España continúa recuperándose del insólito apagón que sacudió a todo el país en el día de ayer. Miles de personas quedaron atrapadas en estaciones de autobuses o aeropuertos sin saber muy bien qué hacer o hacia dónde dirigirse. Además de la incomunicación de la que fueron víctimas todos los españoles en la jornada de ayer, en muchas ciudades hasta bien entrada la madrugada.
Con la mirada puesta en el presente y en la búsqueda de soluciones, no solo los ciudadanos continúan preguntándose qué ha podido ocurrir. También lo hacen las instituciones e incluso el propio presidente del gobierno. Un experto en Red Eléctrica, ha contado en exclusiva a Artículo 14, cuáles pudieron ser las causas de este insólito apagón.
Inestabilidad eléctrica y energías renovables
Según el técnico, durante el reciente apagón total que afectó a gran parte del territorio español, el sistema eléctrico nacional operaba con una elevada proporción de generación procedente de fuentes renovables, como la solar y la eólica, y una participación notablemente baja de generación convencional, como la proveniente de centrales térmicas o nucleares.
Falta de estabilizadores en las renovables
Este dato resulta clave para entender algunos de los factores técnicos que pudieron influir en la magnitud del corte. Las centrales convencionales cuentan con sistemas de estabilización conocidos como POD (Power Oscillation Damping), cuya función es mitigar las oscilaciones de potencia que pueden surgir cuando los generadores no están perfectamente sincronizados. Estas oscilaciones, que pueden imaginarse como una especie de “conflicto eléctrico” entre generadores desacompasados, afectan a la estabilidad del sistema, del mismo modo que una orquesta desafinada altera la armonía de una pieza musical.
Tecnología aún poco implantada
Según el especialista, los dispositivos POD ayudan a amortiguar estas oscilaciones, pero actualmente una parte importante de los generadores renovables aún no está equipada con este tipo de tecnología. En 2022, ni siquiera existían fabricantes que ofrecieran soluciones compatibles con renovables, y aunque esta situación ha comenzado a cambiar, su incorporación sigue sin ser obligatoria.

Concursos públicos y regulación
De hecho, en los concursos públicos promovidos por el Ministerio para la Transición Ecológica, dirigidos a la instalación de nueva potencia renovable en las zonas denominadas “nudos de transición justa”, la incorporación de POD no es un requisito imprescindible, aunque sí otorga ventajas competitivas en la puntuación. En la práctica, sin este componente, es difícil que un proyecto obtenga la adjudicación.
Una red sobrecargada y vulnerable
En resumen, el experto explica que el sistema eléctrico español funcionaba en el momento del apagón con una alta carga de energía renovable, aún sin el nivel de estabilización necesario para responder ante perturbaciones críticas. Esta combinación de factores técnicos —alta penetración renovable, baja presencia de generación convencional y escasa implementación de sistemas de control de oscilaciones— podría haber contribuido a la severidad del colapso eléctrico registrado.
La opinión del especialista: “El Gobierno controla el 20% del sistema y la presidenta fue elegida a dedo”
Según el técnico, aunque la variabilidad inherente de las fuentes renovables —como la solar y la eólica— supone un desafío para la estabilidad del sistema eléctrico, no puede considerarse por sí sola como la causa principal del reciente apagón que afectó a España. Red Eléctrica de España (REE), operador del sistema, cuenta con protocolos de planificación y operación que permiten anticiparse a estas fluctuaciones. “De hecho, es habitual que REE limite la inyección de renovables cuando considera que puede suponer un riesgo para la seguridad del sistema”, asegura.
“Por tanto, resulta poco probable que una caída repentina de generación renovable —que, además, no consta que se haya producido en este caso— haya sido la única responsable de un colapso de tal magnitud. El sistema español opera con amplios márgenes de seguridad, y asegura siempre una proporción adecuada de generación convencional que aporta inercia y reserva operativa (primaria, secundaria y terciaria) para hacer frente a este tipo de contingencias”, explica.
Opinión técnica: resonancias y falta de estabilizadores, una hipótesis más plausible
Según la opinión del experto técnico consultado, una explicación más verosímil podría estar relacionada con un fenómeno más complejo: la interacción entre los controladores de los generadores y la escasa presencia de sistemas de amortiguación de oscilaciones (POD) en ciertas zonas de la red. En condiciones determinadas, la impedancia eléctrica entre varios generadores puede causar que sus controladores entren en conflicto, generando lo que se conoce como oscilaciones de potencia.
Estas oscilaciones —explica el especialista— se producen cuando los generadores no están perfectamente sincronizados: uno sube su aporte mientras otro lo baja, y viceversa. Si esta dinámica se alinea con una frecuencia resonante, puede provocar una amplificación progresiva de las oscilaciones que termine comprometiendo la estabilidad del sistema. “Se trata de un fenómeno difícil de anticipar y simular, pero que REE estudia activamente a través de modelos avanzados”, asegura.
El sistema necesita más que solo renovables
El técnico en Red Eléctrica insiste en que, si bien es cierto que una red dominada por energías renovables tiene menos inercia y estabilidad, esto no puede atribuirse como causa única del incidente. La clave estaría, más bien, en la ausencia generalizada de controladores POD en los parques renovables, su mal ajuste, o su escasa coordinación en situaciones críticas.
Una crítica al discurso político
Finalmente, el especialista también señala cómo el discurso político ha simplificado la situación. En particular, menciona la insistencia del presidente Pedro Sánchez en referirse a REE como un “operador privado”, a pesar de que el Estado controla aproximadamente el 20 % del capital social y designa directamente a la presidenta. Una elección de palabras que ha generado malestar en algunos sectores técnicos, al considerar que desvía la atención del fondo técnico del problema.