Las imágenes de vigilancia que llevaron hasta “El Yoyas”

Los agentes realizaron un seguimiento a los familiares de Carlos Navarro a mediados de mayo que desembocó en su detención en L´Anoia (Barcelona)

Carlos Navarro, alias “El Yoyas”, ha ingresado en prisión tras 19 meses fugado de la justicia. El exconcursante de ‘Gran Hermano’ fue condenado en 2020 a cinco años y ocho meses entre rejas por maltrato habitual a su pareja Fayna Bethencourt, y en 2022 se dictó su orden de detención e ingreso en prisión. Todo este tiempo se ha mantenido oculto gracias a la cobertura de su propia familia. Lo que ninguno de ellos sabía es que desde hace tres meses ya estaban en el radar de Mossos y Policía Nacional, que hoy lo han detenido en una masía de L’Anoia, en Barcelona.

Su familia le daba cobertura

“El Yoyas” estaba en ropa interior, a oscuras y parapetado tras la puerta para evitar que entraran los agentes. Su padre, su hermana y su cuñado, y su actual novia le han dado cobertura durante toda su etapa de prófugo. Todas sus idas y venidas de una vivienda, supuestamente deshabitada en la comarca de L’Anoia (Barcelona), levantaron las sospechas de los agentes.

El gran hándicap que tenía la Policía es que, por contra, nunca lo vieron a él en el exterior. Por eso, son cruciales para su detención las vigilancias policiales que emitió el miércoles en exclusiva el programa de Antena 3 ‘Y Ahora Sonsoles’. En ellas se observa cómo todo el círculo más cercano de “El Yoyas” entra y sale de la masía, siempre cargados con bolsas, la mayoría de ellas aparentemente con comida y pasan luego numerosas horas en su interior.

Los seguimientos, en mayo

Los seguimientos se centraron en el último mes, a partir de mediados de mayo, cuando detectan al padre del prófugo accediendo al interior, sin que pueda detectarse ningún movimiento de lo que ocurre allí dentro. Ahora sabemos que “El Yoyas” vivía prácticamente a oscuras, cubriendo las lámparas para atenuar la luz, y casi como un ermitaño; su única distracción eran unas máquinas para hacer ejercicio con las que poder mantenerse en forma durante su encierro voluntario.

Aparentemente incomunicado, sin línea telefónica activa a su nombre ni movimientos bancarios, contaba con la infraestructura facilitada por su familia: la vivienda pertenecía a un amigo cercano y en los seguimientos se destaca el día que una furgoneta de conocido supermercado realiza una entrega de comida a domicilio en la masía vigilada. ¿Podía intuir Carlos Navarro que estaba a punto de ser cazado?

La única certeza es que vivía en permanente alerta, en tensión ante el menor ruido. La entrada en la masía, a las 6 de la mañana, no le ha pillado por sorpresa: esperaba parapetado tras la puerta a la entrada policial, y se ha llevado el golpe preceptivo de la puerta. Junto al dispositivo de los Mossos estaban los experimentados agentes del Grupo II de Fugitivos de la Policía Nacional: “Navarro cumple el patrón del fugitivo patrio, pues el 90% se suelen quedar en territorio nacional, con cobertura de la familia”, explica el jefe de la Sección. Y hace dos semanas, aceleraron la intervención.

Sin pagar la pensión alimenticia

Esta misma tarde, los abogados de Carlos Navarro y Fayna Bethencourt han recibido la notificación del juzgado de que se iba a proceder a la entrada en la vivienda donde se ocultaba “El Yoyas”. “No es baladí, de haberlo sabido antes su propio abogado podría haberle avisado”, apunta la abogada de Bethencourt. Para Naia Suárez, la detención implica que ahora al fin tendrá una localización para mandarle un requerimiento: ‘El Yoyas’ lleva desde 2018 sin pagar la pensión alimenticia a sus dos hijos menores de edad, a razón de 400 euros mensuales: “No creo que los pague, como tampoco nunca pedirá perdón, aunque le suponga un beneficio penitenciario. No creo que vaya a ser un preso modélico, pero sé por descontado que nunca respetará la justicia”.

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