Este viernes es un día importante para el caso Juana Rivas. La justicia italiana deberá pronunciarse sobre con quién debe vivir Daniel y a quién le corresponde su custodia. Si permanece con la madre protectora de Granada, o con su padre, Francesco Arcuri, a quien la Fiscalía italiana ha investigado por maltratar a su hijo de once años. Según adelanta el periódico Público, la opinión de la Fiscalía del país transalpino es que debe quedarse con Rivas porque “representa un riesgo directo para la integridad física y emocional“ del pequeño. “La Fiscalía ha finalizado su investigación y, en noviembre de 2024, emitió un auto de procesamiento contra Arcuri. Esto significa que hay indicios suficientes de delito como para que sea llevado a juicio”, ha explicado Paqui Granados en declaraciones a Público.
Denuncia por violencia de género
Hoy mismo se ha conocido también que los abogados de Juana Rivas han presentado una nueva denuncia contra Arcuri por violencia de género: “Desde el pasado día 22 de diciembre de 2024, el denunciado Francesco Arcuri, expareja de la denunciante, y condenado por violencia de género contra ella, ha intentado contactar en múltiples ocasiones con Dña. Juana Rivas, a través de reiteradas llamadas de teléfono, que suman un total de 90 intentos en tan sólo 23 días, y absolutamente ninguna de ellas ha sido atendida por la Sra. Rivas. Si bien es cierto que no existe ninguna orden de prohibición de comunicación entre ambos, debe tenerse en cuenta que es pública la animadversión mutua que sienten y por este motivo estos reiterados intentos de contacto están generando en la Sra. Rivas el lógico desasosiego y preocupación, habiendo incluso llegando a irse de su domicilio o suspendido su asistencia a alguna reunión familiar propia de las fechas navideñas”.
Riesgo alto en VioGén
La denuncia apunta que “Debe destacarse que cuando se produce el inicio de este acoso telefónico, el denunciado se encuentra en España, país al que se había desplazado (al menos durante unos días, según ha relatado su abogado a diversos medios de comunicación). No nos consta el motivo de este desplazamiento. No existe ninguna justificación para estas llamadas. Es obvio que la relación entre ambos es de absoluta hostilidad, con múltiples denuncias, querellas y demandas entre ambos y, es incluso conocido que expresamente hemos denunciado esta situación de continuo acoso en otros procedimientos, tanto en Italia como en España. El denunciado tiene pleno conocimiento por los medios de comunicación y a través de su abogado en Italia (que ha estado en directo contacto con los abogados de la Sra. Rivas) de la existencia de nuevas denuncias y de que considerábamos un riesgo entregar al menor Daniel Arcuri a su padre (procesado en Italia por maltratarlo y condenado en España por violencia de género). Por este motivo, era plenamente conocedor de que su injustificada visita a España del 22 al 24 de diciembre de 2024, unida a determinados mensajes que se ventilan en otro procedimiento, habían generado ya el justificado temor de la denunciante, e incluso, la existencia de una evaluación VioGén con riesgo “alto”. Este nuevo hecho se enmarca en otras muchas denuncias, presentadas en España e Italia, que analizadas en su conjunto acreditan que el Sr. Arcuri tiene la intención de controlar y subyugar a todos los miembros de la familia, y en especial, a su expareja, la denunciante, Dña. Juana Rivas Gómez. Con las llamadas reiteradas trata de imponer su presencia y perturbar la paz de la denunciante, alterando su vida cotidiana”.
“Estoy en Granada. Feliz Navidad”
Hay que recordar que además de las llamadas, Arcuri escribió varios mensajes a Rivas. “Buenas noches, también yo estoy en España en Granada y alrededores. Espero que Daniel pueda pasar buenos momentos con vosotros. Si se manifestaran nuevos episodios de maltrato psicológico contra él, intervendré inmediatamente. Feliz Navidad a todos”, escribió nada más llegar a España en el mismo avión que su hijo Daniel, un viaje del que no avisó a nadie e incluso ocultó al haber obligado a Rivas a abonar un suplemento de acompañamiento a la compañía porque el pequeño viajaba solo.
No solo envió ese mensaje. También redactó otro, más breve, en que textualmente dice: “Veo que ya habéis saboteado su teléfono, me dispongo a informar a quien proceda“. Una declaración incomprensible porque, hace unos días el niño dijo ante un juez que no tenía teléfono. “Este dato es especialmente relevante porque Juana había presentado en el tribunal unos mensajes de Daniel implorándole ayuda. Estos textos han sido analizados por un perito informático que certificó su integridad, acreditando que no habían sido manipulados”.
Ante esta actitud y los mensajes intimidatorios cuya “única finalidad es amedrentar a Rivas” Juana y su hijo mayor, Gabriel, denunciaron este a Francisco Arcuri por coacciones, amenazas y violencia de género, denuncia que fue archivada.