muchas veces los niños tampoco saben 100% qué pasa, cuál es el problema de la pareja. Solamente ven que se grita, se escuchan los golpes, que hay un portazo o que, de repente, el padre llega cabreado, pero no tiene noción de por qué. Y para un menor gestionar todo eso, que eso sea su mundo… Son niños que viven en una alerta continua que luego es muy difícil quitártelo de mayor. También viven sumidos en la tristeza, porque en su casa sólo han visto eso, no han visto amor.

Paz Vega, nominada a la mejor dirección novel, posa en la alfombra roja de la 39 edición de los Premios Goya
-En este viaje que ha sido ‘Rita’, que le ha llevado a tantos sitios, como al Parlamento Europeo en Bruselas, quería saber si va a seguir rodando. ¿Seguirá detrás de las cámaras?
–Esto no ha sido un capricho de actriz que quiere hacer una película y ya. Este camino que he comenzado, espero seguir, desarrollar y evolucionar en esta faceta tanto de escritora, de guionista, como de directora. Y en ese sentido, ya tengo proyectos por delante que espero rodar. Uno que también el guion es mío, a final de año, estoy intentando levantar la financiación. Y luego hay otras cosas por ahí también que se están moviendo. Pero sí, sí, esto es algo que me gustaría: empezar a aparcar un poco mi faceta de actriz o compaginar las dos cosas. Lo que pasa es que escribir y dirigir te quita mucho tiempo. Pero bueno, si puedo entremedias hacer algo como actriz, pues lo haré, porque es mi trabajo, es lo que he hecho toda mi vida y además me gusta mucho.
-Durante la promoción de la película, muchas nos quedamos con una noche, como invitada a un late night. Le hicieron una pregunta y usted fue súper valiente al decir, en horario de máxima audiencia, que no se podía preguntar si alguien era machista o racista, que eso era continuar con un patrón…
-Para mí fue fácil: banalizar dos temas que tienen la misma raíz y base y hacerlo en un lugar inapropiado. No porque el debate no tenga que hacerse. De hecho, yo he realizado una película para generar un debate sobre la violencia de género, precisamente. Pero bromear en un programa no me parecía oportuno. Yo iba defendiendo, presentando una película sobre violencia de género y sentí la necesidad de puntualizar esto. Fue una sugerencia, una puntualización, nada más. Además, ¿qué es ser un poquito machista? Para mí el límite de ser un poquito machista es que me mires un momento con cierta mirada. No me tienes que insultar o matar para ser machista. Tanto el machismo como el racismo se basan en la sensación de superioridad de una persona sobre otra, rechazo la idea de que “un poquito” de machismo o racismo sea aceptable; para mí, cualquier muestra de estos comportamientos es intolerable y debe erradicarse. Ese era simplemente mi mensaje y, bueno, recibí muchos palos.

Paz Vega durante su visita a La Revuelta el lunes 14 de octubre
-¿Pero también ola de apoyo?
-Ola de apoyo… bueno, como es este país… Cuando dices algo o te sales del carril, pues… En fin, creo que es mi opinión y ya está.
-Acaba de estar en los Oscar, y quería pedirle si nos puedes recomendar alguna película, la que más le gustó.
–Sabía que este año era el año de ‘Anora‘ y de Sean Baker. La película es extraordinaria, es la mejor, incluso el trabajo que hace Mikey Madison es el mejor. Solo que yo sentía algo especial por la nominación de Demi Moore, porque creo que ha sido una mujer muy denostada en la industria, muy maltratada, que no se merecía ese lugar que le han dado durante muchos años. Esta oportunidad, posiblemente sea la última que tenga para subir a un escenario y recoger un Oscar, hubiera sido casi como un Oscar honorífico y me hubiese gustado que ella lo recibiera. Con todo, admito que el mejor trabajo, sin lugar a duda, es el de Mikey Madison, la mejor película es ‘Anora’, los mejores montajes… todo. Yo a Sean Baker lo sigo desde que hacía películas con el teléfono. Es un director del circuito indie independiente que siempre se ha mantenido ahí. Yo siempre flipaba con él. He visto todas sus películas. Sean Baker es un genio que lo hace todo: él monta, él escribe, él dirige, él lleva la cámara… Me alegro muchísimo, creo que es la primera vez de muchos años, que estoy totalmente de acuerdo con la decisión. Que me hubiese gustado ver a Demi Moore recogerlo, sí, pero por una cuestión de justicia poética. Pero los Oscars son justos y se lo han dado al mejor trabajo que es el de Mikey Madison.

Paz Vega, a su llegada a la ceremonia de los Oscar
-Y ya para terminar, de cara a este 8-M, ¿cuál es el mayor reto para desigualdad, qué se debería erradicar o dónde habría que luchar más?
-Puff… Son tantos y tantos.
-¿Donde más se tenga que trabajar?
-Hay que enfocarse ahora mismo en la juventud, en la educación, porque como te decía antes, estamos yendo hacia atrás. Hay mucho machismo imperante en las redes, hay muchos youtubers, influencers… hay muchos machistas, claramente son hombres blancos o anglosajones, con un discurso del peor machismo que pueda haber y hay muchos chavales que los siguen. Mientras existan esas personas con esos mensajes, que tienen ese altavoz, esto no se va a acabar. Me pregunto cómo te pueden cancelar una cuenta por sacar un pezón y no cancelan a estos señores con las barbaridades que dicen. ¿Y cómo tratan a la mujer? ¿Cómo la cosifican? Creo que habría que tener una ley. Entiendo que la libertad de expresión tiene que primar, pero hasta un punto, porque el lenguaje da forma a los abstractos, a las cosas. Tenemos que cuidar nuestro lenguaje, y no puede haber mensajes como los que lanza esta gente que son seguidos por millones de chavales.
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