Aumentan un 55% las agresiones sexuales a menores, según la Fundación ANAR

El 80% de las víctimas son niñas y la media de edad son 12 años

Agresiones sexuales a adolescentes - Violencia contra las mujeres
Las agresiones sexuales a adolescentes han aumentado en España Licencia Unsplash

Las agresiones sexuales a menores detectadas por el teléfono o chat de la Fundación ANAR han aumentado un 55,1 por ciento en los últimos cinco años, según su II estudio ‘Agresión Sexual en Niñas y Adolescentes según su testimonio. Evolución en España (2019-2023)‘.

“Las agresiones sexuales, sobre todo en menores de edad, son un fenómeno escondido y oculto por nuestra sociedad, en el que prevalece por parte de las víctimas muchas veces el miedo y la vergüenza“, ha afirmado este martes en rueda de prensa el director técnico de la Fundación ANAR, Benjamín Ballesteros.

Según ha revelado la directora del teléfono y el chat ANAR, Diana Díaz, la fundación ha ayudado a 4.522 menores de edad víctimas de violencia sexual (3.560 niñas y mujeres adolescentes, 959 varones y tres menores no binarios) desde enero de 2019 a junio de 2023. En este sentido, ha añadido que la tasa de crecimiento desde el anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019, ha sido del 353%, informa Efe.

“La tecnología está implicada directamente en este incremento, además de otras muchas causas que evidentemente están ahí”, ha asegurado Díaz, que ha agregado que la tecnología aparece en un 43,9% de los casos.

En cuanto a los tipos de agresión sexual, ha precisado que la presencial, que ha dicho que hace referencia a cuando la libertad sexual de la niña o de una adolescente ha sido “claramente atacada, claramente vulnerada”, ha supuesto el 91,5% de los casos.

A continuación aparece el ‘grooming’, cuando un adulto se infiltra en las redes con el objetivo de conseguir una gratificación sexual, que ha supuesto el 3,1%; seguido del sexting no consentido, con el 2,2% de los casos; la pornografía, con el 1,3%; y, por último, la explotación sexual o prostitución, con un 1,9%.

El estudio refleja que las formas de agresión sexual más frecuentes han sido los tocamientos de zonas del cuerpo (50,9%), la penetración (19,4%), los besos (11,2%), la masturbación (10,1%) y obligar a realizar o presenciar actos de exhibición sexual (8,4%).

Respecto al perfil de las víctimas, Díaz ha señalado que es “marcadamente femenino”, siendo un 78,7% el porcentaje de niñas y mujeres que sufren este tipo de violencia. La edad media es de jóvenes de 12,5 años de media, frente a los 11,6 años de media del anterior estudio Abuso sexual de ANAR 2008-2019. Asimismo, ha añadido que, en el caso de los niños varones, la mayoría de los casos se sitúa entre los cero y los nueve años.

Además, el 43,4% de las víctimas mujeres menores de edad tienen educación secundaria obligatoria y un 22,4% educación primaria, un 67,6% de ellas tiene un nivel de satisfacción escolar medio o bajo y siete de cada diez (71,3%) tiene un rendimiento escolar medio o bajo.

Igualmente, Díaz ha destacado que, en el 40,7% de los casos, las víctimas viven con ambos progenitores y un 36,1% en familias monoparentales. Mientras, el 58,7% proceden de familias españolas y el 41,3% de familias migrantes. Además, un 2,5 de las víctimas tiene alguna discapacidad y siete de cada diez presentan un rendimiento escolar bajo.

Mayor de edad y del entorno de la víctima

Por otro lado, Díaz ha indicado que el 94,3% de los agresores son hombres, la mayoría mayores de edad, y ocho de cada diez (79,5%) son personas conocidas por la víctima y el 50,3% son miembros de su propia familia.

Igualmente, el estudio revela que las agresiones sexuales grupales siguen en aumento y pasan de constituir el 2,1% en 2008 a representar el 10,9% de las agresiones en 2023.

La fundación también ha revelado que les ha llamado la atención que en el 13,4% de los casos, las víctimas mujeres habían consumido drogas y que el 0,9% había sufrido sumisión química.

ANAR también ha expuesto que los casos de violencia sexual que han detectado ocurren a lo largo de todo el año, pero que se observa un mayor número de consultas en los meses de mayo (10,5%) y junio (11,3%), coincidiendo con el final de la primavera y el inicio del verano. En la agresión sexual presencial, el informe muestra que hay un incremento de su incidencia en verano desde 2019 a 2022. En concreto, expone que en el mes de agosto, que es en el que más aumenta, pasa de representar el 9,2% en 2019 al 12,4% en 2022.

Asimismo, refleja que tres de cada cuatro situaciones de violencia sexual (72,3%) se producen en lugares del entorno familiar y escolar de la víctima. En concreto, el 44% tiene lugar en la casa de la menor, el 19,1% en casas del entorno de la víctima y el 9,2% en el entorno escolar.

Respecto a la denuncia, tres de cada diez víctimas de agresiones sexuales no denuncian ni tienen intención de hacerlo (28,3%), mientras que en un 41,1% de las consultas recibidas por ANAR sí que existe la intención de denunciar. En todo caso, el estudio refleja que la persona que suele tener la voluntad o la iniciativa de denunciar es principalmente la madre (48,9%). También revela que un 30,5% de las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual está en proceso de denunciar o su caso ha sido judicializado.

En este sentido, el estudio también refleja que las personas adultas (70,3%) son las que notifican los casos de menores de edad víctimas de violencia sexual y son sobre todo del entorno familiar de la víctima (75,9%). Así, las consultas realizadas directamente por las niñas y adolescentes representan un 29,7% y por los chicos, un 21,6%.

Las madres, las que dan la voz de alarma

En esta misma línea, muestra que, entre las niñas menores de 10 años, las personas que se ponen en contacto con ANAR son principalmente la madre (59,7%) y el abuelo/a (5,9%). En todo caso, a medida que aumenta la edad de la víctima, la madre llama menos y aumentan otros tipos de contactos: profesionales (15,2%), ambos progenitores (14,6%), amistades (10,6%), hermanos (2,5%) y otros familiares (2,7%).

ANAR ha indicado que las principales consecuencias de las víctimas de violencia sexual son los cambios bruscos de conducta (23,5%) y los problemas psicológicos (20,8%), como la ansiedad, el miedo, la culpa, la depresión, problemas de sueño o los trastornos de alimentación. Además, destaca que la conducta suicida (ideación y/o intento) se produce en el 9,1% de las víctimas de violencia sexual.

En este sentido, expone que un 70,3% de las niñas y adolescentes que han sufrido violencia sexual no han recibido tratamiento psicológico; porcentaje que asciende al 79,5% en las víctimas más pequeñas (entre cero y nueve años).

Díaz ha explicado que en seis de cada diez casos (63,4%) se aprecian fallos en el entorno social de la víctima de violencia sexual y ha destacado la negligencia (41,5%), sobre todo en las niñas menores de 12 años (68,1%). Además, ha apuntado que en dos de cada diez situaciones de violencia sexual en menores de edad (19,4%) los profesionales no han actuado correctamente.

Finalmente, la Fundación ANAR ha recomendado crear un vínculo de confianza a edades tempranas, hablar de sexualidad y afectos, apoyarse en el teléfono/chat ANAR de la familia y los centros escolares, una educación afectivo-sexual en edades tempranas, no favorecer el miedo a la sexualidad, formar en igualdad de género, formar a todos los profesionales y ha recalcado la importancia del coordinador de Bienestar.

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