Cuando la violencia digital va demasiado lejos: videollamadas masturbándose y fotos de su miembro

La activista Pamela Palenciano lleva unas semanas luchando contra la violencia digital que recibe cada día. El último episodio tuvo lugar hace dos días cuando un hombre le hizo una videollamada en la que se masturbaba

Cuando se habla de violencia digital, a menudo, se hace referencia a insultos, a acoso en redes sociales o a amenazas. Pero no hay que olvidar la violencia digital sexual. Es decir, aquellas fotografías o vídeos que las mujeres reciben sin haber solicitado por parte de hombres de sus miembros o realizándose masturbaciones. Por desgracia, la activista y actriz Pamela Palenciano ha tenido que hacer frente a este tipo de situaciones muchas veces.

“Llevo siete años enfrentando esta violencia”, cuenta Palenciano. El último episodio tuvo lugar hace dos días. Mientras la actriz trabajaba en su casa, recibió una petición de videollamada a través de WhatsApp de un número que desconocía, pero debajo de él aparecía el nombre de un hombre. Ya le había llamado en anteriores ocasiones, pero nunca le había podido coger. Así, Pamela, que ya se esperaba que tipo de llamada iba a ser, decidió grabar la pantalla con su otro móvil.

En la videollamada se escuchan gemidos de fondo y se ve a un hombre masturbándose en directo. Minutos después, cuando Pamela cuelga la llamada, recibe un whatsapp de este hombre: “Me encantan tus monólogos, suerte y sigue así Pamela. Un saludo“.

Denunciar públicamente las violencias digitales

La activista ha decidido denunciar públicamente esta situación a través de sus redes sociales: “Comparto esta violencia digital para avisar también a otras mujeres. Este hombre al igual que los demás que realizan esto tienen el propósito de amedrentar, intimidar, quedar por encima y ejercer su violencia”.

una foto de pamela palenciano

Pamela Palenciano lleva sufriendo violencia digital mucho tiempo

Violencia que ha notado que se ha recrudecido en el último mes: “Donde más me está fastidiando es en los espacios supuestamente seguros que tengo“, explica Palenciano visiblemente dolida.

“A cualquier mujer que enfrente esta violencia le diría que lo primero que tendría que hacer es colgarlo en sus redes. Que no está sola y que no sienta vergüenza, que la culpa no es nuestra. Nosotras tenemos derecho de colgar en nuestras redes lo que queramos y hay que contar que hay quien viene a gritarte, insultarte o intentar violentarte”, aconseja Palenciano.

Además, con el apoyo de su abogada, Pamela Palenciano no siente miedo y expone públicamente el nombre, el instagram o el teléfono de los hombres que intentan dañarla. “Hay que subir sus nombres para que así piensen dos veces si lo volverían a hacer”.

Como en esta ocasión, pues la activista publicó en su cuenta de Instagram y Facebook el nombre del hombre y su número de teléfono. Horas después, en vez de recibir una disculpa por su parte, la amenazó: “Me han dicho que has subido mi información a tu perfil. Eso también es un delito. Yo no te volveré a molestar a ti y espero que tu a mí tampoco. Quítalo de tu perfil y cada uno por su lado. Yo también sé de qué parte de Jaén eres, así que quítalo y bloquéame“.

Pamela se pregunta con qué propósito le dice “sé de qué parte de Jaén eres”. Automáticamente, se puso a pensar “en una persona que me conoce cuando vivía en el pueblo y que sea amigo de mi ex”. También sintió miedo por sus seres queridos: “Espero que no le hagan nada a mi familia”.

Justificaciones

Sin embargo, pese a recibir, en este caso, una videollamada no deseada de un hombre masturbándose, todavía es ella la que tiene que explicar por qué le expone a él dado que hay muchas personas que juzgan su comportamiento: “Si lo comparto en redes es porque a nivel político y simbólico colgar este tipo de cosas es válido porque muestra la violencia simbólica. No lo hago por la victimización”.

Una mujer que le brindó su apoyo en redes visibilizó justamente esto: “A mí lo que me flipa es que después de todo, seas tú la que debas justificarte o a la que pidan explicaciones. O incluso a la que señalen y den lecciones”.

Esta es la realidad que mujeres como Pamela Palenciano tienen que soportar cada día. Como ella misma dice, “yo ya tengo callo en esto”, pero siente miedo por “las miles de mujeres que tenemos que soportar este tipo de violencia porque sí, porque les da la gana. Y me pongo a pensar sobre todo en las jóvenes que no tienen las herramientas para enfrentarlo”.