016/ Ni una más

¿Accidentes o violencia de género?

Los investigadores creen que dos hombres asesinaron la semana pasada a sus parejas fingiendo una caída por las escaleras y una sobredosis respectivamente. Ambas eran mujeres vulnerables

Se investigan dos accidentes como violencia de género KiloyCuarto

El pasado lunes 3 de marzo, los servicios de emergencia recibieron la llamada de un hombre de 80 años y nacionalidad británica, quien alertaba de que su esposa había sufrido un accidente. Según relató, la víctima, de 78 años, tenía problemas de movilidad y necesitaba una silla de ruedas para desplazarse. Sin aportar muchos más detalles, explicó que se había caído por las escaleras y requería ayuda.

La Guardia Civil investiga como un posible asesinato machista la muerte en la localidad jiennense de Martos de una mujer, cuyo marido, un hombre de avanzada edad, ha ingresado en prisión por orden de un juzgado de violencia de género

Una ambulancia trasladó a la mujer al hospital, donde falleció horas después.

El suceso ocurrió en Martos, una localidad de Jaén con una población de algo más de 25.000 habitantes, donde residía la pareja. Hasta su domicilio se desplazaron los servicios de emergencia, que lograron rescatar a la mujer y trasladarla al hospital en estado grave. Desafortunadamente, la víctima falleció días después, y ante la ausencia de otros indicios, se certificó su muerte como accidental.

Lesiones incompatibles con la caída

Sin embargo, las alarmas de los investigadores se encendieron al conocerse el informe de la autopsia. La víctima presentaba lesiones que, al parecer, eran incompatibles con una caída y podrían corresponder a una persona que había sufrido maltrato físico previo. De hecho, los forenses encontraron un fuerte golpe en la cabeza que podría haber sido la causa de la muerte.

Vista de la vivienda donde la Guardia Civil investiga como un posible asesinato machista la muerte en la localidad jiennense de Martos de una mujer, cuyo marido, un hombre de avanzada edad, ha ingresado en prisión por orden de un juzgado de violencia de género

Ante estas demoledoras pruebas, la Guardia Civil procedió a la detención del hombre, quien, días después de su llamada al 112, ingresó en prisión por orden del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Jaén. Ahora, los investigadores continúan recabando pruebas y testimonios para reforzar la acusación.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, declaró a la prensa que no constaban denuncias previas ni la víctima estaba inscrita en el sistema VioGén.

Una aparente sobredosis

Un día antes de que este presunto asesino ingresara en prisión, el jueves 6 de marzo, otro hombre llamó al teléfono de emergencias en Blanes, Gerona. Explicó a los operadores que había encontrado a una amiga muerta en su casa y que podría tratarse de un paro cardíaco por sobredosis, ya que la víctima supuestamente tenía problemas de adicción.

Eran alrededor de las siete de la tarde cuando los servicios médicos llegaron al domicilio de la mujer, ubicado en el barrio de La Plantera de la localidad gerundense. Al entrar, encontraron a la víctima, de 36 años, tendida en mitad de la vivienda. La temperatura de su cuerpo indicaba que llevaba varias horas fallecida, lo que hizo sospechar a los Mossos d’Esquadra.

Los forenses confirmaron las sospechas de los investigadores: la mujer había sido golpeada mientras aún estaba con vida y presentaba una herida en el torso. Ante lo que consideran un nuevo caso de violencia de género en el ámbito de la pareja, los Mossos detuvieron al compañero sentimental de la fallecida. Está previsto que este lunes el sospechoso pase a disposición judicial.

Víctimas rurales y vulnerables

Ambas mujeres tienen varios aspectos en común. Las dos residían en localidades de menos de 50.000 habitantes y enfrentaban situaciones personales complejas.

La primera era una mujer mayor de 65 años, (78 años) un factor que dificulta la denuncia. Los datos muestran que las víctimas de esta franja de edad son más reacias a reconocerse como tales y, en general, denuncian con menor frecuencia la violencia de género.

Además, se trataba de una mujer con discapacidad, que necesitaba una silla de ruedas para desplazarse. Su vulnerabilidad aumentaba el riesgo, ya que sus cuidadores o las personas de quienes dependía para realizar sus actividades diarias también son sus agresores.

La segunda víctima, según las primeras pesquisas, era drogodependiente, lo que también la convertía en una persona especialmente vulnerable debido a las dificultades para pedir ayuda y cambiar de entorno.

De confirmarse estos dos casos, el número de víctimas de violencia de género en lo que va de año ascendería a cuatro, y a 1.299 desde 2003, cuando se inició el registro oficial.