El juez Adolfo Carretero ya tiene sobre su mesa las pruebas aportadas por Elisa Mouliaá, la presunta víctima de Íñigo Errejón. Así lo corrobora su abogado Alfredo Arrien, que afirma que aportó la mañana de este jueves en los juzgados la documentación. “Son seis testigos directos de la noche de los hechos, tres periciales y un oficio”, asegura en declaraciones a Artículo14.
Ahora, el juez instructor valorará en los próximos días si acepta esta petición y llama a declarar a estos seis asistentes de la fiesta a la que acudió la actriz con el exdirigente de izquierdas. Por estrategia, el abogado no quiere dar más detalles de esas periciales que va a aportar. Quiere esperar a conocer las pruebas que este jueves también aportó Eva Gimbernat, la abogada de Errejón, el presunto agresor sexual.
Este periódico se ha puesto en contacto con el magistrado Joaquim Bosch para consultar en qué podrían consistir las tres periciales y el oficio al que hace referencia el abogado de Mouliaá: “Un oficio es habitualmente un requerimiento judicial de información o de documentos. La acusación particular (el abogado de Mouliaá) puede pedir todo tipo de oficios”. Y cita un ejemplo: “Piensa en un oficio a un hospital para requerir información médica de una denunciante, para acreditar las lesiones de una agresión sexual”.
Por otro lado, una pericial podría ser un informe psicológico: “Implica la designación expresa de un perito para que emita un dictamen para el proceso”, cuenta Bosch. Otra opción es que haya llevado las conversaciones que guarda con Errejón con este formato: “Un dictamen pericial es un informe técnico o científico elaborado por un experto, para ser presentado expresamente en un órgano judicial. Se puede aportar una pericial sobre conversaciones en un chat, siempre que se pretenda acreditar por un informático la autenticidad de ese diálogo. Si solo se aportan los pantallazos, es una prueba documental”, explica el magistrado.
Por su parte, la acusación popular que ejerce Jorge Piedrafita, abogado de ADIVE, también solicitará a Carretero nuevas diligencias en un sentido muy similar al del abogado de la víctima: “La declaración de los presentes en la fiesta donde suceden parte de los hechos, las personas a las que les contó lo sucedido la víctima nada más suceder y las periciales médicas del tratamiento y asistencia médica recibida por la víctima, sin perjuicio de las pruebas que puedan surgir a partir posteriormente”, afirma el letrado a este medio.
El objetivo de este cruce de pruebas y de diligencias es convencer al juez de cuál es la versión más veraz. Mouliaá declaró ser víctima de agresión sexual, pero Errejón rechazó las acusaciones y aseguró que las relaciones que mantuvo con la actriz fueron consentidas. Ella dijo que el día del encuentro con el ex político estaba “muy bebida” e insinuó que le “había echado algo en la bebida”. Pero, según la versión del presunto agresor, “no estaba muy ebria y sabía perfectamente lo que hacía”.
Mouliaá no lo recuerda así
Errejón contó que se fueron a una habitación de forma consensuada por los dos. “Estábamos en la cocina, donde estaban las bebidas, íbamos a besarnos y le dije que esperara. Le cogí de la mano, nos fuimos a una habitación y nos tiramos en una cama”. Sin embargo, Mouliaá no lo recuerda así, relató que le agarró del brazo: “Le dije que me sentía violentada y llegué a forcejear con él para levantarme azorada de la cama”. En ese momento, la presunta víctima le espetó la frase: “Íñigo, ‘solo sí es sí’, parece mentira que me esté pasando esto contigo”. Una frase que según la versión del ex portavoz de Sumar nunca llegó a pronunciar.
En paralelo, la actuación del juez Carretero está cada vez más cuestionada, tras su interrogatorio a Mouliaá. De hecho, ha motivado centenares de quejas ante el CGPJ propiciando la apertura de unas diligencias informativas por el Promotor de Acción disciplinaria del órgano de los jueces que podrían acabar con una sanción al juez Carretero.
Pero él, en declaraciones a Artículo14, se defiende: “Yo me limité a preguntar por la única documentación que tengo de la presunta agresión sexual, que es la denuncia presentada en comisaría. Hice mi trabajo porque esa prueba ha de ser consistente. Por eso algunas preguntas podrían ser incómodas. Lo que se ha visto en medios está sesgado porque la declaración duró una hora y media si se desvelaran las declaraciones de presuntas agresiones sexuales nos sorprenderíamos todos”. Y anuncia que pedirá amparo al CGPJ y que se investigue la filtración de los videos.