Desde hace once días, el juzgado 3 de Las Palmas tenía entre manos un caso de maltrato infantil que se ha convertido en un auténtico torbellino informativo. Más allá de los hechos investigados, la notoriedad parte de sus protagonistas: la pequeña Alma y sus padres, Anabel Pantoja y David Rodríguez. La bebé, que nació el 23 de noviembre, ha estado 16 días ingresada con pronóstico reservado en el Hospital Materno Infantil de Gran Canaria. El alta la recibió el pasado 27 de enero, según comunicó una familia exultante. Lo que no había trascendido hasta ahora es que detrás de ese ingreso de urgencia había un traumatismo craneoencefálico que ahora está bajo investigación judicial. Una lesión de tal envergadura como para que el hospital activase de manera inmediata un protocolo preventivo ante un posible caso de violencia infantil.
La cronología de los hechos es prueba también de la celeridad con la que se ha tramitado el caso. La pequeña Alma ingresó el 11 de enero en un estado que hizo temer por su evolución; una semana después, la información sensible sobre el origen sospechoso de sus lesiones llegó al juzgado de instrucción, que el 20 de enero abrió diligencias. El siguiente paso fue el pasado lunes 27, cuando citaron a declarar a los dos progenitores en calidad de investigados. De puertas adentro, en su primera declaración ante el juez, ambos negaron el maltrato. De puertas afuera, a través de Instagram, lo ha hecho la propia Anabel Pantoja en las últimas horas: “Mi verdad y mi tranquilidad es que Alma está en casa sana y feliz”, ha señalado la colaboradora de televisión, que ha recordado que no hay fijada ninguna medida cautelar contra ellos y ha anunciado que tomará represalias por la información difundida.
“Ante la difusión de informaciones extraoficiales”, así arrancaba el comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que ayer ratificaba negro sobre blanco la información adelantada por Canarias 7. En concreto, llamaba la atención un dato que aportan: que la investigación judicial se basa en un informe médico ratificado por el forense del juzgado, una especie de doble check que en estos casos es crucial, sobre todo por darse en esta ocasión en un juzgado pionero en España. El juzgado de instrucción 3 de Las Palmas es el único especializado en violencia contra el menor. Creado en 2021, su finalidad es que los niños no tengan que declarar varias veces en distintas sedes -policial, judicial y pericial- y que además lo hagan en un espacio “cero hostil” -con aspecto de Casa Cuna- en el que incluso pueden estar con una mascota.
Aun así, en el caso de la pequeña Alma, una vez abiertas diligencias el resto de la instrucción se ha remitido al juzgado de San Bartolomé de Tirajana, por ser el más cercano al domicilio donde residen en estos momentos en Gran Canaria. “La investigación tiene como fin aclarar las causas y el mecanismo de producción de lesiones apreciadas en la bebé, en aras de proteger a ésta“, apuntan desde el TSJ. Por eso, una vez que han declarado los padres como investigados, está por ver si el próximo magistrado instructor cita a testigos o qué pruebas periféricas reclama.
Los médicos forenses consultados por Artículo 14 recuerdan que es tan importante saber el posible mecanismo de la lesión, cómo se ha producido en este caso el golpe en la cabeza que ha causado ese traumatismo craneoencefálico, como vigilar la evolución de la menor. “Lo que hoy puede ser leve, quién sabe si mañana será grave”, apunta el doctor Alfonso Sanz. A nivel judicial señalan a este medio que la importancia del proceso no es baladí. Pues si finalmente se considera que las lesiones han sido provocadas por imprudencia, y no voluntariamente, tampoco se librarían de haber cometido un delito.