La violencia vicaria marca récord: nueve niños asesinados por sus padres en seis meses

Las cifras de los primeros seis meses del año abren el debate sobre la falta de protección a las víctimas. ¿Debe mantener el régimen de visitas un padre maltratador?

Balance desolador. En 48 horas el terror machista ha acabado con la vida de cuatro mujeres y dos menores . Lejos de descender las cifras siguen aumentando: 1.259 vidas truncadas desde que comenzaron los registros de datos en 2003.

La frialdad de los números contrasta con el horror de los hechos. Nueve niños han sido asesinados por sus padres en seis meses. La cifra marca un doloroso récord. La violencia vicaria alcanza cuotas inasumibles. Sólo en seis meses se ha igualado la negra marca de 2015, año en el que arrebataron la vida a nueve pequeños. Ellos se llamaban Xavi, Noa, Elisa, Larisa, Ayax, Yago, María, Hiba y Adam.

Si circunscribimos el horror solo a los seis primeros meses del año, los datos nos colocan en  2017, año en el que seis menores murieron a manos de sus progenitores. En la mayoría de los casos los padres se suicidan o lo intentan tras segar la vida de los niños. El patrón es siempre similar.

Con la evidencia de los datos en la mano, se abre el debate sobre si un padre con un historial de maltrato tiene derecho a mantener el régimen de visitas tras una separación o una orden de alejamiento de la madre. La decisión depende de los jueces que son quienes evalúan cada caso. Hay expertos que abogan por endurecer la legislación para prohibir la custodio compartida en estos casos.

Mujeres asesinadas por violencia de género

 Los asesinatos de ayer rompieron la tendencia. El año estaba siendo esperanzador en la lucha contra la violencia machista. En apenas 48 horas se ha roto la esperanza. En seis meses 19 víctimas, tres sólo en la madrugada del viernes al sábado.

Detrás de cada cifra hay una historia como la de Ana, Fátima, Rocío, Laila, Cándida, Gracia, Andrea, Thais, Vanesa, Bianca, Rachida, A. B. F, Natia, Florica y Soledad, Laura, Petra G., Marian y Ammal.

¿Qué está fallando? ¿Por qué los datos son cada vez más desoladores? La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha convocado un comité de crisis "en el que se analizarán los asesinatos que se han producido".

"Ya nos quedamos sin palabras", admiten las asociaciones

Las asociaciones de víctimas también sufren estos asesinatos. "Nos están escribiendo víctimas muertas de miedo", confiesa Chelo Álvarez, presidenta de la Asociación Alanna. "¿Cómo nos vamos a atrever a denunciar si nadie nos protege?", se pregunta. Una pregunta sin respuesta. A ese punto llegan todas las asociaciones. Desde Alanna, están intentando comunicarse con todas las asociaciones feministas para hacer una manifestación contra la violencia de género. "Hay que parar el país como hicimos hace unos años", insiste Álvarez.

"En los juzgados se juzga más a la víctima que al maltratador", recuerda Olga Caldera, la presidenta de la asociación Amar. "El problema es que los maltratadores saben que no les pasará nada, porque la justicia no les va a castigar". Si nada cambia en este sistema, creen que "seguirá habiendo muertes, seguirán matando a niños para castigar a las madres y seguirán maltratando".

En el mismo punto se muestra Rosalía González, de la Asociación Mami: "Nos quedamos sin palabras. Las que estamos aquí dentro del círculo de la violencia vemos cómo los absuelven con pruebas, cómo salen impunes de los quebrantamientos y el acoso". Ellas tienen sentimiento "de total indefensión y de estar tanto nosotras como nuestros hijos abandonados a nuestra suerte".

Mayte Álvarez, presidenta de la asociación Libres de Violencia Vicaria, tampoco comprende la falta de protección que tienen las mujeres: "Está claro que los hijos y las madres deben tener protección conjunta, pero a pesar de que la nueva regulación establece la suspensión de visitas, en muchos tribunales está prevaleciendo el derecho del progenitor condenado a ver a sus hijos frente a la protección del menor". Por esto creen que "es un problema de estado y de toda la sociedad".

Natalia Morlas, de la asocación Somos Más, reflexiona sobre el comité de crisis que ha convocado Redondo: "Nos preguntamos si en ese comité va a haber víctimas. Unas mujeres normales y corrientes que cuenten su verdad y la de miles como ellas, que tenemos muchísimo que decir. Porque a las que están asesinando es a nosotras y a nuestras criaturas. Nosotras nos hemos ofrecido en incontables ocasiones, pero siempre hacen oídos sordos".