Cronología de una fuga que sacudió la conciencia de España

La huida de Juana Rivas para no entregar a sus hijos a su ex pareja abrió el debate sobre los permisos en casos de denuncias de violencia machista

Caso Juana Rivas
Una imagen de una manifestación de apoyo a Juana Rivas EFE

¿Se acuerda del hashtag #Juanaestaenmicasa? Fue una frase muy escuchada y usada en redes sociales en el año 2017. Aquel año Juana Rivas hizo historia y puso sobre la mesa el concepto de ‘madres protectoras‘. Sin saberlo, levantó un ejército de mujeres y hombres que decidieron creerla y, de alguna manera, intentaron protegerla. A ella y a sus dos hijos pequeños cuando decidió esconderlos de su padre afincado en Italia.

El nombre de Juana Rivas saltó a la opinión pública en el año 2016 cuando se produce el primer auto judicial en el que se le obliga a entregar a sus hijos a su padre en Italia. Sin embargo, todo comenzó mucho antes.

¿Quién es Juana Rivas y por qué todo el mundo hablaba de ella?

En el año 2004, Rivas conoció a Francesco Arcuri en Londres con el que comenzó una posterior relación. Su primer hijo nació en 2005 y ya, un año después, se fueron a vivir los tres juntos a Granada. En el año 2009, ambos se pelean y Rivas se dirige al hospital con daños en una mano.

Allí emite la primera denuncia por maltrato contra su pareja, Arcuri. El parte médico recogió que la mujer presentaba “erosiones en el hombro y antebrazo”. De la misma manera, el italiano la denunció a ella también por maltrato.

Poco después, Arcuri impidió la entrada de la policía a su domicilio, motivo por el que fue arrestado. En ese momento, fue examinado por el médico forense el cual observó que tenía “moratones en el muslo y en la cadera”. También “erosiones en la pierna y en el cuello”.

Debido a esto, Francesco Arcuri incurrió en un delito de lesiones en el ámbito familiar tras otro episodio en el que él la “golpeó en repetidas ocasiones”. Por ello, fue condenado a tres meses de prisión y a una orden de alejamiento de un año y tres meses. Por su parte, Juana Rivas salió absuelta de todo delito.

Pese a estos hechos, ambos decidieron reconciliarse aun con la orden de alejamiento impuesta. Deciden irse a vivir a Calaforte, en Cerdeña, localidad en la que tienen a su segundo hijo. Durante este tiempo y hasta 2013, vuelven a romper, pero retoman la relación de nuevo.

Ya en 2016, Juana Rivas abandona Italia con sus dos hijos y se marcha a Granada con el pretexto de visitar a su familia. Alegó que había vivido “una situación diaria de opresión, aislamiento y maltrato” durante los dos últimos años. En la fecha que tenía previsto volver, le dijo a Arcuri que se había puesto mala y que, por ello, retrasaría el viaje.

La llamada madre protectora pidió ayuda en el Centro de la Mujer de Maracena y aconsejada por ellas, presentó una denuncia ante la Guardia Civil por “presuntos maltratos físicos y psicológicos” por parte de su pareja. A finales de 2016, interpone una segunda denuncia en la que añade que su hijo mayor también había sufrido maltratos por parte de su padre.

Al mismo tiempo, el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada exige a Rivas llevar a sus hijos a Italia junto con su padre. Resolución que se hace firme en abril de 2017. Meses antes, en enero, comienza una recogida de firmas para evitar la devolución de sus hijos con su padre. Es en este mismo momento en el que comienza a hacerse mediático su caso después de que consiguiera 150.000 firmas.

Sin embargo, aunque esto significó un antes y un después para la sociedad española, la Audiencia desestimó su apelación y, de nuevo, le volvió a exigir que devolviera sus hijos con su progenitor. Esta vez hasta concertó la entrega en un Punto de Encuentro Familiar en Granada. No obstante, Juana Rivas decidió proteger a sus hijos y el 26 de julio se ocultó junto con ellos.

El abogado de Arcuri solicitó una orden de detención internacional contra Rivas acompañada de un informe desfavorable de una psicóloga italiana contra la granadina. Es en este momento cuando se empieza a hacer viral el hashtag #juanaestaenmicasa. Miles de personas la apoyaron, aun sin conocerla, por su lucha, valentía y la cercanía que desprendía. Y, sobre todo, porque la mayoría pensó que su situación era una injusticia.

La Justicia italiana también ordenó su propio veredicto

Finalmente, el 28 de agosto de 2017, Juana Rivas entregó a Francesco Arcuri a sus hijos. Los cuales, se los llevó a Italia de nuevo. Ya en julio de 2018, Rivas fue condenada a cinco años de prisión, seis de inhabilitación para ejercer la patria potestad y 30.000 euros de indemnización.

Hasta la actualidad, Juana Rivas sigue luchando por defender su verdad y por proteger a sus hijos. Durante estos años, en otra ocasión se escondió con sus hijos y aunque tuvo que volver a devolverlos, nunca dejó de luchar por ellos. Incluso desde su ingreso en un centro de inserción y, más tarde, en su casa. También hay que recordar el indulto parcial que le concedió el Consejo de Ministros.

Fueron muchas las políticas, por tanto, que la ayudaron y le dieron voz cuando ella parecía no tenerla. Sin embargo, ya en 2024, su caso sigue siendo estudiado. Ahora, el Tribunal Supremo italiano ha anulado la sentencia sobre la custodia de los hijos. Los cuales, desde el año pasado, y por orden de la Corte de Apelación de Cagliari, permanecen separados. Uno vive con el padre en Italia y otro con la madre en España. Ahora el Tribunal Supremo pide que la justicia vuelva a pronunciarse sobre esta medida.

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