A Rocío la asesinaron en su casa de Cartaya (Huelva) donde, hace un tiempo, también murió su hijo acompañado de un amigo. Una macabra coincidencia que no es la única casualidad que rodea este crimen. El hombre que encontró el cuerpo de esta mujer de 54 años, asesinada a martillazos, también había ejercido violencia contra ella cuando eran pareja, según adelanta el diario Huelva Información.

Una cita y a una reformar de baño
De hecho, Rocío le denunció y entró en el sistema de protección para víctimas de violencia de género, VioGén. Parece ser, que tras la acusación volvieron a tener cierta relación, tanta como para que él, albañil de profesión, la estuviese ayudando con la reforma de un baño.
A las ocho de la mañana, la expareja llegaba a la calle Madroño, en la barriada del Almendral de la localidad onubense. Él ha contado que hacía quince días que no se veían y que, además, de reformar el servicio de la planta baja, la iba a acompañar a una cita.
Al no contestar a sus llamadas, se coló por el balcón
Al no abrir la puerta, ni contestar a sus llamadas, este hombre decidió introducirse en la casa por el balcón. Una vez dentro de la vivienda, tumbada en la cama de su habitación, estaba el cuerpo sin vida de Rocío. La habían asesinado a martillazos.
El hombre comenzó a gritar ante la terrible escena que se encontró y fueron los vecinos quienes llamaron a la Guardia Civil al escuchar sus lamentos.
Las cámaras de seguridad podrían haber grabado al asesino
Se da la circunstancia de que la casa de Rocío tenía cámaras de seguridad. Se pusieron, cuentan los vecinos, cuando al hijo que falleció en la misma vivienda le quemaron el coche. Ahora, podrían ser una prueba clave.
Sin embargo, una vecina de Rocío encontró, cerca de su puerta, unas mantas tiradas en la acera y se trabaja con la hipótesis de que el asesino hubiese utilizado el ropaje para esconder su rostro de las grabaciones.

“Lo tenía como recogido”
Los investigadores buscan a su actual pareja, con el que convivía. En cambio, según el testimonio de algunos conocidos, la relación estaba rota, aunque continuaban viviendo bajo el mismo techo. “Lo tenía como recogido”, aseguran.
En cualquier caso, parece no haber rastro del hombre. La Guardia Civil, a los mandos de la investigación, le están buscando como presunto autor del asesinato, aunque no se descarta ninguna hipótesis.
La víctima y su familia eran originarios de Cartaya y Rocío trabaja en la delegación de Hacienda de la Junta de Andalucía.
Rocío podría ser una víctima persistente
De confirmarse que Rocío fue asesinada por su actual pareja, estaríamos ante lo que se conoce como una víctima persistente. Se trata de mujeres que sufren malos tratos por distintas parejas a lo largo de su vida. No es sencillo recuperarse de la violencia de género. No todo acaba al denunciar y separarse. Por eso, los expertos insisten en la necesidad de un seguimiento y acompañamiento humano y psicológico de, al menos, dos años.
Rocío sería la décima mujer asesinada por violencia de género este año en España y la número 1.304 desde 2003, fecha en la que se comenzaron a contabilizar los asesinatos por violencia machista. La última víctima mortal, Marta, de 44 años,fue asesinada el pasado viernes 18 de abril, hace una semana. Su pareja la estranguló e introdujo su cadáver en el maletero. Cuando se topó con una patrulla de los Mossos d´Esquadra, que realizaba labores de apoyo a una grúa en la carretera, se entregó y confesó.
En este caso, el asesino era un agresor reincidente y había maltratado a varias parejas antes de acabar asesinando a Marta.