En las últimas horas la defensa de Juana Rivas en España ha comunicado que la ex pareja de la mujer granadina, el italiano Francesco Arcuri, ha sido imputado por malos tratos contra su hijo menor, que sigue viviendo con él en Carloforte, en la isla de Cerdeña. Una decisión de la Fiscalía de Cagliari llega tras haber terminado la pericia judicial relativa a la denuncia de 2022. La noticia se ha conocido mientras el veredicto final sobre la custodia del mismo hijo sigue en pausa desde el pasado mes de abril cuando el Tribunal Supremo italiano, a petición de la defensa de Rivas, anuló la sentencia precedente que había confirmado la separación de los dos hijos y que permitió que el menor siga aún a día de hoy con el padre. El TS pidió revisar el caso de nuevo atendiendo al interés superior de los niños.
La Fiscalía italiana, según ha adelantado la defensa de Rivas, lo acusa de violencia física contra su hijo menor. Una imputación que llega acompañada de un vídeo del hijo mayor, Gabriel, que tiene ahora 18 años, y que habla por primera vez de forma pública para denunciar la situación que vive su hermano. Cuenta, por ejemplo, que su padre no es capaz de gestionar su ira y que ambos sintieron riesgo de muerte por violencia física y agresiones verbales. Una situación que inquieta a la defensa de Juana Rivas que ha pedido se aceleren los procesos para que el menor no corra más peligro.
Un momento decisivo para el caso
Los dos hijos se encuentran separados desde que la Corte de Apelación de la ciudad de Cagliari, en la isla de Cerdeña, decidió en 2023 mantener la custodia del hijo menor al padre Francesco Arcuri. Como el mayor superaba los 14 años, tenía la capacidad de elegir dónde vivir y decidió hacerlo con su madre. Sin embargo, esta decisión judicial que no tenía en cuenta el lazo familiar entre los hermanos fue anulada por una sentencia del Tribunal Supremo italiano en abril de este año. El TS consideraba que no se estaba teniendo en cuenta el interés del menor y que tenía que volver a realizarse el proceso con una conformación diversa de la Corte de Apelación de Cagliari. Decisión que aún no se ha conocido hasta el momento mientras, desde hace dos años, los dos hermanos viven separados: el menor sigue con su padre en Cerdeña y el mayor, Gabriel, con Juana Rivas en Granada.
La defensa de Juana Rivas en Italia en declaraciones a Artículo14 pide prudencia ya que se trata del futuro de un menor de edad y señala que este puede ser un momento decisivo para este caso. De hecho, desde que convive este caso del tribunal penal sobre malos tratos con el caso abierto en el Tribunal civil sobre la custodia, pide a los tribunales que compartan informaciones que pueden ser decisivas porque así lo establece el protocolo. Como señala la Convención de Estambul, que Italia ha ratificado, es incompatible la custodia exclusiva de un padre maltratador.
Han sido múltiples las denuncias que ha recibido Francesco Arcuri durante estos años ante la justicia italiana pero esta, relacionada con los maltratos al hijo menor, es la que ha llegado por ahora más lejos. En Italia de hecho en este momento, como hemos señalado, conviven dos casos judiciales aún abiertos, uno civil y otro penal. Sin embargo, es importante recordar que, en España, la historia judicial del caso de Juana Rivas está completamente cerrada tras la condena a cinco años de prisión y el indulto parcial de 2022.
También, años antes, en 2009 la justicia española emitió una condena por malos tratos contra Arcuri. A pesar de que han pasado 15 años desde que esta historia comenzó, Juana Rivas ha mantenido siempre su objetivo inicial de luchar por la custodia de sus dos hijos.
La madre granadina es aún en Italia, para la gran parte de la prensa, una desconocida. En España, sin embargo, su caso, que saltó a la luz cuando en 2017 no quiso devolver a sus hijos a su ex pareja en Italia por la situación de maltrato que vivía, nunca ha salido de la esfera mediática. Esas dos visiones coinciden también con las de dos magistraturas, la Italia por un lado que llegó, por ejemplo, a darle la custodia de los dos hijos al padre, con la española, en el lado opuesto, que llegó a indultar parcialmente a la madre.