Hace no muchos años, en España, también se pagaban dotes por la mujer a la familia. Después, la joven se iba con su futuro marido al cual ella no había elegido. Eso también era otra forma de violencia contra las mujeres. Pero lo peor para muchas, llegaba al entrar a su nueva casa.
Insultos, desprecios, maltrato y violaciones eran el día a día de nuestras antepasadas. Muchas aguantaban porque por aquella, una mujer no podía vivir sola a ojos de la sociedad. Necesitaba permiso para todo, hasta para tener su propio dinero y poder abrirse una cuenta en el banco a su nombre. Y de esto no hace tantos años.
Una violencia de la que apenas se habla y que miles de mujeres han sufrido en soledad en toda España. Incluso, muchas aun la siguen sufriendo porque aunque la sociedad ya es distinta, su historia les dice que deben quedarse al lado de su marido. Tanto es esto que el Ministerio de Igualdad recogió en un estudio que el 67% de las mujeres encuestadas llevaba sufriendo violencia de género desde hace más de 20 años.
Sus arrugas en la piel guardan más de lo que podrán contar nunca. Ellas son las supervivientes a décadas de maltrato continuado. Y para quien no crea sus historias, aquí están los datos que lo demuestran. Según la Macroencuesta del Gobierno contra la Violencia de género, el 23,4% de las mujeres de más de 65 años ha sido víctima de violencia de género. Sin embargo, como decimos siempre, se calcula que el 80% de las víctimas no denuncian, por lo que el dato podría ser mucho más alto.
Violencia de género en mujeres mayores de 65 años
El Ministerio de Igualdad publicó en el año 2019 un estudio sobre las mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género. En él son encuestadas mujeres desde los 65 hasta los 83 años. Llama la atención que el 60% de las mujeres encuestadas viven en una ciudad pequeña, municipio rural o aldea aislada. Además, el 52% están divorciadas y el 27% separadas.
En torno al 80% de las encuestadas ha vivido violencia psicológica. El 79% eran ignoradas y el 77% no podía ver a sus amigos o amigas. El 75% ha sufrido violencia física. Le han abofeteado o tirado algo con el propósito de hacerle daño. El 59% también sufrió violencia económica. Su marido le impedía tomar decisiones de la economía familiar o hacer compras de manera independiente.
Entre las razones por las que las mujeres no se divorciaban de sus maridos, en el 35% de los casos era porque tenían miedo de las mataran. El 32% porque no tenían donde ir si se iban de su casa y otro 32% porque pensaba en sus hijos y no quería verlos sufrir.
El 98% de las mujeres encuestadas en este estudio tenían hijos. De ellas, el 70% asegura que sus hijos también han sufrido violencia de género por parte de su padre. Además, en el 79% de los casos, ellos eran menores de edad.
El 25% de las mujeres explica que la jubilación empeoró la situación de violencia que vivían. El 85% mostraba mayor agresividad y maltrato psicológico y el 78% le controlaba aun más su vida social.