Isabel, la mujer de Paiporta que socorrió a una víctima: “No quiero ser una ‘heroína’, quiero protección para mis vecinas”

Armada con una pala, evitó un feminicidio en plena calle, pero rechaza medallas y exige medidas reales contra la violencia machista

Heroína, “persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble.”. Fuente: Real Academia Española. Fin. “Yo eso, no soy”, habla Isabel (Paiporta, 54 años). “Me siento orgullosa de mí misma, porque ahora mismo no sé ni cómo levanté la pala para ahuyentar a ese animal. Pero yo heroína, no soy. Intentar impedir un asesinato, en un parque donde a esa hora- sobre las ocho y media de la tarde- suelen jugar niños, no es de ‘héroe’, es de primero de humanidad”, explica.

Y hasta aquí podría ser el artículo. Jaque mate. Isabel acaba de ganar la partida. Se pasa el juego mediático. Destroza titulares. Se centra en lo único que a ella le importa: llamar a las cosas por su nombre. Y, de paso, darnos un zasca en toda la boca. “Ahora me quieren dar una medalla, o no sé qué. No la quiero. Lo que quiero es más protección para mis vecinas. Lo que quiero es que se entienda que no hay derecho: no hay derecho a que esa pobre niña – se refiere a la víctima de un agresor machista que estuvo a punto de ser asesinada el pasado 21 de marzo en Paiporta- viviese con miedo porque sabía que su expareja, que era su maltratador, estaba en la calle.”, afirma a Artículo14 una Isabel atónita ante noticias y conversaciones de barrio que se han centrado en ella, y no en el hombre que hoy está ya en prisión por un delito de homicidio en tentativa.

Tres puñaladas, un agresor machista y dos víctimas

Contexto: hace justo una semana Isabel terminó de recoger “los trastos” que aún “pululaban” de limpiar el lodo de su casa, que es una de las viviendas afectas por las riadas del pasado 29 de octubre en Valencia. Ese día lo único decidió no tirar fue la pala que semanas atrás había sido la herramienta de trabajo indispensable en miles de casas, calles y negocios valencianos. Isabel “quería enmarcarla” porque su exmarido, su hijo y sus amigos “se dejaron la piel para salvar” su hogar. Con esa pala. “La tengo un cariño especial, entiéndeme”. La había colocado justo en la entrada de su casa.

Esa tarde escuchó gritos desde su ventana. “Gritos de socorro”, afirma. “Me asomé y vi como un hombre zarandeaba a una mujer. Salí sin pensarlo a su auxilió. A separar lo que pensé que era una pelea.”. Cogió su pala “para ahuyentarlo”. Lo que ella no esperaba, asegura, es que “ese hombre tuviese una especie de punzón en la mano y estuviese apuñalando a la chica”. Casi como un “acto reflejo” se abalanzó contra él y consiguió distraer al agresor, que también era la expareja y maltratador de la víctima, y pidió a la joven que “saliese corriendo”.

Medidas cautelares (tardías)

La víctima huyó junto a las tres puñaladas que su expareja le había propinado, en un intento de arrebatarle la vida. Isabel tuvo que protegerse de ese mismo hombre- con su pala- que trató de atacarla a ella también. El padre de la víctima, vecino del mismo barrio, acudió a su auxilió al cerciorarse de lo que estaba ocurriendo. La víctima fue trasladada al Hospital General de Valencia, custodiada- ahora sí- por la Guardia Civil. Isabel fue a comisaría a declarar como testigo y el agresor, horas después, detenido y trasladado a prisión provisional sin fianza. “Y hasta aquí”, dice Isabel. Fin del suceso. “No hay héroes ni heroínas. Solo una mujer asustada, una mujer maltratada y un padre el shock.”, insiste.

La Guardia Civil acudió a la zona alertados por varios vecinos testigos de lo ocurrido. A Isabel, que también sufrió un intento de agresión por parte del detenido, la animaron a presentar denuncia. “He conseguido una orden de alejamiento, pero, y a mi qué. Es un papel. No sirve para nada. Para muestra un botón. Ese hombre tendría que haber estado en prisión hace mucho tiempo.”, denuncia Isabel.

La víctima había denunciado a su agresor

Lo dice porque la víctima (29 años) había denunciado a su agresor en la comisaría de la Policía Nacional en Paterna el pasado mayo de 2024. Lo denunció por una agresión física. El caso quedó inactivo en el sistema VioGén en agosto del pasado año, tal y como confirmó la delegada de Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé.

No hubo medidas judiciales de protección para la víctima. Su agresor la persiguió, libremente, hasta matarla. No lo consiguió. Isabel, otra mujer, se hizo cargo de proteger lo que otros no protegieron a tiempo: la vida de una mujer maltratada.

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