La Ciudad del Vaticano ha roto otro techo de cristal con el nombramiento de sor Raffaella Petrini como nueva presidenta del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano y presidenta de la Pontificia Comisión para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Con este cargo, la religiosa italiana se convierte en la primera mujer en asumir el liderazgo administrativo del Estado pontificio, que cuenta con unos 600 habitantes y cerca de 2.000 empleados. Sustituye en el puesto al cardenal español Fernando Vérgez, quien ha ocupado el cargo desde 2021 y ahora se jubila.
El Papa Francisco ya había adelantado su nombramiento hace un mes, durante una entrevista televisiva en Italia, en la que reafirmó su compromiso con la incorporación de mujeres en puestos de responsabilidad dentro de la Curia. “Las mujeres saben gestionar mejor que nosotros”, comentó entonces el Pontífice, resaltando el papel creciente de las mujeres en la administración eclesiástica.

El Papa Francisco en el Vaticano
Un ascenso progresivo en la administración vaticana
Raffaella Petrini, de 56 años y perteneciente a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, ha trabajado estrechamente con Fernando Vérgez desde que en noviembre de 2021 fue nombrada secretaria general del Governatorato. Desde entonces, ha demostrado una capacidad de gestión que le ha valido el respaldo del Papa y el respeto dentro de la Curia romana.
Nacida en Roma, la nueva “alcaldesa” del Vaticano cuenta con una sólida formación académica. Es licenciada en Ciencias Políticas por la Universidad Internacional Libre Guido Carli y doctora en Sociología por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, donde también ejerce como profesora de Economía del Bienestar y Sociología de los Procesos Económicos.
Antes de asumir este cargo, Petrini ya había trabajado en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y actualmente es miembro del Dicasterio para los Obispos, además de formar parte de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), el organismo encargado de gestionar las finanzas vaticanas.
El nombramiento de Petrini representa un paso más en la apertura del Vaticano a la participación femenina en la gestión eclesiástica, siguiendo la línea de reformas impulsadas por Francisco. Con su llegada al Governatorato, la Santa Sede refuerza su compromiso con la modernización de su estructura de gobierno, poniendo al frente a una mujer con experiencia y trayectoria en la administración vaticana.