“Los youtubers no lanzan mensajes machistas de forma consciente, lo tienen interiorizado, son un reflejo de la sociedad”

Expertos analizan las actitudes machistas de los creadores de contenido y explican qué pueden hacer los progenitores para ayudar a sus hijos a contextualizar estos mensajes

un montaje con tres youtubers

Los youtubers son un reflejo de la sociedad KiloyCuarto

No todo los creadores de contenido son personajes abiertamente anti feministas como “Un Tío Blanco Hetero” y Roma Gallardo. Los youtubers que más seguidores atesoran son otros. Todos hombres, eso sí. Ibai Llanos, El Rubius Illojuan, Auron Play, Wimischu, Dj Mario son los encargados de entretener en su mayoría a los más jóvenes, a unos adolescentes que están construyendo su personalidad y que están aprendiendo cuál es su lugar en el mundo. ¿Qué mensajes reciben? Natalia Colmenar, la encargada de Formación contra la Trata en Diaconía y David Santos, responsables de Sensibilización en el Área de la Mujer y Lucha contra la trata de la misma ONG analizan los contenidos de estos youtubers con millones de seguidores.

El abanico es tan amplio que no es lo mismo hablar de Amadeo Llados (el coach de los burpees), que de un youtuber musical que hable de Mozart, pero si existe una tendencia y unos comportamientos que, en general, comparten estos líderes del entretenimiento. ¿Son los creadores de contenido machistas? “Al final son personas que viven en una sociedad patriarcal y están bastante poco deconstruidos. Parece que son un ente fuera de lo social, pero se tienen que contextualizar dentro del patriarcado“, apunta Colmenar. “No son machistas de manera consciente, la gran mayoría lanzan esos mensajes porque los tienen interiorizados”, opina Santos, quien sostiene además, que estos jóvenes conviven en una dualidad. Por un lado, hacen discursos anti acoso para concienciar a sus seguidores y otras practican ellos mismos el bullying, normalizándolo. “No se puede juzgar a los youtubers sin juzgar el contexto social y los mensajes que les llegan también a través de las series, la publicidad, la música. No se puede desligar”, insiste Santos.

Los algoritmos refuerzan esas ideas de lo que es ser hombre

Para ambos expertos el algoritmo y la manosfera (una red de sitios web, blogs y foros en línea que promueven la masculinidad enfatizada, la hostilidad hacia las mujeres o la misoginia) sí que suponen un grave problema. Porque se retroalimentan determinados mensajes misóginos que todo ese universo está validando. “A lo que voy dando like, lo que veo, y, dicen las malas lenguas, que hasta lo que hablo, me va saliendo en el feed. El algoritmo refuerza la manosfera y, cuando eso pasa no hay una postura crítica a mi manera de pensar, todo se polariza“, cuenta Santos.

Los adolescentes se están formando y en ese momento estás muy perdido, Colmenar recuerda a una compañera que explicaba “lo peligroso que es que te estén bombardeando con estos mensaje y nadie te lleve la contraria y te hagas una idea equivocada de lo que es ser hombre“.

Toda esa violencia digital te acompaña en la creación de tu personalidad, se normaliza lo que hace casi imposible que la identifiques en tu día a día porque no lo consideras violencia, si no la normalidad. “Llevas años recibiendo ese tipo de mensajes, conviviendo con actitudes que te dicen que están bien y es tu modelo a seguir”, recuerda Santos.

Y si los creadores de contenido son machistas también sus seguidores lo son. “Cosifican a la mujer hay muy pocos youtubers con un discurso feminista también por parte de la comunidad que ve los directos”, explica Colmenar. Se amplifican los mensajes estereotipados. Por ejemplo, utilizando una silla transparente donde se aprecie la anatomía de ellas, algo que no sucede con ellos. Cristinini, por ejemplo, recibe muchos mensajes hablando de su culo, de su físico. “Lo hacen para que ella, al final, muestre sus nalgas y se defienda de acusaciones de culo plano”, cuenta Santos.

Tienen un altavoz y una responsabilidad

Del físico de ellos no se habla, solo se tiene en cuenta si es bueno y gracioso. Pueden hacer directos sin peinar, con una camiseta sucia, recién levantado, nadie los va a juzgar. También lidian ellas con el descrédito y la creencia de que si eres una chica no sabes jugar y alguna ha tenido que demostrar que era ella quien manejaba los mandos porque jugaba “demasiado bien” para ser una chica.

Colmenar cree que estos creadores de contenido “tienen un altavoz muy potente y debería ser su responsabilidad cuidar el discurso y estar formados“. Sin embargo, Santos recuerda que estos jóvenes son marcas en sí mismos. “Intentan huir de polémicas de debates feministas o de denuncia porque puede implicar una pérdida de suscriptores o de alguna colaboración con una marca en concreto, pierden dinero”.

Una gran brecha digital entre los progenitores y sus hijos

¿Y los padres y madres? ¿Qué pueden hacer para controlar los mensajes que reciben a diario sus hijos? Es obvia la brecha digital entre unos y otros. Tenemos menores con muchos conocimientos de las redes y padres y madres muy perdidos. Por eso la prohibición por sistema no funciona. “Es algo  con lo que van a convivir como el alcohol o las drogas, lo que va a primar es cómo te han educado para acercarte a ello”, explica Colmenar.

La ausencia de políticas efectivas de conciliación y las dobles y triples jornadas de muchas madres es uno de los factores para esta brecha gigante para Santos quien entiende la dificultad de los progenitores, pero desaconseja enfocarlo cómo una reprimenda constante. “Muchos jóvenes nos cuentan que solo reciben mensajes negativos de su ocio y se sienten juzgados y que todo lo hacen mal. Hay que buscar un espacio, que vean que te interesas por su aficiones que puedas trabajar los mensajes que les están llegando, pero que les dejes su espacio. Creemos que la mejor estrategia es una relación de confianza porque si mañana tengo un problema en las redes sociales me vas a escuchar y a entenderme y no a castigarme sin escucharme”, finaliza.

 

 

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