El Movimiento Feminista de Madrid ha exigido este sábado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, por el centro de la capital una agenda abolicionista global y han clamado contra la prostitución, que “enseña a violar”.
En total han acudido 9.500 mujeres, según la Delegación del Gobierno -mínimo 20.000 según las convocantes-. Se trata de una cifra superior a la del año pasado, en el caso de la Delegación del Gobierno, que cifró la asistencia en 4.000. Las cifras oficiales siguen muy alejadas de los datos cuando la manifestación era unitaria.
“Sin puteros no hay prostitución”
“Sin puteros no hay prostitución”, “Mi vientre y mi vagina, ni se compra ni se alquila“, “Ni sumisas ni pasivas, mujeres cobativas”, “la prostitución es explotación”, o “putero pagando también estás violando” han gritado las feministas de base, consideradas ‘clásicas’ o ‘históricas’.
Pasadas las 18:15 horas de este sábado y al grito de “Ni cis, ni trans, mujer nada más” han partido desde Cibeles para defender los derechos de las mujeres tras una pancarta bajo el lema ‘Mujeres en lucha contra el machismo global’. En este sentido, han señalado que sus cuerpos “no se venden” y sus vientres “no se alquilan”. “Con ropa o sin ropa, mi cuerpo no se toca”, han gritado.
Errejón, Monedero, Rubiales
También se han referido a los recientes casos de presunta violencia sexual en los que se han visto relacionados el exdiputado de Sumar, Íñigo Errejón, el fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, y el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. “Rubiales y Errejón, acosadores son” y “Errejón y Monedero dais un asco que me muero”, han gritado.
Las participantes han portado carteles con mensajes como “Somos el corazón de las que ya no laten”, “Mamá, no te preocupes. Esta tarde nos protegen todas” o “No soy tu musa, soy tu artista”.
Pelicot
Además, las feministas han llevado pancartas en apoyo a Gisèle Pelicot, la mujer francesa víctima de las violaciones organizadas por su propio marido. Una de estas, de gran tamaño con la figura de ella.
No ha faltado, como en la manifestación con motivo del Día por la eliminación de la violencia contra las mujeres el 25 de noviembre, la Compaña feminista, en recuerdo de las mujeres asesinadas por la violencia de género. Ataviadas con túnicas y mascaras blancas, la integrantes del grupo han recordado a las víctimas del machismo.
El Movimiento Feminista de Madrid quiere “levantar la voz contra la extrema derecha que niega la violencia machista y perpetúa estructuras profundamente misóginas” así como contra la izquierda “cómplice del sexismo poniendo como excusa la interculturalidad”.
Las organizadoras de esta manifestación defienden que el feminismo es “abolicionista” del “sistema prostitucional, de la pornografía” y “de todas las formas de explotación, violencia y mercantilización” de las vidas de las mujeres.
Insisten en que ser mujer “es una realidad material” y denuncian el “borrado” de las mujeres en el lenguaje, las políticas públicas y los espacios seguros. Antes de comenzar la manifestación, las portavoces del Movimiento Feminista de Madrid, Jana Bravo y Carmen Flores han pedido a la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que lleve a cabo su agenda feminista.
Hacia el abolicionismo
A la manifestación del Movimiento Feminista de Madrid ha acudido la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que también ha participado en la marcha de esta mañana, convocada por Comisión 8M. Así, Redondo ha pedido en declaraciones a medios que “hay que avanzar hacia el abolicionismo”, “La prostitución, en el 90%, se ejerce por mujeres esclavizadas”, ha manifestado al inicio de la manifestación del Movimiento Feminista de Madrid.
En cuanto a la participación de la titular de Igualdad en las dos marchas de Madrid, las convocantes han dicho en declaraciones a medios que “no se puede sorber y soplar a la vez”. “Señora ministra, deje de infantilizar la lucha de las mujeres y haga cosas como derechos, no tanta palabra”, han recalcado.
Además de Redondo, ha asistido a la marcha una delegación de diputados y senadores del Partido Popular, encabezados por la vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social del PP, Ana Alós.
Al comienzo de la Gran Vía madrileña las feministas han pausado la marcha para echar de la manifestación a Vito Quiles al grito de “fuera fascista”. Si bien, las convocantes han pedido por megafonía no entrar en provocaciones ante este tipo de situaciones. “No agredimos, no dejamos que nos agregan. No entramos en su juego. No les damos lo que quieren”, han apuntado.
Por parte de los asistentes, Celia (69 años), de la asociación Mujeres por la Paz, en declaraciones a Europa Press ha explicado que ha acudido a esta convocatoria porque “hay que reivindicar que ser mujer no es un sentimiento, sino una realidad biológica”. En este sentido, ha incidido en que las mujeres sufren violencia sexual, económica, vicaria, institucional, con la que “hay que acabar”, Para ella, no hay un “cisma” en el feminismo ya que este “siempre ha sido abolicionista y siempre ha estado contra la violencia de las mujeres”. “Lo que hay es una diferente interpretación de lo que es ser mujer”, ha asegurado para añadir que “en un plazo breve” el feminismo volverá a marchar junto.
Asimismo, Samantha (19 años), de México, ha acudido a la manifestación a “representar a todas las mujeres” de su país, donde se asesina a “once cada día”. En declaraciones a Europa Press ha reclamado “valentía” para denunciar. En la misma línea, Tom (67 años) ha asistido a la manifestación porque es el Día Internacional de la Mujer, aunque considera que habría que estar “al lado de las mujeres” el resto del año.
Finalmente, las feministas han leído el manifiesto a su llegada a Plaza de España bajo una intensa lluvia. En este rechazan a la extrema derecha “que niega la violencia machista, que busca perpetuar estructuras profundamente misóginas”. Además, quieren “delatar” a “una supuesta izquierda que, en nombre de la interculturalidad y la diversidad, ensalza religiones profundamente sexistas”.
Entre sus reivindicaciones, piden que los derechos humanos prevalezcan “sobre tradiciones culturales y religiosas que oprimen a las mujeres y a las niñas”. También demandan un Estado laico que frene la financiación de las confesiones religiosas a través del dinero público y cualquier otra modalidad encubierta de financiación, así como que la política exterior, los acuerdos comerciales y la ayuda a la cooperación de España y en la Unión Europea garanticen los derechos humanos de las mujeres y de las niñas en todo el mundo.
Plataformas
También claman contra la cultura de la violación y rechazan “totalmente” el sistema prostitucional, la pornografía, el “Sugar Dating” y plataformas como ‘OnlyFans‘ porque “ejercen, normalizan y promueven la reproducción de la violencia y la explotación sexual contra mujeres y niñas”.
Igualmente, defienden el derecho a un aborto “seguro y accesible” en centros sanitarios públicos, la libre elección entre el procedimiento farmacológico o quirúrgico, y la regulación de la objeción de conciencia “para asegurar siempre su realización”. Además, denuncian la “explotación reproductiva” y el mercado de óvulos como “formas de explotación económica de las mujeres”.
Esta es la segunda de las dos manifestaciones que han tenido lugar este sábado en la capital por el Día Internacional de la Mujer, lo que evidencia, un año más, la división del movimiento feminista.