Ayer a las 12:00, Pamela Palenciano tenía una cita con algunos de los alumnos del IES Villaverde. Los adolescentes acudieron puntuales al Centro Cultural Santa Petronila para ver ‘No solo duelen los golpes’. Aunque muchos de ellos esperaban ver “una charla aburrida” sobre feminismo y violencia machista, lo cierto es que el monólogo les sorprendió: “Esperaba algo totalmente diferente“, reconoce una alumna. “La historia conmueve y nos hace pensar un poco más. Lo recomendaría muchísimo”, admite otro alumno.
Antes de que Palenciano saliera a escena, su hermana y manager, Elizabeth Palenciano, hace las presentaciones. Un tanto inusuales en este caso. “Sé que estáis cansados del feminismo. Sé que muchos sabéis quién es Pamela por vídeos que le hacen otros youtubers en redes sociales. Pero solo os pido que le deis una oportunidad”. La hermanager (como le gusta decir a ella) pidió también a la centena de alumnos “empatía“. Pues les explicó que Palenciano interpretaría la relación de maltrato que vivió de adolescente por su exnovio, Antonio. El cual le intentó matar hasta en dos ocasiones.
Pamela Palenciano acerca la violencia machista a los adolescentes a través de su monólogo
La actriz intenta comenzar el monólogo saliendo a escena. Sin embargo, los murmullos se interponen. Como suele ocurrir en estos casos, Pamela Palenciano se ve obligada a parar y a dirigirse directamente al alumnado. Cuenta que ha trabajado con personas en prisiones, centros de menores e incluso en El Salvador. Por esto, reconoce que está acostumbrada “a trabajar con gente más chunga que Villaverde y Vallecas. Incluso con gente que lleva pistola y ponen cara de querer matarme”.
Los murmullos prosiguen. Palenciano se arrima a dos alumnos concretamente y les dice “ya sé que estáis comentando que soy la del vídeo de Roma“. Se refiere a Roma Gallardo, uno de los youtubers más conocidos entre los adolescentes. Y es que justo el domingo, Gallardo le respondió a Palenciano en un nuevo vídeo tomando como referencia las declaraciones de la actriz a Artículo14 sobre el youtuber: “Son golazos cuando un chaval me escribe diciendo ‘yo seguía a Roma Gallardo y después de ver tu monólogo me doy cuenta de que este tío manipula un montón'”.
Mientras, dos o tres adolescentes niegan con la cabeza. No están de acuerdo con lo que Palenciano les dice. Sin embargo, la obra comienza. Recuerda que, durante el monólogo, los jóvenes podrán escuchar lenguaje “vulgar y soez“. También reconoce que tiene tres denuncias, ya archivadas, por ‘No solo duelen los golpes’.
Al poco de empezar, se ve en la obligación de explicar que este monólogo y, por tanto, su historia, no es una denuncia contra todos los hombres, ni si quiera contra su maltratador, Antonio, sino contra el sistema patriarcal. Ahora sí, comienza la obra.
A través de palabras como “machirulo”, “feminazi” o “manadas” consigue captar rápidamente la atención de la mayoría de los adolescentes. También pone palabras a los pensamientos de algunos: “Ay que ver que una feminazi venga a vuestro instituto“. Despierta las risas en el auditorio, pero pronto se pone seria.
Empieza a narrar su historia de cuando ella tenía 12 años y Antonio 14. Él solo tenía ojos para ella y ella se sentía lo más importante y la más valorada a sus ojos. Con él, asegura que dijo adiós a su familia, amistades, ropa e, incluso, a las contraseñas en redes sociales. Algunas chicas ya comienzan a ver patrones en sus frases.
Vuelve a hacer una referencia que alguno, puede que piense: “Sectaria de mierda que adoctrina menores“. Pero nada más lejos de la realidad. A través del teatro, la comedia y el sarcasmo, Palenciano consigue llegar a los adolescentes con un tema tan controvertido como es la violencia de género y el feminismo. “Chavales, despertad. Que el patriarcado ahí arriba también os jode la vida“.
