En los deportes, la bandera roja siempre ha significado parar el juego tras una falta cometida y expulsar al jugador. En las relaciones, este termino viene a significar algo parecido. Se trata de señales de alerta que nos obligan a parar el juego antes de que sea demasiado peligroso para nuestra salud mental, física y emocional.
Aunque ahora las identifiquemos como ‘red flags’, en realidad siempre ha sido ese “pepito grillo” que tenemos en nuestro interior y nos advierte de los comportamientos de otras personas con nosotros que están bien, y los que están mal. La mayoría de las veces se pueden asociar estas alarmas únicamente a las relaciones de pareja, pero en realidad están presentes en muchos más ámbitos que ignoramos, desde amistades a compañeros o incluso familia. Te ayudamos a identificar algunos ejemplos de ‘red flags’:
Red flags en parejas:
No te respeta
La base principal de cualquier relación es el respeto. Si tu pareja no lo hace, sino que te insulta, humilla o menosprecia, no te está respetando. Y eso es una grandísima ‘red flag’ ante la que debes tomar acción. Si tu pareja te critica constantemente, no te valora o infravalora tus emociones, debes salir de esa relación, y antes de que te dañe la autoestima.
No te incluye en su círculo social
Tener una pareja se basa en compartir momentos. Si no te incluye en su círculo social, o sientes que se averguenza de ti, toma conciencia sobre esa alerta. Tu pareja debe sentirse orgullosa de ti y querer que estés presente en los momentos tanto importantes como divertidos, no apartarte, ya que con esa actitud puede fortalecer tus inseguridades e incluso perpetuarlas. Además, estar en el círculo del otro es fundamental para conectar y conoceros aún más.
No tiene planes de futuro
Tener un proyecto de vida en común es fundamental para poder crecer como pareja. Si tu pareja no tiene ideas de futuro, sueños, o ganas de trabajar por conseguir algo juntos, posiblemente no podréis construir algo sano. Cuando la comunicación no existe (algo esencial en la pareja) y no solo eso, sino que no compartís metas u objetivos en común, posiblemente estés ante una muy importante ‘red flag’.
Red flags en amigos:
Te crea inseguridades
Suele ser el amigo o la amiga que nunca te dice un cumplido, más bien se rie de tu ropa, de tus hobbies o incluso te hace dudar de tu forma de actuar. Suele ponerse a sí misma como ejemplo para darte lecciones y nunca te va a decir lo bien que se te ve o lo guapo que estás. Esta es una ‘red flag’ apoteósica. Con amigos así… ¿Quién necesita enemigos?
Te habla solo cuando le interesa
Suele acercarte a ti por conveniencia. Por un trabajo que le puedes ayudar a conseguir, por no ir solo o sola a algún sitio, o por obtener entradas para un concierto, por ejemplo. Suele ser muy obvio, pero la mayoría de las veces nos negamos a verlo.
Las ‘red flags’ pueden estar presentes también en las amistades, aunque no nos demos cuenta.
Te deja de lado
Como ese supuesto amigo o amiga actúa por conveniencia, en las situaciones que lo necesitas nunca está, te deja de lado. Porque ha encontrado “amigos” que le interesan más o porque en ese momento sencillamente no le viene bien. No suelen entender el significado de la palabra amistad, y una ‘red flag’ así no puedes ignorarla.
Red flags en la familia:
No reconocen tus logros, nunca es suficiente
Muchos padres tienden a ser exigentes a un nivel tóxico para sus hijos. Además, esos hijos suelen sentirse insatisfechos ya que sus padres nunca reconocen sus logros, porque nunca es suficiente. Esta es una ‘red flag’ que suele darse con más frecuencia de lo que creemos en las familias. En muchas ocasiones se produce porque los padres pretenden conseguir metas que ellos mismos no alcanzaron a través de sus hijos, convertidas así en frustraciones. En este caso, lo mejor es recordar que no debemos demostrar nada a nadie más que a nosotros mismos, y sentirnos orgullosos de todos nuestros logros.
No toman en cuenta tus opiniones
Esta ‘red flag’ es también necesaria de entender ya que como seres humanos necesitamos ser escuchados y necesitamos que validen nuestras opiniones, sobre todo si afectan a nuestra salud mental y emocional. Se da con bastante frecuencia y suele ser tóxico, ya que el respeto es la base de cualquier relación en familia, especialmente si se da la convivencia.
No te dan suficiente confianza como para ser tú mismo delante de ellos
Puede ocurrir que no sientas la suficiente confianza como para ser tú mismo delante de tu familia, posiblemente por experiencias vividas anteriormente en las que has sido juzgado o incluso se hayan reido de tus gustos. Esta ‘red flag’ también es peligrosa ya que puede afectar a tu autoestima directamente y hacerte dudar de ti mismo delante de ellos.
Muchas veces las ‘red flags’ están dentro de la familia con comportamientos y costumbres que resultan tóxicas.