En una sala de juicio repleta de tensión y emociones desbordadas, el caso de Dominique Pélicot, de 71 años, ha sacudido a Francia y ha generado un fuerte impacto a nivel internacional. Los aterradores detalles revelados durante el proceso judicial, que se lleva a cabo en la ciudad de Aviñón, han expuesto un oscuro entramado de abusos sexuales, engaños y sedantes que, por más de una década, marcaron el destino de su esposa, Gisèle Pélicot. Lo que comenzó como una investigación por un delito menor se ha transformado en uno de los casos de abuso más inquietantes de la historia reciente del país.
El juicio, que está programado para concluir en diciembre, ha captado la atención de los medios y de la opinión pública por la magnitud de las acusaciones. Dominique Pélicot se enfrenta a cargos por violación agravada. Está acusado de reclutar a decenas de hombres a través de internet para abusar sexualmente de su esposa. Gisèle, según los informes, estaba tan profundamente sedada que no tenía conciencia de lo que sucedía. Este macabro plan, ejecutado durante una década, dejó una huella imborrable en la vida de sus hijos. Y especialmente en la de su hija, Caroline Darian, quien colapsó de dolor durante el juicio al conocer los detalles de las fechorías de su padre.
El oscuro caso de Dominique Pélicot, el último monstruo francés
El caso salió a la luz de manera fortuita el 12 de septiembre de 2020, cuando Dominique Pélicot fue detenido en un supermercado en Carpentras. Un guardia de seguridad lo sorprendió filmando bajo las faldas de varias clientas. Eso llevó a las autoridades a registrar sus pertenencias. En su bolsillo, encontraron una cámara y varios preservativos. Un hallazgo perturbador que apenas arañaba la superficie de lo que saldría a la luz después. Tras ser interrogado, Pélicot confesó que había actuado por “impulsos que no podía controlar”. Lo que parecía un caso de voyerismo derivó con rapidez en una investigación mucho más profunda que destaparía los horrores que tenían lugar en su hogar.
El juez Roger Arata, quien preside el panel de cinco jueces a cargo del caso, leyó en la segunda jornada del juicio los principales hallazgos de la investigación. La sorpresa inicial pronto dio paso al horror absoluto cuando las autoridades descubrieron miles de fotografías y vídeos en la computadora de Pélicot que mostraban a su esposa siendo agredida sexualmente por múltiples hombres, todos ellos desconocidos, a los que Pélicot había contactado a través de un foro en internet llamado ‘Without her knowledge (Sin su conocimiento’), alojado en el sitio web Coco.
Este portal, que fue cerrado por las autoridades en junio de 2023, se había convertido en un espacio donde los usuarios compartían contenido y discutían sobre cómo drogar y abusar de sus parejas sin que ellas lo supieran. Aunque Dominique Pélicot intentó minimizar su participación en este foro, alegando que solo participaba “ocasionalmente”, las pruebas revelan lo contrario. En varias conversaciones, se lo ve usando abiertamente la palabra “violación” y detallando cómo las pastillas para dormir le permitían realizar actos sexuales que su esposa no habría consentido en otras circunstancias.
La víctima invisible
Gisèle, la esposa de Dominique Pélicot, ha estado presente en cada sesión del juicio. Serena y reservada, ha escuchado los terribles detalles de lo que vivió sin mostrar demasiadas emociones. Un contraste marcado con el dolor visible de su hija, Caroline Darian, quien se ha convertido en una de las voces más activas contra su padre. Darian, que utiliza un pseudónimo, relató durante el juicio cómo descubrió los crímenes y cómo esto fracturó a su familia.
En 2022, Caroline publicó un libro titulado Y dejé de llamarte papá” (Et J’ai Cessé de T’appeler Papa). En él, narra el impacto devastador que las acciones de su padre tuvieron en su vida. Durante el juicio, su dolor quedó más que probado cuando se revelaron los detalles más gráficos del caso, incluyendo la existencia de montajes fotográficos en los que su padre utilizó imágenes suyas en situaciones humillantes. Al escuchar esto, Caroline se derrumbó en la sala del tribunal y fue sacada por sus hermanos y su abogado, Antoine Camus.
A lo largo de los años, Gisèle ha sido víctima de múltiples agresiones sexuales que ocurrieron en su propio hogar, ubicado en la pequeña localidad de Mazan, a unos 30 kilómetros de Aviñón. En las imágenes y videos recuperados, ella aparece inconsciente. En la mayoría de los casos, se encuentra en posición fetal. Los desconocidos, mientras tanto, abusan de ella. Las investigaciones revelaron que Dominique Pélicot había administrado cientos de pastillas a su esposa para mantenerla sedada. Era la única forma de facilitar los abusos. Se calcula que en un solo año ordenó más de 450 píldoras a través del sistema de seguro médico nacional. Los hombres que violaron a su mujer ascienden por encima de los 70.
Hay otros 51 hombres acusados en el juicio
El caso no solo involucra a Dominique Pélicot. Otros 50 hombres, todos ellos supuestamente reclutados a través de internet por Pélicot, están siendo juzgados. De estos, 18 se encuentran en prisión preventiva, mientras que el resto enfrenta los cargos en libertad. Un hombre más está siendo juzgado en ausencia, mientras que las autoridades continúan la búsqueda de otros 21 sospechosos.
Si son condenados, los acusados podrían enfrentar penas de hasta 20 años de prisión por violación agravada. Las pruebas en su contra son abrumadoras. La policía encontró miles de fotografías y vídeos que documentan las agresiones cometidas contra Gisèle. A pesar de las abrumadoras evidencias, Dominique Pélicot ha tratado de desviar la responsabilidad. Afirma que las agresiones fueron “casuales” y que no formaban parte de un patrón sistemático. Sin embargo, los registros de las conversaciones en el foro y la cantidad de pastillas que administraba a su esposa refuerzan la tesis de que fue una conducta planificada y deliberada.