A principios de mes, el FBI detenía en el aeropuerto de Miami a David Knezevich, el marido de la estadounidense Ana María Henao, desaparecida desde el pasado 2 de febrero en Madrid. Se le considera el responsable de su muerte y por ello desde ayer, investigadores del FBI junto con agentes de la Policía Nacional, guías caninos y GEO buscan el cuerpo de Ana María cerca de Medinaceli, Soria, aunque mantienen múltiples líneas abiertas que apuntan a distintos escenarios.
Los investigadores buscan una maleta donde podría estar el cuerpo de la joven. La misma maleta que portaba un hombre que salió del portal donde vivía la desaparecida la misma noche que desapareció. Están convencidos de que fue David quien entró en la vivienda de Madrid donde vivía Henao y salió con su cuerpo escondido en la valija.
Se supone que él regresó esa noche a Belgrado, de donde es originario, en un coche y puede que alguna cámara captara el vehículo del sospechoso donde se están realizando la búsqueda. El miércoles ya buscaron cerca de los peajes de la autovía R-2, que conecta Madrid con Guadalajara.
Agentes de @policia, junto a investigadores de la oficina del #FBI en Madrid y Florida, apoyados por Guías Caninos y GEO, continúan las labores de búsqueda de vestigios y pruebas que permitan la localización de Ana KNEZEVICH
La investigación sigue abierta con múltiples líneas… pic.twitter.com/RnFHGTGaBf
— Policía Nacional (@policia) May 30, 2024
Dentro de las pruebas encontrada por el FBI, en colaboración con la policía española, está un video en el que presuntamente se ve a David saliendo del apartamento de Ana María en Madrid alrededor de las 10:30 p.m. del 2 de febrero con una maleta en la mano.
La denuncia también incluye una serie de mensajes entre David y una mujer colombiana que conoció en una aplicación de citas. En la charla el hombre le pide a la mujer que traduzca un mensaje a un “colombiano perfecto” para un supuesto amigo en Serbia.
Sin embargo, las palabras coinciden exactamente con un mensaje de WhatsApp que recibieron amigas desde el teléfono de Ana María el día de la desaparición. En él, la agente inmobiliaria les contaba que había conocido a un hombre en la calle y que pasaría con él el fin de semana en una casa de campo donde no había señal.
Alquiler del coche con vidrios oscuros
Además, en la investigación también resultó sospechoso el alquiler de un coche que David hizo por la fecha de la desaparición. De acuerdo con la denuncia, el Peugeot fue devuelto a la agencia de alquiler con vidrios oscuros, un marco de matrícula diferente.
Según el informe, el coche pasó por cabinas de peaje en la zona de la desaparición de Ana María y una placa de matrícula, que había sido reportada como robada, se encontró en la calle donde vivía la colombiana.
Esta joven estadounidense de 40 años, se vino a Madrid a finales del año pasado para cambiar de aires. Había decidido divorciarse y llegar a un acuerdo con su marido en la repartición de los bienes se tornó muy difícil. Huyendo de ese ambiente irrespirable recaló en Madrid donde tenía una interesante vida social con unas buenas amigas con las que profundizó su relación en los pocos meses que llevaba en España.
Negocio próspero y divorcio difícil
Ana María y David tenían en el sur de la Florida un negocio inmobiliario con más de una docena de propiedades y millonarias ganancias mensuales. Vivían en una casa de cinco habitaciones con piscina en Fort Lauderdale de más de 900.000 dólares y manejaban lujosos coches, informa Tatiana Rodríguez.
Sin embargo, los problemas para ambos llegaron en 2023 cuando varios bancos los requirieron por no cumplir con las hipotecas de sus propiedades. En ese verano, después de intentar salvar su matrimonio, Ana María solicitó formalmente el divorcio que el serbio se negó a firmar.
La mujer ya le había dicho para ese momento a un ser querido que sentía miedo de su esposo, y que se dio cuenta durante la terapia de pareja de que él era “narcisista y manipulador”.
Para diciembre, Ana María viajó a España donde esperaba rehacer su vida, mientras que David regresó Serbia, su país natal.