El domingo, Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, llegó a Granada para pasar las vacaciones de Navidad con ella, su hermano mayor y su familia. Lo hacía en virtud de una decisión de la Corte de Apelación de Cagliari (Italia). Una circunstancia que debería ser motivo de celebración y de felicidad, pero el padre y exmarido de Rivas, Franciso Arcuri, no ha dejado pasar la oportunidad para infundir miedo y hacer que sientan su aliento en el cogote.
Lo hacía, según han explicado Aránguez Abogados, a través de varios mensajes de texto enviados a la propia Juana, a pesar de no tener relación con ella. El primero decía: “Buenas noches, también yo estoy en España en Granada y alrededores. Espero que Daniel pueda pasar buenos momentos con vosotros. Si se manifestaran nuevos episodios de maltrato psicológico contra él, intervendré inmediatamente. Feliz Navidad a todos”.
El hijo menor viajó solo el domingo. ¿Por qué no le acompañó si él también está en España?
Sorprende el mensaje en sí mismo, porque como explican los letrados, Arcuri y Rivas no suelen comunicarse, lo que llama la atención. “Teniendo en cuenta las pésimas relaciones entre ambos, no se comprende por qué el Sr. Arcuri indica a la Sra. Rivas el lugar en el que pasa la Navidad“, apuntan. El contenido también es impactante porque el domingo Arcuri entregó a su hijo en el aeropuerto de Milán al servicio de acompañamiento de menores de la aerolínea Iberia. “¿Si él también iba a viajar a Granada por qué no acompañó a su hijo de diez años?“, se preguntan.
Tal y como explican los letrados Arcuri no tiene familia, amigos ni arraigo en el país. ¿Por qué está en Granada y pasa aquí las Navidades, entonces?. En ese mensaje también indica que va a vigilar el “maltrato psicológico” sobre Daniel, “lo que resulta paradójico porque la fiscalía italiana acusa al Sr. Arcuri por un delito de maltrato familiar”, recuerdan.
El teléfono móvil de Daniel
No solo envió ese mensaje. También redactó otro, más breve, en que textualmente dice: “Veo que ya habéis saboteado su teléfono, me dispongo a informar a quien proceda“. Una declaración incomprensible porque, hace unos días el niño dijo ante un juez que no tenía teléfono. “Este dato es especialmente relevante porque Juana había presentado en el tribunal unos mensajes de Daniel implorándole ayuda. Estos textos han sido analizados por un perito informático que certificó su integridad, acreditando que no habían sido manipulados”.
Juana ha tenido que abandonar su domicilio y resguardarse en casa de unos conocidos
Ante esta actitud y los mensajes intimidatorios cuya “única finalidad es amedrentar a Rivas” Juana y su hijo mayor, Gabriel, denunciaron este lunes a Francisco Arcuri por coacciones, amenazas y violencia de género. Del mismo modo y ante el temor de que su exmarido pudiese intentar llegar a ellos, no les ha quedado más remedio que abandonar su domicilio y resguardarse en casa de unos conocidos.
El pequeño ha contado a su hermano las presiones que sufrió para mentir en el juicio
Rivas y su hijo Gabriel han denunciado también las coacciones de Arcuri a Daniel para que testificase a su favor en el procedimiento seguido en Italia por malos tratos. Al llegar a España, el pequeño de diez años ha relatado a su hermano (que ahora es mayor de edad y reside en nuestro país) las presiones que sufrió para no contar la verdad en sede judicial. Ante esta situación, los abogados han solicitado que se inicie el oportuno procedimiento penal contra Arcuri, y que como medida cautelar se atribuya la guardia y custodia del hijo menor a Rivas.
Gabriel denunció los ataques físicos y verbales a los que le sometía su padre
Hace unas semanas, el hijo mayor, Gabriel, publicaba un vídeo donde advertía del riesgo que corría Daniel a manos de su padre. “Él vive con un maltratador a su lado. Él tiene miedo de expresar estas cosas porque sabe que su padre puede enterarse de estas cosas y puede amenazarlo. Se siente en riesgo de muerte. Yo me he sentido en riesgo de muerte y mi reflejo lo veo en él”, explicaba Gabriel en el vídeo subido a internet. Contaba además, que su infancia terminó aquel 2017 y que fue víctima de «continuos ataques físicos y verbales» por parte de su padre.
Gabriel regresó a España en el 2022 con el «dolor» de dejar atrás a su hermano, en Carloforte, Italia, donde vive con Arcuri y «sin ninguna referencia que pudiera ayudarlo y protegerlo de la violencia». La intención era movilizar a la sociedad para traer a España a su hermano y evitar que siga viviendo con su padre.
Los abogados de Juana Rivas han manifestado su “máxima preocupación ante el hecho de que un menor se vea obligado a seguir viviendo con su padre tras la existencia de un proceso penal abierto por maltratarle y, en cuya instrucción, se ha concluido que hay pruebas más que suficientes”. Pretenden que se adopten las medidas que permitan garantizar la efectiva protección del menor.
Una sentencia que obligó al menor a quedarse con su padre
El Tribunal Supremo italiano, tras acoger en todos sus términos el recurso de casación de Rivas, anuló la sentencia de la Corte de Apelación de Cagliari por la que se separó a los dos hijos de la expareja formada por Arcuri y Rivas y ordenó repetir el juicio civil.
Desde aquel fallo, el hijo menor vive con su padre en Italia. Por este motivo, se han comenzado a realizar acciones judiciales para conseguir la adopción de todas las medidas de protección necesarias. El menor “continúa estando obligado a vivir en Carloforte con su padre”.