Seguridad en el Vaticano

Roma se blinda por tierra y aire ante el histórico funeral del Papa Francisco

Con 200.000 fieles, 170 delegaciones internacionales y una ciudad en vilo, Roma despliega uno de los mayores operativos de seguridad de su historia reciente para despedir a Jorge Mario Bergoglio

Roma se prepara para una jornada sin precedentes. El funeral del Papa Francisco, que se celebrará este viernes en la plaza de San Pedro, ha llevado a las autoridades italianas a desplegar uno de los mayores operativos de seguridad de las últimas décadas. Con la expectativa de recibir a unas 200.000 personas, entre fieles, religiosos y líderes políticos, el gobierno ha movilizado todos los recursos disponibles: francotiradores, cazas Eurofighter en patrullas aéreas, sistemas de inhibición de drones y una zona de exclusión aérea sobre el Vaticano y buena parte del centro histórico.

El corazón de Roma está blindado. El Ministerio del Interior italiano ha activado un dispositivo especial con más de 10.000 efectivos, incluidos policías, carabinieri, militares y agentes de inteligencia. Se han dispuesto controles en las principales entradas a la ciudad, se ha cerrado el espacio aéreo y se han instalado más de un centenar de cámaras de vigilancia inteligentes. En el aire, los cazas Eurofighter vigilan el espacio aéreo junto a helicópteros policiales, mientras en tierra se vigilan accesos, alcantarillas, tejados y rutas de evacuación. El sistema anti-drones está preparado para neutralizar cualquier aparato no autorizado que intente sobrevolar la plaza.

Ante la llegada de delegaciones y fieles, se prevé reforzar a su vez la seguridad en estaciones de tren y de los aeropuertos romanos de Fiumicino y Ciampino, donde la gestión del tráfico aéreo y de las pistas se adaptará a las llegadas de las respectivas delegaciones. Bajo tierra, equipos de la Oficina de Prevención y Rescate Público controlan estaciones de tren y andenes de metro, y el Ayuntamiento de Roma ha intensificado la circulación de metros y buses hacia el Vaticano para facilitar la llegada hasta la basílica de San Pedro.

De Donald Trump a Javier Milei

La seguridad se ve reforzada por la magnitud del evento: cerca de 170 delegaciones internacionales estarán presentes en la ceremonia. Más de 50 jefes de Estado y de Gobierno y una decena de monarcas se sumarán al último adiós a Francisco. Entre los asistentes confirmados se encuentran el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien tendrá un perímetro especial de seguridad conocido como “zona verde” en el barrio de Villa Borghese; el presidente argentino Javier Milei, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ucraniano Volodímir Zelenski, el francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Meloni
La primera ministra italiana Giorgia Meloni recibe al vicepresidente de Estados Unidos J D Vance antes de su encuentro en el Palacio Chigi en Roma
Efe

España estará representada por los Reyes Don Felipe y Doña Letizia, acompañados por las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, el ministro de la Presidencia Félix Bolaños y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha optado por no asistir al funeral, decisión que ha despertado cierta polémica en el contexto político nacional.

El velatorio del Papa Francisco ha estado abierto durante tres jornadas y ha reunido a más de 130.000 personas hasta el momento. La capilla ardiente en la basílica de San Pedro cerró a las 2:30 de la madrugada y volvió a abrir a las 5:30 de la mañana para permitir el paso de los últimos fieles antes de la ceremonia. Las colas aún se extienden por las avenidas adyacentes, con peregrinos que han viajado desde todos los rincones del mundo para despedirse del primer Papa jesuita y latinoamericano.

El entierro de Francisco será igualmente histórico. Tras la misa fúnebre presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio —tal y como lo estipulan las normas para un pontífice fallecido en activo—, el féretro será trasladado fuera del Vaticano, a la Basílica de Santa María la Mayor. Será la primera vez desde el Papa León XIII, fallecido en 1903, que un pontífice es enterrado fuera del territorio vaticano. La ruta prevista, de unos seis kilómetros, discurrirá por el centro de Roma, donde se esperan decenas de miles de personas alineadas para el último adiós.

El Papa Fráncico en su féretro.
Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede

El Papa Francisco había manifestado en varias ocasiones su afecto por la Basílica de Santa María la Mayor, a la que acudía con frecuencia a rezar ante la imagen de la Virgen Salus Populi Romani antes y después de cada viaje apostólico. “Allí quería descansar”, confirman fuentes vaticanas.

Una vez concluido el funeral, se abrirá un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia. El Vaticano anunciará en las próximas horas la fecha de inicio del Cónclave, que reunirá a los 136 cardenales electores —una cifra récord— para elegir al sucesor de Bergoglio. La mayoría de ellos han sido nombrados por él mismo durante su pontificado, lo que sugiere que el próximo Papa podría continuar su legado.

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