Tanto el padre como el hermano de Elisa Mouliáa han ratificado su versión en sede judicial. Con gran rotundidad, según el vídeo del testimonio al que ha accedido Artículo14, el padre de la actriz ha asegurado ante el juez Adolfo Carretero que cuando llamó a su hija para contarle que su nieta estaba enferma y que no le paraba de subir la fiebre, ella “no tuvo una reacción normal”, ya que no le daba ninguna contestación.
Así, el padre ha declarado que tuvo que gritar a su hija durante la llamada: “¿Es que no te estás enterando de lo que te estoy diciendo? Tu hija está con 40 de fiebre y quiero que vengas a casa ahora”. A lo que ella contestó: “sí, papá, ya voy”.
Esta actitud durante la llamada telefónica sorprendió al progenitor de la actriz, pero él cree que “posiblemente fuese por el alcohol o por alguna otra sustancia que le impedía verbalizar o racionalizar lo que decía”. Más adelante, cuando Mouliáa llegó a la casa, él notó que “estaba extraña”, pero que no notó “olor a alcohol, pero estaba rara. No me contó nada”.
No fue hasta el día siguiente del presunto abuso sexual cuando Mouliáa contó la “desagradable experiencia que había sido para ella estar con Iñigo Errejón“, durante una comida familiar, han relatado tanto el padre como hermano ante el juez. Fue a su hermano antes de la comida a quien sí le contó la parte en la que “Errejón le había encerrado en la habitación”, pero que “no ahondó en más detalles” y él no quiso preguntar más.
El hermano de la actriz narra que Mouliáa estaba afectada porque Errejón “llegó a incomodarla por las tres reglas” . El padre ha contado que ella estuvo incómoda desde que finalizó la presentación del libro que había presentado el portavoz de Sumar y a la que ella había asistido. Después del evento se fueron a tomar algo “y ya que aquel individuo no le gustaba mucho”. Ante esta incomodidad “ella le dijo que tenía que ir a una fiesta pensando en que él no iba a decir que se iba con ella”.
Padre y hermano han contado que ella les contó las tres condiciones que le había puesto Íñigo Errejón y que cuando se metieron en el ascensor él tuvo un comportamiento “incómodo para ella”. El padre ha relatado que ella les contó que en el ascensor él dijo que iba a romper la tercera condición y “fue en ese momento cuando la agarró y le dio un beso de forma bastante violenta”.
Ante las preguntas del juez Carretero sobre si animaron a Mouliáa a denunciar, el padre ha declarado que con el detalle que ella había contado “no se me ocurrió decirle vete a la comisaría a denunciarlo, pero de haber sabido lo que he sabido después, no solo le habría dicho “vete”, sino que lo habría hecho yo”.
“Mi hija no sabía el alcance total de lo que iba a tener, pero sabía que a este señor había que pararle de alguna forma de los actos que estaba cometiendo”, ha declarado.
Otra cuestión que han relatado es la terapia psicológica a la que ha tenido que acudir Mouliáa. El hermano de la actriz no ha sabido confirmar si fue “a consecuencia de esto”, pero “sí que ha ido a terapia y ha estado medicándose”. El padre también ha coincidido su testimonio sobre la terapia a la que acude la actriz, pero que no sabe si es por “el nexo con lo de Errejón”, pero que igualmente le aconsejó “que fuese a un psiquiatra”.
“Ninguna actitud extraña”
En las declaraciones grabadas a las que ha tenido acceso este periódico, Fernando, que es un conocido de Mouliáa, declara que vio a la actriz “normal sin síntomas de estar bebida” y también afirmó ante el magistrado en que “no recuerda muy bien” cómo era la actitud de Errejón y Elisa Mouliáa cuando estaban juntos. Sí recuerda que en algún momento de la fiesta estaban bailando todos, incluidos Errejón y Mouliáa, pero no ha podido ofrecer más detalles.
En ese sentido, el testigo ha relatado que no recuerda nada “ninguna actitud extraña” por parte de Mouliáa, ni se percató de si la actriz estaba ingiriendo alcohol. El juez Carretero le preguntó acerca de una conversación de WhatsApp del día siguiente entre él y ella en la que él dijo “menuda melopea”. Ante esta cuestión, Fernando afirmó que se refería a lo que bebió él, ya que no se había fijado en lo que bebían los demás.
También testificó Inés, una antigua amiga de Mouliáa, que declaró que la actriz se había sentido incómoda con Errejón cuando quedaron porque en el taxi le puso “tres normas extrañas” y que en el ascensor Errejón “le besó con lengua de una forma que a Elisa le resultó muy invasiva”. La actriz sí le contó a ella los detalles de la habitación: “en la fiesta, él la cogió del brazo, la llevo a un cuarto y se le abalanzó. Elisa le tuvo que decir que ‘no es no’ y ‘que parece mentira que te lo tenga que decir a ti’”.
En ese sentido, Inés cuenta que Mouliáa le transmitió “la sensación de quedarse un poco bloqueada en el ascensor, que le faltó tiempo de reacción cuando llegaron a la fiesta y la metió en el cuarto”. También ha afirmado que le dio la sensación de que “ Elisa no estaba nada cómoda con la situación, no lo estaba deseando y le paró los pies de la forma más firme que pudo”.