Llega el verano y suben las temperaturas, y por eso muchas personas van a optar por una vestimenta más ligera y cómoda. En esta búsqueda de confort, las chanclas se convierten en el calzado predilecto de muchos. Sin embargo, surge una pregunta crucial para los conductores. ¿Es seguro y legal conducir en chanclas? La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene mucho que decir al respecto.
No deberías hacerlo bajo ningún concepto
Conducir en chanclas puede parecer una cuestión trivial. Sin embargo, desde la perspectiva de la seguridad vial, es un asunto que merece atención. La DGT, en su constante esfuerzo por garantizar la seguridad en las carreteras españolas, establece directrices claras sobre la idoneidad del calzado al volante. Según sus recomendaciones, el calzado utilizado para conducir debe permitir:
- Libertad de movimiento
- Un buen control sobre los pedales
- No debe quedar atrapado entre ellos
Las chanclas, por su diseño abierto y suelto, no cumplen con estas características esenciales. Debido a su estructura, las chanclas presentan varios riesgos a la hora conducir. Primero, su falta de sujeción adecuada puede hacer que el pie del conductor se desplace involuntariamente. Esto podría resultar en la pérdida de control sobre los pedales, aumentando así el riesgo de accidentes. Además, las chanclas pueden quedar atrapadas entre los pedales, dificultando o impidiendo una respuesta rápida en situaciones de emergencia. Estos factores hacen que la DGT no permita su uso durante la conducción.
¿Está prohibido conducir en chanclas, según la DGT?
Un agente de la Guardia Civil sancionando a un conductor (EFE)
Legalmente, el Reglamento General de Circulación no prohíbe explícitamente conducir en chanclas. No obstante, el artículo 17 del mismo reglamento establece que el conductor debe mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, garantizando su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. Conducir en chanclas, pues, limitaría la capacidad de movimiento de un conductor, y puede provocar una multa de hasta 80 euros, aunque no implica una pérdida de puntos en la mayoría de los casos.
En la práctica, los agentes de tráfico tienen la facultad de valorar si el calzado del conductor está afectando su capacidad para conducir de manera segura. Si un agente considera que el uso de chanclas está comprometiendo la seguridad, puede imponer una sanción. Esta multa, aunque no supone la pérdida de puntos del carnet de conducir, es una señal clara de que las chanclas no son el calzado más adecuado para la conducción.