La naturaleza muchas veces es un poco macabra en la forma en la que tiene de hacernos daño a las personas, pero algunas ocasiones en las que destaca por ser especialmente sanguinaria con lo que nos puede producir. Pero no siempre lo hace con catástrofes naturales y fenómenos de magnitud gigantesca, si no que otras es un asesino silencioso casi más letal. Y en España hay un ejemplo muy claro de este segundo ejemplo, el gas radón, un gas que emana naturalmente del suelo y que genera una gran radiactividad, hasta el punto de que es la segunda mayor causa de cáncer de pulmón por detrás del tabaco.
El gas radón no tiene sabor, ni olor, ni tampoco color ni se puede ver a simple vista. Pero es muy nocivo, ya que se deposita en las células que recubren las vías respiratorias y puede dañar el ADN, llevando al cáncer de pulmón y afecta en gran medida a algunas zonas de Valencia y gran parte de Galicia, que se encuentran en riesgo por la alta concentración de este gas invisible y cancerígeno.
De hecho, como ya hemos mencionado, el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco y está clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como carcinógeno humano desde hace más de tres décadas. Se trata de un gas radiactivo que se filtra en viviendas y centros de trabajo a través del subsuelo. Según la organización, el radón es el causante de entre el 3% y el 14% de las muertes por cáncer de pulmón.
¿Por qué peligroso para la salud?
Este problema no es desconocido, hasta el punto de que Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha elaborado un mapa de las zonas en España que tiene mayor riesgo por la presencia del radón. En Valencia algunos municipios se destacan por sus niveles preocupantes, con concentraciones que superan los 200 Bq/m³, el límite de referencia considerado seguro por las normativas europeas.
Los municipios valencianos afectados son Puçol, Gilet, Torrent y Chera. Estas áreas se encuentran dentro del nivel I de clasificación, lo que indica que una parte significativa de las edificaciones podría superar los niveles recomendados de radón. Mientras que Galicia es la comunidad española más afectada debido a su composición geológica. Las autoridades no están quietas y saben del problema, hasta el punto de que la Consellería de Sanidad ha presentado recientemente el plan Reduce Radón, para hacer frente a un problema de “salud pública” vinculado al cáncer de pulmón.
Un riesgo controlable
Voces autorizadas, como el epidemiólogo Alberto Ruano, investigador de los efectos en la salud de las emanaciones del gas radón, aboga por “no alarmar” sobre su contribución al cáncer, “pero si actuar” para reducir su concentración en edificios. “El radón produce exclusivamente cáncer de pulmón a aquellas personas que se expongan a elevadas concentraciones, especialmente por periodos prolongados”.
El experto subrayó que este gas incoloro, inodoro e insípido emana del suelo y suele infiltrarse en el subsuelo de edificios no debidamente aislados y puede llegar a colarse en los pisos superiores sin la suficiente aireación del inmueble, por lo que los expertos recomiendan abrir diariamente las ventanas y ventilar unos minutos para disipar su concentración. Este es solo uno de los métodos de actuación, el más ‘casero’, pues se están buscando formas de atacar el problema.