El juez Adolfo Carretero desestima la petición de Íñigo Errejón que solicitaba la realización de otro informe psiquiátrico de Elisa Mouliaá. Fue en un auto dictado el pasado martes donde el magistrado señaló que “no puede compelerse a un perjudicado a un reconocimiento por un perito de la otra parte”. No obstante, Carretero añadió que si la actriz accediera voluntariamente, sí se podría realizar ese segundo análisis.
Cabe recordar que, hace una semana, el equipo legal de Mouliaá señaló que la valoración pericial solo debe ser solicitada cuando existan “razones objetivas” para dudar de los informes aportados. En este sentido, el abogado de la denunciante, Alfredo Arrién, especificó que la defensa del expolítico “no ha aportado ninguna prueba que cuestionen la fiabilidad de los informes emitidos hasta la fecha”.
La solicitud de Errejón
Hace más de una semana Errejón intentó replicar a Mouliaá en los juzgados. Si la actriz presentaba a principios de este mes un informe psiquiátrico en el que se determinaba que “el abuso le generó una tormenta emocional que tardó en digerir y en denunciar”, el expolítico hizo lo propio días después.
Según pudo saber Artículo14, el equipo legal del expolítico planteó que fuera el doctor Alfredo Calcedo, especialista en psiquiatría y facultativo en el Servicio de Psiquiatría III del Hospital Gregorio Marañón, quien realizara dicho informe. Asimismo, precisó que, para su emisión, Calcedo tendría que “evaluar personalmente” a la actriz y “someterla a la realización de varios test en su consulta de Madrid”.
“Tormenta emocional”
Cabe mencionar que el informe psiquiátrico requerido por Mouliaá determinó que ella vivió una situación de “abuso” por parte de su entonces “compañero ocasional” y denunciado, el exdiputado Íñigo Errejón, que significó en su psique un “verdadero atentado contra su intimidad”. “Esta vivencia generó en ella una tormenta emocional que tardó en digerir y por lo tanto en denunciar“, se agregó en el escrito.
Es más, el doctor que lo firmó, el especialista en psiquiatría José Cabrera, especificó que “desde el mismo día de los hechos ha presentado insomnio, estado irritable y disminución grave de la capacidad de concentración”.
Asimismo, precisó que los presuntos “abusos sexuales” del que fuera cofundador de Podemos -no agresión sexual, pues así lo determina el especialista-, “han generado en ella una situación- anímica compleja que la obliga a estar en tratamiento médico”. Una cuestión en la que ahondó más adelante: “La paciente refiere que a raíz de los hechos denunciados ha desarrollado una sintomatología que ha alterado su vida por completo”.
Todas estas observaciones que el médico realizó se agruparon en un diagnóstico: Trastorno por Estrés Postraumático asociado.
“Sintonía total en lo que dice”
En una determinada sección del informe se indicó que una de las cuestiones que “más relevancia” tiene en este caso son las dudas que pudieran tenerse respecto a las “verbalizaciones de la peritada, así como su conducta de denuncia dilatada en el tiempo, o la confrontación de relatos entre ambas partes, que difieren de manera evidente”.
Sin embargo, el doctor Cabrera fue tajante en su análisis, ya que especificó que existe “sintonía y homogeneidad total en lo que dice la peritada sobre los presuntos hechos delictivos, sorpresa ante los mismos y ausencia de pensamientos negativos reactivos a pesar de la Denuncia que ella formula: no pretende venganza sino resarcimiento”.