Dani Alves, condenado a cuatro años y medio de prisión por violación, ha colgado en sus redes sociales un vídeo donde aparece vestido con una equipación de entrenamiento del FC Barcelona haciendo ejercicios en la ciudad deportiva Joan Gamper (las instalaciones del club azulgrana en Sant Joan Despí).
!!!No importa que digan; las grandes historias si escribe solo y Dios!!! pic.twitter.com/ZhVNpFWrrU
— Dani Alves (@srDaniAlves) February 5, 2025
La publicación de este vídeo ha desatado decenas de comentarios de indignación en las redes ante la sospecha de que el FC Barcelona había cedido sus instalaciones al futbolista condenado por violación. No obstante, según ha podido saber Artículo14,” las imágenes no son de esta semana”, puesto que ni el campo de entrenamiento presenta en la actualidad ese aspecto (hay lonas publicitarias diferentes) ni tampoco esas son las camisetas que ahora usan en el club. “El vídeo no es actual, ni de ayer 5 de febrero (día en que lo publicó Alves), ni de esta semana”, han asegurado a este periódico, sin precisar si accedió a las instalaciones una vez investigado o condenado.
La Audiencia de Barcelona condenó Alves a cuatro años y medio de prisión como responsable de la agresión sexual a una joven de 23 años en los lavabos de un reservado de la discoteca Sutton, en Barcelona. Los magistrados dieron credibilidad al relato de la víctima y consideraron probado que el exjugador del Barcelona la penetró vaginalmente sin su consentimiento y “con uso de la violencia”.
Alves se encuentra en libertad a la espera de que se materialicen los distintos recursos a esta sentencia y la condena sea firme.
Una violación cada hora y media en 2024
El año pasado se denunció una violación cada hora y media, 14 al día, y 55 agresiones sexuales sin penetración cada 24 horas. Según la macroencuesta de Igualdad, en España, solo se pone en conocimiento de las autoridades el ocho por ciento de las agresiones sexuales. El 92 por ciento queda impune.
Además, según los expertos, este tipo de comportamientos donde un condenado por violación trata de proyectar que su vida continúa con normalidad contribuye a revictimizar a la mujer agredida por Alves, a empeorar su sintomatología y a retrasar su recuperación.
“No sé quién es esa señorita, no la conozco”
No es la primera vez que el futbolista ejerce violencia contra la víctima en las redes sociales, a pesar de que se le redujo la pena por reparar el daño causado, por abonar 150.000 euros. Cuando saltó la noticia de la agresión sexual, publicó varios vídeos después de que la joven a la que violó le denunciara. “No sé quién es esa señorita, no la conozco“, contó en el programa Y ahora Sonsoles, presentado por Sonsoles Ónega. Sin saber que había cámaras, testigos y pruebas físicas de su agresión sexual, el futbolista revictimizó a la mujer a la que había atacado. Lo hizo con publicidad, en un programa líder de su franja, y a través de las redes sociales.
Meses más tarde de esa primera aparición en los medios, volvió a dar una entrevista, esta vez desde la cárcel, a la colaboradora del Programa de Ana Rosa y redactora de La Vanguardia, Mayka Navarro. En ella, cuestionaba la versión de la víctima y llegaba incluso a decir: “No sé si ella tiene la conciencia tranquila, si duerme bien por las noches. Pero yo la perdono“. Una aberración que no se quedó ahí.
Su madre publicó datos de la víctima
Poco antes de que comenzase el juicio, que tuvo lugar en febrero, la madre de Dani Alves, Lucía Alves, volvió a dañar a la víctima. En esta ocasión publicó otro vídeo a través de Instagram donde supuestamente se veía a la joven disfrutando de su tiempo libre, en el se especificaba su nombre completo y se podía leer: “Esta es la celebración de quien alega incapacidad para trabajar”.
La injusta reparación del daño
A pesar de las entrevistas, los señalamientos y el dolor que ocasionaba con sus declaraciones el tribunal que le condenó consideró que se le debía rebajar la pena porque había intentado reparar el daño. No con sus acciones y palabras, obviamente, sino con dinero. Alves, cuya carrera como futbolista de élite le convirtió en millonario, consignó 150.000 euros. Esa acción se enmarca dentro del atenuante de reparación del daño.
La Fiscalía pedía 9 años de prisión y la acusación 12, pero con el pago de los 150.000 euros, la pena solo podía oscilar entre los cuatro y los ocho años. El tribunal finalmente optó por la pena mínima y explicó que el acusado “se ha mostrado conforme a indemnizar a la víctima por encima de los parámetros habituales en este tipo de delitos”.
¿Es razonable que un millonario pueda ver rebajada su pena por violación al pagar una cifra que no afecta a sus finanzas? ¿Se puede considerar que se está reparando a la víctima de una agresión sexual cuando al mismo tiempo se la está exponiendo y dañando públicamente?