Palenciano, de nuevo, baja hasta las butacas para acercarse a los jóvenes. Nombra al partido político VOX y habla de denuncias. Un alumno le interrumpe: “¿Qué denuncias?” La activista cuenta que le han denunciado y que ha recibido incluso amenazas de muerte. Elizabeth Palenciano, su hermana, se ve obligada a salir a escena: “Si quieres luego te enseño todo que lo tengo guardado. O si quieres ahora podemos salir y hablamos lo que necesites”.
El resto del monólogo discurre, en su mayoría, con normalidad. Algún alumno mira el móvil, otros se levantan al baño, algún otro murmulla y otros niegan con la cabeza. Pero, por lo general, siguen participando y atentos al monólogo. En este punto, Pamela narra otra situación típica que sigue ocurriendo en la actualidad: Antonio le llamaba cinco veces seguidas porque ella no respondía al estar ocupada. Automáticamente él se volvía violento y pensaba que estaba con otro hombre. Palenciano pregunta a los adolescentes quién tiene la culpa. Muchos responden que él y aunque debería ser una respuesta automática, lo cierto es que es una situación que aunque se siga repitiendo, muchos siguen dudando.
También hace referencia a las personas que callan después de presenciar una escena de maltrato. Les pide que increpen a esa persona y que no se queden callados. De hecho, reconoce que para ella, el mayor golpe que le dio Antonio fue cuando le insultó y le faltó al respeto delante de todos. No cuando la intentó matar hasta en dos ocasiones.
Insiste en que “ninguna violencia tiene dos versiones“. Solo existe “quien la ejerce y quien la enfrenta”. Y deja claro que la violencia no es solo física. También puede ser sexual o psicológica. Una situación que hasta ella misma desconocía cuando su terapeuta le contó que había sido violada por su pareja. Cosa que ella pensaba que no podía ocurrir, dado que eran novios.
A lo largo de la obra, cuenta otras situaciones como cuando Antonio le tiraba el móvil al suelo, daba patadas al banco o pegaba con los nudillos a la pared para no hacérselo a ella. También explicó cómo su maltratador aceleraba la moto o el coche con ella dentro con el único propósito de que sintiera miedo. Patrones que, por desgracia, se siguen viviendo hoy en día.
Impresiones de los adolescentes a la obra ‘No solo duelen los golpes’
Durante un minuto, alumnado y profesorado aplaudió. Pamela sonreía y se llevaba las manos al corazón como gesto de agradecimiento. Después de la obra, los adolescentes tuvieron oportunidad de preguntarle a Pamela y Elizabeth Palenciano todas las dudas que tenían. “¿Has vuesto a ver a Antonio?”, “¿cómo se puede curar Antonio?” o ¿cómo ser un hombre diferente cuando el mundo te empuja a ser un Antonio?” fueron algunas de ellas.
Otro alumno, por ejemplo, les preguntó por una experiencia personal que había vivido: “¿Cómo puedo dejar a una chica porque sé que le hago mal pero ella me sigue buscando? Y como ella me gusta, acabamos volviendo pero yo sé que le hago daño”. Una pregunta, sin duda, que invita a la reflexión. Otro adolescente, por su parte, se levantó y se fundió en un abrazo con Pamela.
Y aunque el monólogo había comenzado con interrupciones y murmullos, lo importante es que “finalmente, me escucharon con el corazón”, admite la actriz.
Otros alumnos que hablaron directamente con Artículo14 recomiendan este monólogo a todo el mundo, pero en especial “a la gente joven porque muchas veces no ven de primera mano estos comportamientos y así se pueden sentir identificados y no volverlos a reproducir”. Otra adolescente aseguraba que, o bien por ella o por sus amigas, había vivido de cerca muchas de las situaciones que narraba Pamela. Pudo salir de ellas gracias “a una red de amistades sociales muy fuerte”.
“Sale uno con más herramientas de ver este monólogo. Nos ha hablado del machismo, del feminismo, del empoderamiento… Estoy encantada. Personas de todas las edades tienen que verlo. Es súper educativo y necesario”, aseguraba otra compañera.
Por su parte, Iván Sánchez, profesor del IES Villaverde y uno de los organizadores de esta actividad califica como “un puntazo” este monólogo “porque los chicos y las chicas entran con la temática y creo que es una manera y una metodología muy interesante para trabajar este tema. Por un lado, a las chicas les permite reafirmar una situación de violencia que pasa y a los chicos, pese a la coraza, creo que les hace cosquillas dentro, les hace dudar al menos“.