En un contexto en el que la seguridad en espacios de ocio se ha convertido en una preocupación central —particularmente para las mujeres—, la iniciativa de la pulsera Centinela se presenta como una respuesta innovadora y necesaria. Alcorcón, una localidad comprometida con la protección de sus ciudadanos, ha adoptado esta herramienta como un medio gratuito para combatir las sumisiones químicas durante la celebración sus fiestas.
La distribución de la pulsera Centinela pretende no solo proteger, sino también concienciar sobre una realidad alarmante que afecta a miles de personas.
¿Qué es la pulsera Centinela?
La pulsera Centinela es un dispositivo diseñado para detectar la presencia de sustancias químicas en las bebidas, comúnmente utilizadas para incapacitar a las víctimas en situaciones de abuso o robo. Este dispositivo, que se lleva en la muñeca, permite a los usuarios realizar un test rápido y sencillo en su bebida. Con solo una gota de líquido, la pulsera es capaz de identificar hasta 22 tipos diferentes de drogas. De esa manera, proporciona una respuesta inmediata a través de un cambio de color en el test.
Lo que distingue a la pulsera Centinela de otros dispositivos similares es su enfoque accesible y preventivo. No solo se trata de un método de detección, sino también de una herramienta disuasoria. Al ser visible, la pulsera envía un mensaje claro: la persona está protegida y cualquier intento de sumisión química será detectado. Esta función disuasoria es crucial. A fin de cuentas, la prevención es siempre la mejor defensa contra el delito.
¿Cómo funciona la pulsera Centinela?
El funcionamiento de la pulsera Centinela es sencillo, pero muy eficaz. El dispositivo viene equipado con un pequeño test desechable que se activa con solo una gota de la bebida que se desea analizar. Al entrar en contacto con el líquido, el test reacciona químicamente si detecta la presencia de alguna de las sustancias incluidas en su rango de detección, que abarca desde aminas hasta drogas como el GHB, comúnmente conocido como éxtasis líquido.
La versión básica de la pulsera Centinela, que es la que se distribuirá gratuitamente en las fiestas de Alcorcón, está diseñada para detectar drogas del tipo aminas, las más comunes en situaciones de sumisión química. Para aquellos que busquen una protección más amplia, existe una versión premium que añade la capacidad de detectar otras sustancias como el GHB. Estas pulseras premium incluyen además funcionalidades adicionales como la posibilidad de compartir la geolocalización en tiempo real y de contactar directamente con los servicios de emergencia a través de un código QR.
El proceso de uso es intuitivo. En el momento en que una persona empieza a sentirse mareada o experimenta síntomas inusuales tras consumir una bebida, puede utilizar la pulsera para realizar el test. Si el resultado es positivo, es decir, si la bebida ha sido adulterada, se recomienda alertar de inmediato a las personas cercanas y buscar ayuda. Para ello, hay a disposición de todas las mujeres una serie de puntos violeta para combatir este tipo de situaciones y muchas otras, todas ellas relacionadas con la violencia hacia las mujeres. Además, la pulsera premium permite enviar una señal de emergencia, haciendo que la respuesta ante un posible ataque sea rápida y coordinada.
“Este es un modelo de avance en derechos, es un modelo feminista y es un modelo, en definitiva, de reivindicación de la igualdad”, afirmó Ana Redondo, ministra de Igualdad, durante la inauguración de las fiestas en Alcorcón. “Todos estos instrumentos y elementos refuerzan precisamente la seguridad y la convivencia en igualdad. El respeto hacia los derechos de las mujeres. Como digo, es un modelo a seguir”.