El 87,5% de los chicos adolescentes ha consumido alguna vez pornografía antes de cumplir la mayoría de edad. Esto es un hecho y así lo abalan los datos pese a que las páginas webs y los vídeos insisten en que se tiene que ser mayor de edad para acceder a sus portales.
Sin embargo, en la actualidad, no existe ninguna otra medida más allá de la pregunta automática de la página en la que se pregunta por la edad al usuario: ¿eres mayor de edad? Si marca que sí, aun siendo menor, tendrá acceso completo a los vídeos pornográficos. Pues no hay ninguna otra manera de controlar que están diciendo la verdad. Simplemente confían en la respuesta del usuario. No obstante, los datos explican que ocurre lo contrario.
El porno no está hecho para menores. Es por eso que el Gobierno ha impulsado un acuerdo para proteger a los adolescentes que pasa por la aprobación de un proyecto de ley con el objetivo de poder verificar la edad de los usuarios para acceder a este tipo de contenidos. Esto se haría a través de una herramienta que ya está siendo desarrollada por la Agencia Española de Protección de Datos en colaboración con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Estudios y datos sobre el consumo de pornografía en adolescentes
Existen muchos estudios e informes que muestran una realidad paralela a la que hasta ahora no se le había prestado mayor atención. Uno de ellos es el realizado por Save the Children a 1.753 adolescentes, llamado “(Des)información sexual: pornografía y adolescencia”.
El mismo muestra que el 62,5% de los adolescentes de entre 13 y 17 años ha visto alguna vez pornografía. Datos que son claros en la diferencia por sexo: 38,9% chicas y el 87,5% chicos. En total, el 53,8% había accedido por primera vez a un contenido pornográfico antes de los 13 años. Un 8,7% lo hizo antes de cumplir los 10. Datos parecidos que muestra el estudio “Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales” de la Red Jóvenes e Inclusión Social y la Universitat de Illes Baleares. El 75,8% de los chicos consumió pornografía antes de los 16 frente al 35,5% de las chicas. Este estudio también recoge que la primera vez que se encuentran los jóvenes con la pornografía es a los 8 años.
La pregunta que más se repite a este respecto es cómo acceden generalmente estos adolescentes al contenido pornográfico. La ONG Save the Children también da la respuesta a esto en su informe. El 51,2% lo hace en grupo: “Este primer contacto a través de iguales se presenta, en el caso de los chicos, como un proceso de socialización masculina”. De ellos, el 29,8% lo ven en el dispositivo de un amigo, mientras que el 15% le hablan de ello y después lo busca por su cuenta. El 6,4% lo recibe a través de grupos en redes sociales.
El 28,5% de los jóvenes acceden directamente buscándolo mientras que otros adolescentes han asegurado que su primer contacto con la pornografía fue en el cine, en la televisión y a través de anuncios. Otros en menores porcentajes, lo hicieron a través de un familiar o a través de personas desconocidas.
El informe de la Universidad de las Islas Baleares también muestra que el 62,4% de los chicos adolescentes accede al porno por primera vez ayudado por amistades, mientras que el 45,4% lo hace navegando por internet sin buscarlo directamente. El 33,1% si admite buscar este tipo de contenido de manera directa, frente al 17,4% de sus coetáneas.
¿Y con qué frecuencia ven contenidos pornográficos? La respuesta también es clara por diferencia de géneros en el estudio de la ONG. El 86,2% de los chicos habían consumido vídeos de esta índole en los últimos 30 días frente al 40,4% de las chicas. Además, los adolescentes masculinos señalaban que buscaban este tipo de contenido casi a diario. Sin embargo, y pese a estos datos, el 70,3% de los jóvenes ve su consumo como razonable.
Uno de los mayores problemas que enfrentan los adolescentes al ver contenidos pornográficos es que no distinguen entre la realidad y la ficción. Un porcentaje que se data en el 56,3%. Además, el 37,9% de los jóvenes consultados explican que han puesto en práctica escenas vistas en vídeos de pornografía de mutuo acuerdo. El 89,7% asegura haber realizado prácticas de vídeos sin consultárselo a la otra persona, aunque finalmente le ha parecido bien. Otro informe de la Fundación Fad Juventud recoge que el 31% de los adolescentes creen que el porno genera fantasías sexuales con violencia. Además, el 36% afirma que los vídeos les incitan a mantener relaciones sin el uso del preservativo.
En cuanto si a los adolescentes les satisface la pornografía, Save the Children muestra que el 91,8% de los chicos dice que sí frente al 63% de las chicas. Solo un 8,2% de los chicos reconoce que no les gusta frente al 37% de sus coetáneas.
En el informe de la Universidad de las Islas Baleares, el 62,4% de los adolescentes masculinos ven pornografía con la intención de masturbarse frente al 25,3% de las adolescentes femeninas. El 45,4% de ellos también lo ven por curiosidad junto con el 34,7% de ellas. Otros lo ven con el objetivo de aprender sobre sexo o, simplemente, por amigos que lo hacen.