El 20% de las mujeres afirman haber sido emborrachadas o drogadas por su cita de Tinder para, posteriormente, abusar de ellas. El 11,5% reconoce haber sufrido algún tipo de violencia sexual durante su cita con un chico de la aplicación de citas. Estos abrumadores datos los recoge la Federación de Mujeres Jóvenes en su informe ‘Apps sin violencia’.
Unos datos relevantes que hay que recordar cuando se conocen las historias reales detrás de esos porcentajes. Hace una semana, una menor quedó con un chico de 19 años que había conocido por Instagram. Pese a las reticencias de ella, él, presuntamente, la llevó a un piso donde la drogó y posteriormente la violó.
Las historias que dan sentido a los datos
Según las declaraciones de la joven de 13 años a la Policía, él intentó besarla y ella se apartó. Minutos después, tomó una bebida con alcohol y se desmayó. A las horas se despertó con un fuerte dolor de cabeza y él la acompañó a la estación de metro más próxima. Allí le pidió que no contara nada a nadie. No obstante, la menor se dirigió a un vigilante de la estación que fue el que alertó a las autoridades. Horas antes sus padres ya habían puesto una denuncia por desaparición al ver que su hija no había regresado a casa tras salir del colegio.
La menor fue revisada por los servicios sanitarios que activaron el protocolo de sumisión química. Tenía lesiones en los genitales, moratones y chupetones por todo el cuerpo. La Policía Nacional investiga el caso mientras trata de localizar al chico con el que quedó la adolescente.
El Instagram para los jóvenes es como el Tinder para los adultos. Muchos desconocidos entablan conversación sin saber qué podrá llegar a pasar. Esta historia es como una de las cientos que se produce cada semana. Y así lo reflejan los datos. El 60,2% de las mujeres admite que el hombre con el que hablaba en Tinder le llegó a ofrecer regalos e incluso dinero para que ella aceptara quedar con él.
El 83,9% recibió mensajes insistintes con el mismo propósito: quedar presencialmente juntos. El 73,8% obtuvo mensajes en los que el hombre intentó dar pena. Con estos datos cabe preguntarse ¿por qué tanta insistencia? ¿Con qué fin? ¿Qué ocurre con aquellas mujeres que al final deciden quedar con esos hombres que hasta les ofrecieron dinero?
Las que quedaron con tipos así, pueden responder: el 49,2% fue insistida a seguir bebiendo alcohol con el fin de mantener relaciones sexuales. Un dato que preocupa y que se ve relacionado con el tratado anteriormente: el 20% de las mujeres fueron drogradas y el 11,5% sufrió algún tipo de violencia sexual. Así mismo, el 57,6% afirma haberse sentido presionada por alguna cita para practicar sexo.
Presionadas por su cita, algunas mujeres acceden a mantener relaciones sexuales. El 48,8% de ellas asegura haberse sentido como un objeto, "le daba igual que yo disfrutara o no", recoge el estudio. El 33% le dijo a su cita que quería parar y él se enfadó. El 27,7% tuvo que aguantar prácticas violentas durante el acto que no fueron aprobadas anteriomente. Y el 29,5% se sintieron de nuevo presionadas para realizar prácticas que no querían.
Datos que abruman. Aun así, el 61,1% de las mujeres perciben las citas con usuarios de Tinder como "un riesgo mayor a la hora de sufrir violencias que con personas que has conocido fuera de aplicaciones" por tratarse de "personas desconocidas". El 62,1% de las mujeres afirma al respecto que avisan a alguien de su confianza que han quedado con un hombre desconocido para sentirse más segura.
Desde Tinder se han puesto en contacto con Artículo14 para mostrarse preocupados por la seguridad de sus usuarios. Es por ello que disponen de diferentes herramientas dentro de la aplicación para su correcto funcionamiento. Entre ellas, los usuarios pueden denunciar el chat, bloquear contactos con los que no quieran seguir hablando y responder a unos mensajes automáticos de '¿te incomoda el mensaje?' o '¿estás seguro?' que aparecen cuando la aplicación detecta mensajes dañinos o inapropiados.