Abuso de menores

‘Cómo cazar a un monstruo’ y otras maneras de seguir luchando contra la pederastia y la pedofilia

Se estima que en España, el 11,7% de los menores de edad son víctimas de abuso sexual en la infancia o la adolescencia

Lluis Gros en el momento de ser detenido por los Mossos d'Esquadra Prime Video

En España, aun hay mucho que reflexionar sobre la pedofilia si se conoce como un canto popular la siguiente letra: “Me encontré una niña sola en el bosque, la cogí de la manita y me la llevé a mi camita. Le subí la faldita y le bajé la braguita. Le eché el primer caliqueño. Le eché el segundo caliqueño. En el tercero ya no quedaba leche”.

Letra que ha llegado a defender incluso el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello. Al menos, esta postura no ha sido la común. Los vecinos de Vitas, cuyo alcalde cantó a pleno pulmón el cántico señalado, se echaron las manos a la cabeza y no le siguieron. Al día siguiente, la mayoría de grupos políticos pidieron su dimisión y el Partido Popular lo expulsó de sus filas.

No es una actitud que se pueda defender. Se calcula que la pederastia en España afecta al 11,7% de los menores de edad, según un estudio realizado por el Defensor del Pueblo. Por ello, es importante seguir haciendo hincapié en la gravedad de este tema y no olvidarlo por la dimisión del alcalde. Los hechos son muy graves y, por desgracia, siguen ocurriendo.

El debate estaba más que servido en redes sociales cuando muchas mujeres contestaban que preferían encontrarse en un bosque a un oso que a un hombre porque el oso “a veces no atacaba”. Declaraciones que ha herido el orgullo de muchos hombres. Pero es que esta semana también se ha conocido la detención de un hombre en Cantabria que grababa en los vestuarios a jugadoras de un equipo de fútbol, algunas de ellas menores.

Para entender más sobre la pedofilia y la pederastia, el documental del periodista Carles Tamayo, que lleva tres años preparando y que se estrenó ayer en Prime Video, titulado Cómo cazar a un monstruo muestra la realidad de uno de ellos. En él ha investigado los delitos de abuso sexual, prostitución y corrupción de menores que se le imputaron en 2019 a Lluís Gros, gerente de un cine de El Masnou, que fue condenado a 23 años de prisión.

Gros acudió a Tamayo para que demostrase su inocencia. El periodista accedió al no comprender cómo habiendo sido condenado, seguía en libertad. Al investigar sobre el caso, Tamayo descubrió que Lluís Gros seguía en contacto con menores y que estaba planeando un plan de fuga de España. Así mismo, el siempre pensó que era culpable porque le denunciaron “varios chicos que no se conocían entre sí y que contaban hechos parecidos“.

Pedofilia y pederastia

Aunque son dos términos que en muchas ocasiones van de la mano, es importante diferenciarlos. La pederastia se refiere al abuso sexual que se comete con menores de edad, tal como el de Lluis Gros. La pedofilia alude a la atracción sexual que un adulto siente por un menor de edad, como los cánticos populares del alcalde de Vitas.

Con la llegada del verano, los comentarios pedófilos se han multiplicado. Además, quienes los expresan creen que son comentarios normales. Hace unas semanas se denunciaba públicamente en Twitter como un padre había bajado a la piscina comunitaria con su hija adolescente después de pasar todo el verano fuera. Tuvo que hacer frente a comentarios de otros vecinos que ensalzaban el físico de su hija menor de edad: “Vaya cómo se ha desarrollado la niña” o “la niña ya no es tan niña”, fueron algunos de ellos.

Pero esto también ocurre en redes sociales ante la atenta mirada de la sociedad. Hace unos días, la actriz Luna Fulgencio, de solo 13 años, tuvo que soportar algunos de estos comentarios en su Instagram: “A la fuerza si no quiere”, “ya la estrenaron seguramente”, “la gente dice de darle unos añitos pero yo creo que no le hace falta”, “¿llevará braguitas o tanguita?”. También está el comentario donde un hombre escribe “menor” y lo acompaña del emoji de una carita babeando. Actitudes pedófilas ante los ojos de todos. Sin embargo, solo unos pocos son los que se atreven a recriminar estas actitudes en público. Dichos comentarios han sido eliminados tras las denuncias de otros usuarios.

Actitudes como estas pensamos que no son comunes en nuestro entorno, no obstante, tal y como publica Save the Children, los abusos sexuales a menores se producen por una persona conocida o del entorno familiar en ocho de cada diez casos. Fue esto lo que le ocurrió a Laura Strego, una niña que cuando tenía 12 años empezó a recibir regalos por parte de un amigo de su hermano que tenía 20. La llevaba al cine a ver películas de Disney, pero también le enseñaba pornografía y abusaba de ella. Incluso la llegó a marcar con uno de los códigos que utilizan los pedófilos para señalar y reconocer a sus víctimas: un colgante de un corazón con otro dentro. Existen más símbolos como el triángulo azul o la mariposa de alas azules y rosas.

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