Todo estalló cuando sobre las 9:50 horas cuando la sala de coordinación de Emergencias recibió el aviso de uno de los dos hijos de la pareja, informando que su padre le había llamado para comunicarle que “había matado” a su madre. Los agentes de la Policía Nacional y los servicios de emergencia se desplazaron de inmediato al domicilio. Al llegar, los agentes encontraron una escena devastadora: Amparo, la mujer, de 58 años, yacía tendida boca abajo en un charco de sangre con múltiples heridas de arma blanca. Los facultativos del 061 solo pudieron certificar su muerte. El presunto agresor, identificado, fue detenido en el lugar de los hechos y trasladado a un hospital sevillano tras haber intentado autolesionarse posteriormente al crimen.
Tras las autoridades, los vecinos no tardaron en acercarse a la puerta del bloque número 9 de la calle Estrella Betelgeuse. Nadie daba crédito a lo sucedido. Manolo, era chófer de los autobuses urbanos de Sevilla (Tussam). Amparo, de 58 años, se dedicaba a los cuidados del hogar, según nos relatan algunos vecinos que prefieren guardar el anonimato. Según relata uno de los vecinos del bloque de al lado eran “una pareja muy normal. Nunca vimos ningún indicio raro”.
Otra vecina, que aseguraba tener una amiga en común con la victima, explicaba que “eran una pareja normal. De hecho, se iban a mudar a Cantillana, donde tenían familia, y la verdad que parecían contentos con este cambio. Todo parecía ir con normalidad”. Por esta razón y porque recientemente la victima había superado un cáncer cerebral; un proceso durante el cual como secuela “acabó perdiendo un ojo”, y donde Manolo se mostró “al cuidado de su mujer en esos duros momentos”, los vecinos expresan con verdadera vehemencia que les “resulta tan extraño”.
Estas mismas voces del barrio hispalense describen a Manolo como un hombre amable y reservado. “Era un hombre correcto, se conformaba si te equivocabas con el desayuno o si tardabas un poco más de lo normal”, relató el cocinero de un bar cercano al domicilio, quien además incidió en que: “No es un hombre de jaleos ni de alcohol. Como es chofer no bebe, solo toma café y cuando comía aquí, lo hacía sin alcohol”. Otros vecinos del matrimonio también se mostraron sorprendidos por el crimen, describiendo a la pareja como “muy normal” y sin indicios aparentes de conflicto. “Vivíamos pared con pared y nunca habíamos oído nada”, comentó una vecina.
Los vecinos de Pino Montano coincidieron en que ella era más sociable, mientras que Manolo era un hombre callado y tímido: “era un hombre muy calladito. Apenas hablaba, era más bien tímido. Ella era más abierta a la gente” describían. Por su parte, la Subdelegación del Gobierno en Sevilla confirmó que no constaba ninguna denuncia previa ni antecedente por violencia de género en el Sistema Viogén.
El mismo día del crimen, la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmó este caso como un caso más de violencia de género: “Confirmamos el asesinato de una mujer de 58 años por presunta Violencia de Género en la provincia de Sevilla, hoy 28 de agosto. El número de mujeres asesinadas por violencia de género en España asciende a 32 en 2024 y a 1.276 desde 2003”. Tras la verificación de las autoridades competentes, este caso conforma el asesinato número uno de una mujer a manos de su pareja o expareja en la provincia de Sevilla, el séptimo en Andalucía y el 32 en España durante este año.
José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, ha insistido en la importancia de que “entre todos sigamos trabajando para terminar con esta lacra”. “Quiero mostrar nuestra más enérgica repulsa y condena por el presunto asesinato machista de una mujer en Pino Montano”. Y ha recordado que “siempre nos tienes a tu lado a través del 016, 092, 091 o en los CIAM. Mis condolencias a los familiares y amigos.” Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía ha afirmado que “es obligación de todos erradicar este horror”. “Lucharemos para ello con todas nuestras fuerzas” sentenció.