En el corazón de las sociedades contemporáneas, donde las batallas por la igualdad de género parecen haber avanzado considerablemente, persisten aún vestigios de una era menos igualitaria. Específicamente, el lenguaje, como vehículo de la cultura y los valores, a menudo sigue siendo un espejo que refleja y perpetúa desigualdades. A pesar de los avances significativos hacia la igualdad de género en la última década, las expresiones sexuales más machistas siguen infiltrándose en nuestras conversaciones cotidianas, revelando así la resistencia subyacente a un cambio más profundo y sustancial.
Las expresiones sexuales más machistas son especialmente perniciosas porque tienden a reducir a las personas, en su mayoría mujeres, a meros objetos de placer o propiedad de otros, principalmente hombres. Este tipo de lenguaje no solo refuerza la idea de la mujer como subordinada o inferior. También perpetúa estereotipos de género, valida comportamientos sexistas y contribuye a una cultura más amplia de discriminación y violencia de género.
Se hace imprescindible, por tanto, reconocer que el lenguaje machista es un fenómeno global. No obstante, varía significativamente en su expresión y aceptación dependiendo de los contextos culturales, sociales y políticos específicos. Sin embargo, ciertas frases y expresiones son sorprendentemente universales en su capacidad de degradar y deshumanizar. Por eso es importante repasar las expresiones sexuales más machistas que aún se perpetúan. Y eso que estamos en 2024 y mucho ha cambiado…
“Te voy a poner mirando a Cuenca”
Un clásico del castellano. La frase “Te voy a poner mirando hacia Cuenca” es una de las expresiones sexuales más machistas que puede escucharse a día de hoy. Degrada a la mujer en el sentido de que deja clara la intención del hombre de colocarse por encima de ella, dirigirla y ordenarla.
“Te voy a dar lo tuyo y lo de tu prima”
Otra de las frases hechas en España que avergonzarían a cualquiera. La expresión “Te voy a dar lo tuyo y lo de tu prima” degrada de manera bidireccional. Por un lado, deja entrever la posición del hombre como persona protagonista del sexo. Y, por el otro, degrada a la primera de la susodicha. Aunque sea una frase hecha y no tenga un significado concreto más allá del deseo sexual, lo cierto es que deja claro que el hombre puede con dos mujeres al mismo tiempo. Y se coloca por encima de las dos.
“Te voy a dar como a cajón que no cierra”
Esta es particularmente peligrosa. No solo porque vuelve a dejar claro que el protagonista activo del sexo es el hombre, mientras que la mujer debe mostrar pasividad. También lo es porque deja entrever una clara voluntad del hombre de ser violento o agresivo contra la mujer. En la cama no hay nada escrito, las cosas como son. Pero la frase es una exposición muy evidente de la agresividad y la posesión del hombre sobre la mujer.
“Te voy a dar salami”
Esta frase no es solo una de las expresiones sexuales más machistas que existen, sino también una de las más desagradables. Se puso de moda por culpa de Amador Rivas, personaje ficticio de La Que Se Avecina caracterizado por Pablo Chiapella. Desde entonces, su uso se ha extendido por todo lo ancho y lo largo de la Península Ibérica.
“Te voy a hacer un hijo”
Otra de las expresiones más desagradables que se pueden escuchar cuando se habla de deseo sexual. “Te voy a hacer un hijo” vulnera no solo el deseo (o no) de la mujer por ser madre, sino que usa la capacidad biológica de las mujeres para la reproducción como parte del lenguaje machista. Y vuelve a insistir en el papel activo del hombre sobre la pasividad femenina.
“Te voy a hacer mujer”
Esta es, con diferencia, una de las peores. No hace falta ni explicación. La frase habla por sí sola.