“Pionero”, “único en el mundo”, “eficaz”, “salva vidas”. Las palabras del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acerca del sistema VioGén siempre han sido alabanzas, incluso, cuando ha fallado estrepitosamente. En esos momentos, cuando es obvio que ha habido un error, las ventajas del sistema vienen acompañadas de un mantra que repiten todos los responsables de la seguridad de las víctimas cuando falla: “no es infalible”.
Con la intención de mejorar el algoritmo se han modificado ciertos parámetros del sistema que resultará en el VioGén 2, una versión mejorada que se encuentra en periodo de prueba y que el ministro adelantó que estará listo el próximo mes de octubre. Las pruebas piloto previas a la migración al nuevo algoritmo VioGén 2, se está llevando a cabo en puestos de Guardia Civil y comisarías de Policía Nacional de la Comunidad de Madrid y de las provincias de Guadalajara y Toledo. Además, se irá ampliando progresivamente a partir de septiembre a otras provincias.
No se conocen mucho más detalles del nuevo algoritmo, más allá de lo adelantado por el ministro en su momento, pero expertas y asociaciones de víctimas llevan tiempo pidiendo una revisión y un comité que ayude a reformular los indicadores de riesgo más allá de los parámetros policiales y demandan que se cree un comité interdisciplinar con profesionales de distintos ámbitos.
Inactivación supervisada
Desde 2018 se trabajaba en la mejora del algoritmo y los cambios del sistema están recogidos en la Instrucción 2/2024 que “limita los criterios que permiten la inactivación de casos abiertos, en los que cesa la protección policial de la mujer, y crea una nueva modalidad, la inactivación supervisada, que fija mecanismos de control policial durante un periodo de seis meses, prorrogable a un año, e impide la inactivación completa del caso en supuestos de alta complejidad o en los que en algún momento se haya detectado un riesgo cualificado“.
Del mismo modo, en aquellos casos en los que los expertos policiales no hayan apreciado la existencia de riesgo para la mujer, o éste sea bajo, solo podrán considerarse inactivos “si no existen medidas judiciales de protección en vigor y los agentes consideran que no hay circunstancias de vulnerabilidad de la mujer o de peligrosidad del agresor que aconsejen mantenerlo activo. Para ello, deberán contactar al menos una vez de manera presencial con la víctima y reevaluar la situación, de lo que deberá quedar constancia en el sistema”.
Los casos de riesgo medio, alto o extremo solo podrán ser inactivados cuando haya sido imposible localizar a la víctima durante al menos seis meses, antes bastaba con solo uno, o “se produzcan circunstancias como la muerte, salida al extranjero, internamiento en centro custodia del agresor o cualquier otra circunstancia análoga que haga innecesaria la protección de la mujer o imposibilite la agresión”.
Recordatorio del Protocolo Cero
También podrán inactivarse casos de riesgo no apreciado, bajo o medio en los que no existan medidas judiciales de protección en vigor si así lo solicita la víctima de manera “voluntaria, manifiesta y reiterada”. En esos supuestos, la instrucción recuerda a los agentes la obligación de utilizar el denominado ‘Protocolo Cero’, ideado para minimizar el riesgo de las víctimas que manifiestan su deseo de no denunciar. Incluso en estos casos, las instituciones deben velar por la seguridad de la mujer y llevar a cabo todos los protocolos que se ponen en marcha sin su declaración.
La inactivación supervisada se aplicará en aquellos supuestos considerados de alta complejidad y en los que determinadas circunstancias “revelen la existencia de un riesgo cualificado para la mujer víctima, lo que suspende la aplicación de las reglas ordinarias de inactivación. Son, en concreto, aquellos casos que los expertos policiales en algún momento hayan evaluado como de especial relevancia o en los que aparezcan menores en riesgo. También aquellos que en los últimos seis meses hayan tenido valoración de riesgo medio, alto o extremo o en los que se hayan registrado dos o más denuncias en los seis meses siguientes a su apertura.
El nuevo VioGén permite también a los expertos policiales aplicar la inactivación supervisada en los casos en el que el propio agente considere que es conveniente mantener el control policial, a pesar de lo que especifique el algoritmo.
La inactivación supervisada se aplicará durante un período mínimo inicial de seis meses, con dos posibles prórrogas trimestrales. Durante ese tiempo, los agentes realizarán evaluaciones de riesgo periódicas mediante entrevistas personales con la víctima “hasta disponer de al menos dos consecutivas que ofrezcan como resultado que no se aprecia riesgo para la mujer”.
“Deben hacer autocrítica”
María Naredo, jurista e investigadora, experta en violencias machistas y ex asesora de Igualdad cuando lo dirigía Irene Montero, explicaba a Artículo14 su experiencia con el algoritmo: “Recuerdo varios casos cuando estaba en el Ministerio donde el sistema falló estrepitosamente. No solo la evaluación del riesgo, también la actualización del mismo. Cuando una mujer no contestaba el teléfono, en ocasiones, se bajaba el riesgo y precisamente eso pasa mucho con mujeres migrantes, que no quieren coger el teléfono. La Policía trabaja muy bien y, desde que llevo en esto, ha mejorado mucho su labor en estos temas, sin embargo sería bueno que se revisasen los indicadores de riesgo y que lo hiciese un equipo interdisciplinar. Para entender bien las necesidades de las víctimas su evaluación debe salir del ámbito policial y que asesores expertos mejoren la herramienta. Además, cero autocomplacencia, debemos seguir mejorando. El Ministerio de Interior debe hacer autocrítica. A nosotras nos costó, pero creo que es necesaria”, señalaba.