
¿Va a ser posible una Europa secular y laica?
Los pensadores de la Ilustración han podido compartir con los creyentes modernos la búsqueda de valores comunes y universales, propios de las religiones mundiales, y los representantes religiosos de la tradición judeocristiana podían reconocer algunos logros genuinos del progreso humano más descreído. Pero una de sus derivadas ha sido la idea ingenua de que en el corazón de todas las culturas laten valores similares