Los abogados de Juana Rivas recusan a la jueza que no consideró el caso como violencia de género

La acusan de impulsar y consentir un manifiesto en el que se censuraba la crítica de la defensa de la madre protectora a la magistrada, Aurora Alonso. Consideran que supone una pérdida de imparcialidad

Carlos Aránguez, abogado de Juana Rivas, y Francisca Granados, asesora jurídica, en una foto de 2021 EFE

Los abogados de Juana Rivas han presentado un escrito en el que solicitan la recusación de la titular del juzgado de violencia contra la Mujer número 2 de Granada, Aurora Alonso, “por impulsar y consentir la redacción de un manifiesto firmado por un grupo de jueces que cuestionan la oportunidad de que este letrado pudiera criticar públicamente las actuaciones judiciales” de la jueza en el Caso Juana Rivas, explica el letrado Carlos Aránguez.

Además, han instado la recusación de la jueza Cristina Cueto, firmante del citado manifiesto, quien ha desarrollado funciones de sustitución en la tramitación de las actuales diligencias en el mismo juzgado de violencia de la ciudad granadina. Los letrados de Rivas consideran que ambas magistradas “han perdido su imparcialidad y por ello deben ser sustituidas“.

La misma jueza que no la creyó hace ocho años

Todo sucede el viernes cuando la defensa de la madre protectora valoró negativamente la actitud de la magistrada Aurora Alonso y recordó que fue la misma jueza que, hace ocho años, tampoco creyó ni protegió a Daniel y Gabriel cuando Rivas llegó a Granada de Italia huyendo del padre de sus hijos, Francisco Arcuri.

La magistrada no consideró que el viaje sin avisar de Arcuri estas Navidades, en el mismo avión que su hijo, a pesar de haber obligado a Juana a desembolsar un extra de acompañamiento al menor, así como los mensajes en lo que informaba que estaba en “Granada y alrededores” que “intervendría” si se ejercía violencia psicológica contra Daniel y más de cuarenta llamadas telefónicas no suponían un delito de violencia de género.

Sin embargo, la actitud de Arcuri sí que alertó al Ministerio del Interior, que consideró que Juana Rivas corría un riesgo alto de especial relevancia, según el sistema VioGén. Se temía por su seguridad. Rivas y sus hijos cambiaron de domicilio ante la posibilidad de un ataque.

La magistrada Aurora Alonso tampoco observó violencia de género en el testimonio que Daniel ofreció ante el juzgado de instrucción número 4 en el que narraba el miedo y los malos tratos que sufría por parte de su padre, y que le derivó el caso, e insiste en que no es un procedimiento de su competencia.

Los jueces salen en defensa de su compañera

Ante las manifestaciones con respecto a la magistrada de la defensa de la madre protectora, más de un centenar de jueces de violencia contra la Mujer de España (107) firmaron un manifiesto en el que censuraban los “ataques” a su compañera en el caso Juana Rivas y advertían del “desprestigio” a esta compañera por su actuación en un caso de enorme atención mediática que “desprestigia en definitiva a todo el sistema judicial”.

El juez que condenó a Juana por sustracción declara hoy por delitos contra la intimidad y falso testimonio

Por otro lado, el Juzgado de Instrucción número 3 de Granada ha citado a declarar este martes al juez que condenó a Juana Rivas por sustracción de menores, Manuel Piñar, a raíz de una querella presentada por los abogados de Rivas por un presunto delitos contra la intimidad y de falso testimonio, informa Ep.

En la querella que ha dado origen a este procedimiento, el letrado Carlos Aránguez denuncia que el juez Piñar accedió a conversaciones privadas que compartió en un grupo de Whatsapp que mantiene con periodistas y que ha utilizado esta información -“protegida por el derecho constitucional al secreto de las comunicaciones”- para fundamentar una querella contra él en septiembre de 2022 dando “tres versiones diferentes” sobre cómo accedió a ello.

Un grupo privado de Whatsapp

Incide el letrado en que se trata de un “grupo privado” que mantiene desde su teléfono personal con algunos profesionales de la comunicación para compartir “información relevante” sobre la tramitación de sus casos, entre ellos el de Juana Rivas, y al que “únicamente” se puede acceder a “través de una invitación directa” suya.

Sin embargo, el juez “aportó pantallazos” de esas conversaciones en su querella, así como “información concreta y veraz del grupo” la cual “no podría obtenerla salvo a través de alguien” que formara parte del mismo.

En la primera ocasión en la que declaró como testigo-querellante, el juez afirmó supuestamente que recibió un sobre anónimo en su despacho del Juzgado con estas capturas de pantalla y en una segunda declaración judicial “sostuvo que esta información le fue comunicada por un periodista cuyo nombre se negó a revelar”, según se expone en la querella. El abogado de Juana Rivas hace hincapié en que Piñar estaba declarando como testigo “con obligación de decir verdad”.

Faltar a la verdad

Después de esto, en julio de 2023, interpuso el juez otra querella contra Juana Rivas “aludiendo a esas mismas conversaciones” de Aránguez y “preguntado por tercera vez” por la forma en la que tuvo acceso a las mismas presuntamente manifestó “que las recibió por correo electrónico”.

El abogado de Juana Rivas le ha denunciado por presuntos delitos de atentado contra la intimidad, al entender que se ha apoderado de estas conversaciones sin su consentimiento; y de otro de falso testimonio por supuestamente “faltar a la verdad” en su declaración como testigo.

 

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