Día Europeo contra la Trata de Personas

El 70% de las víctimas de trata son mujeres

Aunque existe un porcentaje de hombres víctimas de trata con fines de explotación laboral, la mayoría, un 95%, son mujeres utilizadas con fines de explotación sexual

El pasado 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional contra la Explotación Sexual. Desde Artículo14 hablamos con la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres que proporcionan una salida a 92.496 mujeres. Hoy, 18 de cotubre, con motivo del Día Europeo de la Lucha contra la Trata de Seres Humanos volvemos a poner el foco en ellas, en las mujeres. Se estima que el 70% de las víctimas de trata son mujeres, el 95% de ellas utilizadas con fines de explotación sexual.

No nos olvidamos de ellos, los hombres, el otro 30% que son explotados laboralmente principalmente para trabajos como la agricultura o la construcción, según datos manejados desde Diaconía España. Sin embargo, una vez más, las mujeres vuelven a protagonizar las cifras, por lo que creemos que es imprescindible poner el foco en ellas.

Dos datos más. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) recogió que en el 25% de los casos, las supervivientes de trata habían sufrido múltiples formas de violencia de género antes de ser víctimas de trata. El estudio también reveló que en el 13% de los casos de trata, la pareja era el tratante.

Cómo detectar un posible caso de trata

Diaconía España trabaja directamente con víctimas de trata a través de diferentes proyectos. Y aunque pueden llegar a ellas y ayudarlas por distintas vías, Eva Márquez, directora del Área de Mujer y Lucha contra la Trata en Diaconía España, explica que todas las personas pueden identificar un caso de trata. “Hay casos de trata en nuestras calles, en nuestros vecindarios, en nuestros pueblos y en nuestras ciudades. Desde el club de carretera que conoce todo el pueblo hasta en el piso de mi bloque donde no paran de entrar hombres y hay un trasiego continuo de noche y de madrugada”.

No tiene porque ser solo trata con fines de explotación sexual, aunque es la más común, Márquez señala que también nos podemos fijar “en ese salón de uñas en el que mañana, tarde y noche trabaja una misma chica”.

Además, colaboran con la Guardia Civil en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en la sala de asilo “donde llegar muchas personas solicitando protección internacional”. Gracias a esta presencia comenzaron a ver que “había muchas personas, sobre todo mujeres, que después de dotarlas de recursos desaparecían sistemáticamente“.

Para detectar estos casos, las autoridades se fijan primeramente en la vulnerabilidad de la mujer: “Cuando te encuentras ante una persona vulnerable que ha llegado a España sin nada y cuenta una historia tremenda por la que tuvo que pasar, nos mantenermos alerta“. Además, estas mujeres suelen venir acompañada de otra persona que no se separa de ellas: “No las dejan reunirse ni hablar sin presencia suya”. En otros casos, es la mujer la que cuenta a las autoridades que ha habido un hombre que le ha ayudado a escapar de la situación en la que se encontraba. “Lo que no saben es que están generando una deuda que después tendrán que pagar“, cuenta Márquez.

Refugio para las víctimas

Diaconía España, además de los programas de prevención y de detección de víctimas, tienen una red de recursos específicos con “atención multidisciplinar, atención psicológica, social, educativa y jurídica”. También cuentan con “casas seguras de refugio para víctimas con o sin hijos“. Márquez hace hincapié en su servicio jurídico dado que las abogadas “se personan en procedimientos penales como acusación particular y defienden los intereses de las testigos protegidas”.

Llegan a ellas de diferentes formas, pero las que mejor les funciona son las unidades móviles que sitúan en “lugares de explotación“. Intentan generar un vínculo con las mujeres y les ayudan con “productos de higiene o comida”. Además, les proponen hacer talleres o otras actividades donde las víctimas se acaban abriendo y les cuentan su historia.

Contra la trata de seres humanos todos podemos ayudar, primero brindando ayuda y después denunciando el caso a las autoridades para que acaben con los explotadores en un negocio que mueve a dos millones y medio de personas al año, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

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