Es el mensaje que hoy proclama ‘El Bola’, tras año y medio de batalla judicial. En 2023, una mujer acusó al actor de tocamientos en plena calle. Ahora, la declaración de una testigo ha precipitado el archivo de la causa. La presunta víctima de la agresión sexual podría recurrir.
El proceso de María -nombre ficticio- no ha sido fácil. En su mente cuesta ordenar los recuerdos. La propia jueza así lo ha hecho constar en el auto en el que aboga por archivar la causa contra Juan José Ballesta por presunta agresión sexual. Cabe recurso, pero la instrucción ha perdido fuerza desde su apertura en julio de 2023, cuando María denunció haber sido violada durante días en un piso de Parla, Madrid. Al hombre lo apodaban ‘El Pasti’ y resultó ser un amigo de ‘El Bola’.
“Sólo recuerdo que me llevó a su casa, me tiró contra el sofá, me enganchó del pelo y me violó”, declaró María en el juzgado, cinco meses después de los hechos denunciados. El relato era de extrema dureza: “Me dijo que lo tenía todo grabado y que si decía algo lo vería todo el mundo. Me llegó a amenazar de muerte durante los cuatro o cinco días en los que me tuvo retenida. Me drogó y me volvió a violar. Incluso una tarde me obligó a mantener relaciones sexuales con otros cuatro hombres, marroquíes, muy desarreglados, que se presentaron en la casa”.
El horror narrado por la mujer era de tal calibre que los agentes que le tomaron declaración entendieron que podría ser algo más que un delirio condicionado por su enfermedad. María padece esquizofrenia paranoide y esos días no estaba tomando la medicación. Pero ella no ha esquivado en ningún momento esa condición: “Cuando logré escapar de esta pesadilla y me pude tomar la medicación, rebobiné todo lo ocurrido y se lo conté a mi familia”, contó en el juzgado. Fue, durante ese rebobinado, que en esa pesadilla de película se le apareció Juan José Ballesta.
“No la he visto en mi vida“
El encuentro se habría producido durante una tarde de aquel encierro, al presentarse el actor en casa de ‘El Pasti’. Lo cierto es que ambos han reconocido su amistad, pese a negar rotundamente los hechos que anteceden, y que prosiguen así: “Esa tarde empezaron a decir que iban a quemar Parla y a vaciar los cajeros de dinero”, declaró la presunta víctima.
Para ‘El Bola’ , María tenía reservado otro papel protagonista, en plena calle y con los posibles testigos mirando para otro lado: “Los dos nos sentamos en el suelo, en un jardín próximo a la casa. En ese momento, Juanjo me metió los dedos en la vagina sin mi consentimiento. No le dije que parase porque me pilló por sorpresa. De hecho, no hablé nada con él. (…) El resto de amigos no le vio hacerlo. Pero él se lo contó y todos se rieron de mí”. Según denunció, iban drogados, bebidos y le quitaron el móvil y la tarjeta de crédito; sacaron 200 euros de su cuenta.
Al actor lo conocía de comprar el pan en el mismo sitio cuando eran pequeño, le contó a la jueza, negando que fueran amigos de la infancia como le dijo a la policía. El propio Ballesta ha replicado ese mensaje desde el principio de la causa: “No la conozco de nada. No la he visto en mi vida”. Es lo que proclamó a la salida del juzgado en noviembre de 2023.
A puerta cerrada añadió que a la hora de los hechos denunciados él cena siempre con su hijo y no sale nunca; sólo se dedica a su trabajo y nada más. En ese sentido, asegura ahora que el proceso le ha pasado factura. Por entonces declaró que le habían intentado echar de la serie de Netflix en la que trabajaba. Y hoy se espera que sus abogados den una rueda de prensa para evitar especulaciones que alimenten la llamada pena de banquillo. Ballesta estará presente.
Una versión que no se sostiene
Confían en que la causa quede del todo archivada en breve. La denunciante podría recurrir, pero todas las balas presentadas hasta ahora están gastadas; tanto la petición de las cámaras de seguridad, que finalmente no captaron el momento, como la declaración el pasado viernes de una testigo clave, que esperaban desmintiese a ‘El Bola’ y no fue así: iba a confirmar que víctima y acusado sí se conocían, y coincidieron esa noche, pero en sede judicial lo negó por completo.
Un giro imprevisto, al que en el auto de archivo se suma la falta de elementos periféricos que avalen la versión de María. “Una versión que no se sostiene por ningún extremo”, apunta la magistrada, “si bien no puede hablarse de una falsedad consciente”, aclara también al recordar la enfermedad mental que padece María, y que entonces no medicaba. Quizás la jueza pretenda así poner la tirita antes de la herida. Por si ahora el actor quisiese denunciar por falso testimonio a una mujer, después de todo, no deja de ser también víctima de sus propios delirios.