“Mami, por favor, tengo miedo, no quiero volver con papi. Me ha pegao y me ha cogio a Dani y le ha pegado en la cabeza muy fuerte, y le ha dicho: “Figlio di puttana, stronzo figlio di puttana; Sei come tua madre, piccolo nano di merda” (Hijo de puta, gilipollas hijo de puta; eres como tu madre, pequeño enano de mierda) … y yo he dicho por favor que quería por favor hablar con la mami, quería saludarla y que Dani se consolara, porque lloraba, porque quería hablar contigo, pero papi no quería, y papi le decía: “No, che non c’è la mamma, che non c’è la mamma” (No, que no está tu mamá, que no está tu mamá).
Le he preguntao por favor si podías … eh … podía hablar contigo, podía llamarte, y me dijo: “Figlio di putana schifoso, no probare a fare una cosa del genere, vergognati”. (Asqueroso hijo de puta, no intentes hacer algo así, avergüénzate). Me cogió del brazo y me tiró contra la pared, a Dani le hizo lo mismo, lo levantó de la camiseta y lo tiró en la escalera y se hizo daño en la espalda, y se quedó llorando … en el suelo. Mami, ahora no te puedo contar más porque me tengo que ir a casa, luego, si puedo, sigo”.
Una manifestante sostiene una pancarta sobre Juana Rivas
El grito de auxilio de un niño de 13 años
Este es el contenido del audio que Gabriel, el hijo mayor de Juana Rivas, envió a su madre el 16 de abril de 2019 desde Italia pidiendo ayuda. Tres años después, cuando cumplió 16 años, viajó a España y denunció a padre, Francisco Arcuri. No ha vuelto a verle.
La defensa de la madre protectora ha hecho público el contenido del mensaje tras la aparición de Arcuri en diversos medios de comunicación en los que criticaba a su expareja.
Según los letrados, Gabriel ha autorizado la difusión pública de esta llamada de auxilio, porque tiene miedo de que su hermano Daniel, de tan solo 11 años de edad, pueda volver a Italia con su padre (procesado en ese país por maltratarle y condenado en España por violencia de género).
No es la primera vez que escuchamos a Gabriel, estas Navidades, publicó un vídeo en el que explicaba el miedo que sentía porque su hermano pequeño tuviese que regresar a Italia.
Partes médicos, fotografías de lesiones y testigos
Desde el despacho Aránguez aseguran que “esta grabación, otros audios y mensajes de texto similares emitidos por Daniel y Gabriel, partes médicos, fotografías de lesiones, y declaraciones de testigos (entre otras pruebas) han sido presentadas a la Justicia italiana y a la Justicia española”.
Hacen hincapié en “el testimonio prestado por Daniel el pasado día 7 de enero ante la Jueza de Guardia de Granada, quien le escuchó por primera y única vez en España, y decidió dar plena credibilidad al menor y protegerle, ante los gravísimos actos de maltrato que describe2.
Los pequeños tenían que llamar a escondidas
La defensa de Juana recuerda que Arcuri en una reciente entrevista afirmaba “que Juana no tenía interés en llamar o ver a sus hijos. La realidad es que Arcuri ejercía violencia física y psíquica sobre los niños para impedir cualquier comunicación con su madre que escapara a su estricto control (siempre intentaba estar presente cuando los niños llamaban a Juana, y consultaba compulsivamente el listado de llamadas). Los niños tenían que llamar a su madre siempre a escondidas“. Según explican Juana ha recibido durante todos estos años desesperadas solicitudes de auxilio de sus hijos y n perito judicial italiano ha examinado los terminales, y ha acreditado que las llamadas y mensajes entre los niños y su madre no han sido manipulados.