Los 10 micromachismos más comunes del día a día que pasan desapercibidos

A pesar de todo lo que se ha avanzado en términos de igualdad, los micromachismos siguen a la orden del día, y hay algunos que son mucho más comunes de lo que imaginas

Mujeres y diversidad - Sociedad

La diversidad en el género femenino

La lucha por la igualdad de género no solo aborda las manifestaciones más evidentes de machismo, sino también presta atención a los micromachismos, esas sutiles actitudes y comportamientos que reflejan y perpetúan la desigualdad entre hombres y mujeres en el día a día. Algunas de esas manifestaciones son mucho más comunes de lo que crees, y se dan prácticamente por hechas.

¿Qué es un micromachismo?

Los micromachismos más comunes

El color morado, protagonista en las manifestaciones del 8M (EFE)

Los micromachismos son comportamientos, actitudes o gestos sutiles que reflejan la creencia en la superioridad del hombre sobre la mujer y que se manifiestan en la vida cotidiana de manera aparentemente inofensiva pero que contribuyen a perpetuar la desigualdad de género. A menudo, estos micromachismos pasan desapercibidos o se consideran normales, pero tienen un impacto significativo en la autoestima, la autonomía y la dignidad de las mujeres.

¿Cómo detectar los micromachismos?

Detectar los micromachismos requiere sensibilidad y conciencia de género. Es importante prestar atención a los pequeños detalles y reflexionar sobre las interacciones cotidianas en busca de signos de desigualdad de género. Algunas señales de alerta pueden ser el uso de un lenguaje sexista, la asignación de roles de género estereotipados o la falta de reconocimiento del trabajo y la opinión de las mujeres en diferentes contextos.

Estos son los micromachismos más comunes

Víctima de violencia de género - Violencia contra la mujer

Mujeres se manifiestan en favor de la igualdad (EFE)

A continuación, te compartimos algunos de los micromachismos más comunes que se dan por hechos en el día a día de la interacción entre hombres y mujeres:

  1. El camarero le lleva la cuenta al hombre: A menudo, en restaurantes y bares, el camarero asume que el hombre es quien debe pagar la cuenta, ignorando la posibilidad de que la mujer sea la que la va a abonar.
  2. «Déjame, tú no sabes»: Esta frase refleja la actitud condescendiente de algunos hombres hacia las mujeres, asumiendo que son menos capaces o menos informadas que ellos en determinadas áreas.
  3. Llamar por el nombre y no por el apellido: En contextos profesionales, es común que se llame a los hombres por su apellido y a las mujeres por su nombre de pila, lo que refleja una falta de respeto hacia la profesionalidad y la autoridad de las mujeres.
  4. Las mujeres pagan menos en las discotecas: En muchos lugares de ocio nocturno, se aplica una tarifa de entrada más baja o incluso gratuita para las mujeres, lo que refuerza la idea de que son objeto de consumo y de que su presencia tiene menos valor que la de los hombres.
  5. Nombres distintos en las mismas profesiones: A menudo, se utiliza un término diferente para designar a hombres y mujeres que ejercen la misma profesión, lo que refleja prejuicios de género arraigados en nuestra sociedad.
  6. «Sonríe, estás muy seria»: Esta frase, dirigida principalmente a las mujeres, refleja la expectativa de que ellas deben estar siempre sonrientes y complacientes, incluso cuando no tienen motivo para hacerlo.
  7. «Seguro que es mujer»: Ir conduciendo y asociar los fallos o las infracciones viales a un solo género, como si los hombres no cometieran errores al volante o ser mujer fuera sinónimo de una conducción peligrosa o errónea. La frase «mujer tenía que ser» no es humor, es una forma de machismo.
  8. Distinguir entre señorita y señora: A menudo, se utiliza el término «señorita» para referirse a mujeres solteras y «señora» para referirse a mujeres casadas, lo que refleja la importancia que se da al estado civil de las mujeres en lugar de a su identidad y autonomía individual.
  9. La bebida fuerte se la sirven siempre a él: En bares y restaurantes, es común que se asuma que los hombres prefieren bebidas más fuertes y se les sirvan automáticamente, mientras que a las mujeres se les ofrecen opciones más suaves o menos alcohólicas.
  10. «Las damas primero»: Esta expresión, utilizada para ceder el paso o dar preferencia a las mujeres en determinadas situaciones, puede parecer un gesto cortés, pero también refuerza la idea de que las mujeres necesitan protección y cuidado especial por ser el sexo débil.
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